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La lucha con Dios

24 Jacob se quedó solo y entonces un hombre luchó con él hasta el amanecer. 25 Cuando el hombre se dio cuenta de que no podía derrotar a Jacob, lo golpeó en la unión de la pierna con la cadera, y esa parte se le dislocó.

26 Luego el hombre le dijo:

—Déjame ir, que ya está amaneciendo.

Pero Jacob dijo:

—No te dejaré ir a menos que me des tu bendición.

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