Add parallel Print Page Options

20 diciendo:

—¡Oh, señor mío! Nosotros en verdad vinimos la primera vez para comprar alimentos. 21 Y aconteció que cuando llegamos a la posada, abrimos nuestros costales, y he aquí el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal: nuestro dinero en su justo valor. Lo hemos traído de vuelta con nosotros. 22 También hemos traído más dinero con nosotros para comprar alimentos. Nosotros no sabemos quién puso nuestro dinero en nuestros costales.

Read full chapter