Génesis 31
Nueva Versión Internacional (Castilian)
Jacob huye de Labán
31 Pero Jacob se enteró de que los hijos de Labán andaban diciendo: «Jacob se ha ido apoderando de todo lo que le pertenecía a nuestro padre, y se ha enriquecido a costa suya». 2 También notó que Labán ya no lo trataba como antes. 3 Entonces el Señor le dijo a Jacob: «Vuélvete a la tierra de tus padres, donde están tus parientes, que yo estaré contigo».
4 Jacob mandó llamar a Raquel y a Lea al campo donde estaba el rebaño, 5 y les dijo:
―Me he dado cuenta de que vuestro padre ya no me trata como antes. ¡Pero el Dios de mi padre ha estado conmigo! 6 Vosotras sabéis muy bien que yo he trabajado para vuestro padre Labán con todas mis fuerzas. 7 No obstante, él me ha engañado y me ha cambiado el salario muchas veces.[a] Pero Dios no le ha permitido causarme ningún daño. 8 Si él acordaba conmigo: “Los animales manchados serán tu salario”, todas las hembras tenían crías manchadas; y, si él acordaba: “Los animales rayados serán tu salario”, todas las hembras tenían crías rayadas. 9 Así Dios le ha quitado el ganado a vuestro padre, y me lo ha dado a mí.
10 »En cierta ocasión, durante la época en que los animales estaban en celo, tuve un sueño. En ese sueño veía que los chivos que cubrían a las cabras eran rayados, manchados o moteados. 11 En ese mismo sueño, el ángel de Dios me llamó: “¡Jacob!” Y yo le respondí: “Aquí estoy”. 12 Entonces él me dijo: “Fíjate bien, y te darás cuenta de que todos los chivos que cubren a las cabras son rayados, manchados o moteados. Yo he visto todo lo que te ha hecho Labán. 13 Yo soy el Dios de Betel, donde ungiste una estela y me hiciste una promesa. Vete ahora de esta tierra, y vuelve a la tierra de tu origen”».
14 Raquel y Lea le respondieron:
―Ya no tenemos ninguna parte ni herencia en la casa de nuestro padre. 15 Al contrario, nos ha tratado como si fuéramos extranjeras. Nos ha vendido, y se ha gastado todo lo que recibió por nosotras. 16 Lo cierto es que toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos. Por eso, haz ahora todo lo que Dios te ha ordenado.
17 Entonces Jacob se preparó y montó a sus hijos y a sus esposas en los camellos, 18 puso en marcha todo su ganado, junto con todos los bienes que había acumulado en Padán Aram,[b] y se dirigió hacia la tierra de Canaán, donde vivía su padre Isaac.
19 Mientras Labán estaba ausente esquilando sus ovejas, Raquel aprovechó el momento para robar los ídolos familiares. 20 Fue así como Jacob engañó a Labán el arameo y huyó sin decirle nada. 21 Jacob se escapó con todo lo que tenía. Una vez que cruzó el río Éufrates, se encaminó hacia la región montañosa de Galaad.
Labán persigue a Jacob
22 Al tercer día informaron a Labán de que Jacob había huido. 23 Entonces Labán reunió a sus parientes y lo persiguió durante siete días, hasta que lo alcanzó en los montes de Galaad. 24 Pero esa misma noche Dios se le apareció en un sueño a Labán el arameo y le dijo: «¡Cuidado con amenazar a Jacob!»
25 Labán alcanzó a Jacob en los montes de Galaad, donde este había acampado. También Labán acampó allí, junto con sus parientes, 26 y le reclamó a Jacob:
―¿Qué has hecho? ¡Me has engañado, y te has llevado a mis hijas como si fueran prisioneras de guerra! 27 ¿Por qué has huido en secreto, con engaños y sin decirme nada? Yo te habría despedido con alegría, y con música de tambores y de arpa. 28 Ni siquiera me dejaste besar a mis hijas y a mis nietos. ¡Te has comportado como un necio! 29 Mi poder es más que suficiente para haceros daño, pero anoche el Dios de tu padre me habló y me dijo: “¡Cuidado con amenazar a Jacob!” 30 Ahora bien, entiendo que hayas querido irte porque añoras la casa de tu padre, pero ¿por qué me robaste mis dioses?
31 Jacob le respondió:
―La verdad es que me entró mucho miedo, porque pensé que podrías quitarme a tus hijas por la fuerza. 32 Pero, si encuentras tus dioses en poder de alguno de los que están aquí, tal persona no quedará con vida. Pongo a nuestros parientes como testigos: busca lo que sea tuyo y llévatelo.
Pero Jacob no sabía que Raquel había robado los ídolos de Labán, 33 así que Labán entró en la tienda de Jacob, luego en la de Lea y en la de las dos criadas, pero no encontró lo que buscaba. Cuando salió de la tienda de Lea, entró en la de Raquel. 34 Pero Raquel, después de tomar los ídolos y esconderlos bajo la montura del camello, se sentó sobre ellos. Labán los buscó por toda la tienda, pero no los encontró. 35 Entonces Raquel le dijo a su padre:
―Por favor, no se enoje mi padre si no puedo levantarme delante de ti, pero es que estoy en mi período de menstruación.
Labán buscó los ídolos, pero no logró encontrarlos.
36 Entonces Jacob se enojó con Labán e, indignado, le recriminó:
―¿Qué crimen o pecado he cometido, para que me acoses de esta manera? 37 Ya has registrado todas mis cosas, ¿y acaso has encontrado algo que te pertenezca? Si algo has encontrado, ponlo aquí, frente a nuestros parientes, y que ellos determinen quién de los dos tiene la razón. 38 Durante los veinte años que estuve contigo, nunca abortaron tus ovejas ni tus cabras, ni jamás me comí un carnero de tus rebaños. 39 Nunca te traje un animal despedazado por las fieras, ya que yo mismo me hacía cargo de esa pérdida. Además, lo que robaban de día o de noche, tú me lo reclamabas. 40 De día me consumía el calor, y de noche me moría de frío, y ni dormir podía. 41 De los veinte años que estuve en tu casa, catorce te serví por tus dos hijas, y seis por tu ganado, y muchas veces[c] me cambiaste el salario. 42 Si no hubiera estado conmigo el Dios de mi padre, el Dios de Abraham, el Dios a quien Isaac temía, seguramente me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y anoche me hizo justicia.
43 Labán le replicó a Jacob:
―Estas mujeres son mis hijas, y estos muchachos son mis nietos; mías también son las ovejas; todo lo que ves me pertenece. Pero ¿qué podría hacerles ahora a mis hijas y a mis nietos? 44 Hagamos un pacto tú y yo, y que ese pacto nos sirva como testimonio.
45 Entonces Jacob tomó una piedra, la levantó como una estela 46 y les dijo a sus parientes:
―¡Juntad piedras!
Ellos juntaron piedras, las amontonaron y comieron allí, junto al montón de piedras. 47 A ese lugar Labán le puso por nombre Yegar Saduta, mientras que Jacob lo llamó Galaad.[d]
48 ―Este montón de piedras —declaró Labán— nos servirá de testimonio.
Por eso se le llamó Galaad a ese lugar, 49 y también se le llamó Mizpa, porque Labán juró:
―Que el Señor nos vigile cuando ya estemos lejos el uno del otro. 50 Si tú maltratas a mis hijas, o tomas otras mujeres que no sean ellas, recuerda que Dios es nuestro testigo, aunque no haya ningún otro testigo entre nosotros. 51 Mira este montón de piedras y la estela que he levantado entre nosotros —señaló Labán—. 52 Ambos serán testigos de que ni tú ni yo cruzaremos esta línea con el propósito de hacernos daño. 53 ¡Que el Dios de Abraham y el Dios de Najor sea nuestro juez!
Entonces Jacob juró por el Dios a quien temía su padre Isaac. 54 Luego ofreció un sacrificio en lo alto de un monte, e invitó a sus parientes a participar en la comida. Después de que todos comieron, pasaron la noche allí.
55 A la madrugada del día siguiente, Labán se levantó, besó y bendijo a sus nietos y a sus hijas, y regresó a su casa.
Génesis 31
Nueva Versión Internacional
Jacob huye de Labán
31 Pero Jacob se enteró de que los hijos de Labán andaban diciendo: «Jacob se ha ido apoderando de todo lo que pertenecía a nuestro padre y se ha enriquecido a costa suya». 2 También notó que Labán ya no lo trataba como antes.
3 Entonces el Señor dijo a Jacob: «Vuélvete a la tierra de tus padres, donde están tus parientes, que yo estaré contigo».
4 Jacob mandó llamar a Raquel y a Lea al campo donde estaba el rebaño 5 y les dijo:
—Me he dado cuenta de que su padre ya no me trata como antes. ¡Pero el Dios de mi padre ha estado conmigo! 6 Ustedes saben muy bien que yo he trabajado para su padre Labán con todas mis fuerzas. 7 No obstante, él me ha engañado y me ha cambiado el salario muchas veces.[a] Pero Dios no le ha permitido causarme ningún daño. 8 Si él acordaba conmigo: “Los animales manchados serán tu salario”, todas las hembras tenían crías manchadas; y si él acordaba: “Los animales rayados serán tu salario”, todas las hembras tenían crías rayadas. 9 Así Dios le ha quitado el ganado al padre de ustedes y me lo ha dado a mí.
10 »En cierta ocasión, durante la época en que los animales estaban en celo, tuve un sueño. En ese sueño veía que los chivos que cubrían a las cabras eran rayados, manchados o moteados. 11 En ese mismo sueño, el ángel de Dios me llamó: “¡Jacob!”. Y yo le respondí: “Aquí estoy”. 12 Entonces él me dijo: “Fíjate bien y te darás cuenta de que todos los chivos que cubren a las cabras son rayados, manchados o moteados. Yo he visto todo lo que te ha hecho Labán. 13 Yo soy el Dios de Betel, donde ungiste una piedra como monumento y me hiciste una promesa. Vete ahora de esta tierra y vuelve a la tierra de tus parientes”».
14 Raquel y Lea respondieron:
—Ya no tenemos ninguna parte ni herencia en la casa de nuestro padre. 15 Al contrario, nos ha tratado como si fuéramos extranjeras. Nos ha vendido y se ha gastado todo lo que recibió por nosotras. 16 Lo cierto es que toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos. Por eso, haz ahora todo lo que Dios te ha ordenado.
17 Entonces Jacob se preparó y montó a sus hijos y a sus esposas en los camellos, 18 puso en marcha todo su ganado, junto con todos los bienes que había acumulado en Padán Aram,[b] y se dirigió hacia la tierra de Canaán, donde vivía su padre Isaac.
19 Mientras Labán estaba ausente esquilando sus ovejas, Raquel aprovechó el momento para robarse los ídolos familiares.[c] 20 Fue así como Jacob engañó a Labán el arameo y huyó sin decirle nada. 21 Jacob se escapó con todo lo que tenía. Una vez que cruzó el río Éufrates, se encaminó hacia la región montañosa de Galaad.
Labán persigue a Jacob
22 Al tercer día informaron a Labán que Jacob se había escapado. 23 Entonces Labán reunió a sus parientes y lo persiguió durante siete días hasta que lo alcanzó en los montes de Galaad. 24 Pero esa misma noche Dios se apareció en un sueño a Labán, el arameo, y le dijo: «¡Cuidado con amenazar a Jacob!».
25 Labán alcanzó a Jacob en los montes de Galaad, donde este había acampado. También Labán acampó allí junto con sus parientes 26 y reclamó a Jacob:
—¿Qué has hecho? ¡Me has engañado y te has llevado a mis hijas como si fueran prisioneras de guerra! 27 ¿Por qué has huido en secreto, con engaños y sin decirme nada? Yo te habría despedido con alegría y cantos al son de panderos y de arpa. 28 Ni siquiera me dejaste besar a mis hijas y a mis nietos. ¡Te has comportado como un necio! 29 Mi poder es más que suficiente para hacerles daño, pero anoche el Dios de tu padre me habló y me dijo: “¡Cuidado con amenazar a Jacob!”. 30 Ahora bien, entiendo que hayas querido irte porque añoras la casa de tu padre, pero ¿por qué me robaste mis dioses?
31 Jacob respondió:
—La verdad es que tuve mucho miedo, porque pensé que podrías quitarme a tus hijas por la fuerza. 32 Pero si encuentras tus dioses en poder de alguno de los que están aquí, tal persona no quedará con vida. Pongo a nuestros parientes como testigos: busca lo que sea tuyo y llévatelo. Pero Jacob no sabía que Raquel se había robado los ídolos de Labán.
33 Entonces Labán entró en la tienda de campaña de Jacob, luego en la de Lea y en la de las dos criadas, pero no encontró lo que buscaba. Cuando salió de la tienda de Lea, entró en la de Raquel. 34 Pero Raquel, luego de tomar los ídolos familiares y esconderlos bajo la montura del camello, se sentó sobre ellos. Labán los buscó por toda la tienda, pero no los encontró. 35 Entonces Raquel dijo a su padre:
—Por favor, no se enoje, mi señor, si no puedo levantarme ante usted, pero es que estoy en mi período de menstruación.
Labán buscó los ídolos familiares, pero no logró encontrarlos.
36 Entonces Jacob se enojó con Labán e indignado reclamó:
—¿Qué crimen o pecado he cometido para que me acoses de esta manera? 37 Ya has registrado todas mis cosas, ¿y acaso has encontrado algo que te pertenezca? Si algo has encontrado, ponlo aquí, frente a nuestros parientes, y que ellos determinen quién de los dos tiene la razón.
38 Durante los veinte años que estuve contigo, nunca abortaron tus ovejas ni tus cabras, ni jamás me comí un carnero de tus rebaños. 39 Nunca te traje un animal despedazado por las fieras, ya que yo mismo me hacía cargo de esa pérdida. Además, lo que se robaban de día o de noche, tú me lo reclamabas. 40 De día me consumía el calor, de noche me moría de frío y ni dormir podía. 41 De los veinte años que estuve en tu casa, catorce te serví por tus dos hijas y seis, por tu ganado, y cambiaste mi salario diez veces. 42 Si no hubiera estado conmigo el Dios de mi padre, el Dios de Abraham y el Temor de Isaac, seguramente me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y entonces anoche me hizo justicia.
43 Labán respondió a Jacob:
—Estas mujeres son mis hijas y estos muchachos son mis nietos; mías también son las ovejas; todo lo que ves me pertenece. Pero ¿qué podría hacerles ahora a mis hijas y a mis nietos? 44 Hagamos un pacto tú y yo y que ese pacto nos sirva como testimonio.
45 Entonces Jacob tomó una piedra, la erigió como un monumento 46 y dijo a sus parientes:
—¡Junten piedras!
Ellos juntaron piedras, las amontonaron y comieron allí, junto al montón de piedras. 47 A ese lugar Labán le puso por nombre Yegar Saduta, mientras que Jacob lo llamó Galaad.[d]
48 —Este montón de piedras —declaró Labán—, nos servirá de testimonio.
Por eso se le llamó Galaad a ese lugar 49 y también se le llamó Mizpa,[e] porque Labán juró:
—Que el Señor nos vigile cuando ya estemos lejos el uno del otro. 50 Si tú maltratas a mis hijas o tomas otras mujeres que no sean ellas, recuerda que Dios es nuestro testigo, aunque no haya ningún otro testigo entre nosotros.
51 Mira este montón de piedras y el monumento que he levantado entre nosotros —señaló Labán—. 52 Ambos serán testigos de que ni tú ni yo cruzaremos esta línea con el propósito de hacernos daño. 53 ¡Que el Dios de Abraham y el Dios de Najor, el Dios de sus padres, juzgue entre nosotros!
Entonces Jacob juró por el Dios conocido como el Temor de Isaac, su padre. 54 Luego ofreció un sacrificio en el monte e invitó a sus parientes a participar en la comida. Después de que todos comieron, pasaron la noche allí.
55 A la madrugada del día siguiente Labán se levantó, besó y bendijo a sus nietos y a sus hijas, y regresó a su casa.
Génesis 31
Dios Habla Hoy
Jacob planea huir de Labán
31 Pero Jacob supo que los hijos de Labán andaban diciendo: «Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y con eso se ha hecho rico.» 2 También Jacob se fijó en que Labán ya no lo miraba con buenos ojos, como antes. 3 Entonces el Señor le dijo a Jacob: «Regresa a la tierra de tus padres, donde están tus parientes, y yo te acompañaré.»
4 Jacob mandó llamar a Raquel y a Lía, para que vinieran al campo donde estaba él con sus ovejas, 5 y les dijo:
—Me he dado cuenta de que el padre de ustedes ya no me trata igual que antes; pero el Dios de mi padre siempre me ha acompañado. 6 Ustedes saben muy bien que yo he trabajado para su padre lo mejor que he podido, 7 y que él me ha engañado y continuamente me ha cambiado el salario. Sin embargo, Dios no le ha dejado hacerme ningún mal; 8 al contrario, cuando él decía: “Te voy a pagar con los animales manchados”, todas las hembras tenían crías manchadas; y cuando decía: “Te voy a pagar con los rayados”, entonces todas tenían crías rayadas. 9 Así fue como Dios le quitó sus animales para dármelos a mí.
10 »Un día, cuando los animales estaban en celo, tuve un sueño en el que veía que los machos cabríos que cubrían a las hembras eran rayados, manchados y moteados. 11 En ese sueño el ángel de Dios me llamó por mi nombre, y yo le contesté: “Aquí estoy.” 12 Entonces el ángel me dijo: “Fíjate bien, y vas a ver que todos los machos que cubren a las hembras son rayados, manchados y moteados, porque me he dado cuenta de todo lo que Labán te ha hecho. 13 Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, allí donde tú consagraste la piedra y me hiciste una promesa. ¡Vamos! Levántate y vete de este lugar; regresa a la tierra donde naciste.”»
14 Entonces Raquel y Lía le contestaron:
—Nosotras ya no tenemos ninguna herencia en la casa de nuestro padre. 15 Al contrario, nos trata como si fuéramos extrañas. ¡Hasta nos vendió, y se aprovechó de lo que le pagaste por casarte con nosotras! 16 En realidad, toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre, es nuestra y de nuestros hijos. Así que haz todo lo que Dios te ha dicho.
Jacob se va de Padán-aram
17-18 Jacob se preparó para regresar a Canaán, donde vivía su padre Isaac. Hizo montar a sus hijos y a sus mujeres en los camellos, tomó todo lo que tenía, y se puso en camino con todos los animales que había recibido por su trabajo en Padán-aram. 19 Mientras Labán fue a otra parte a trasquilar sus ovejas, Raquel le robó sus ídolos familiares. 20 Así fue como Jacob engañó a Labán el arameo, no diciéndole que se iba. 21 Escapó con todo lo que tenía. Muy pronto cruzó el río Éufrates, y siguió adelante hacia los montes de Galaad.
Labán persigue a Jacob
22 Tres días después, Labán supo que Jacob se había escapado. 23 Entonces, acompañado de sus parientes, salió a perseguirlo, y siete días después lo alcanzó en los montes de Galaad. 24 Pero aquella noche Dios se le apareció a Labán el arameo en un sueño, y le dijo: «Escucha, no le hables a Jacob en forma brusca.»
25 Labán alcanzó a Jacob en los montes de Galaad, que era donde Jacob había acampado. Allí mismo acampó Labán con sus parientes, 26 y le reclamó a Jacob:
—¿Qué has hecho? ¿Por qué me engañaste? ¡Has traído a mis hijas como si fueran prisioneras de guerra! 27 ¿Por qué me engañaste y escapaste a escondidas, sin decirme nada? De haberlo sabido, yo te habría despedido con alegría y con música de tambores y de arpa. 28 Ni siquiera me dejaste besar a mis hijas y a mis nietos. ¡Has actuado como un necio! 29 Yo bien podría hacerles daño a todos ustedes, pero anoche me habló el Dios de tu padre y me dijo: “Escucha, no le hables a Jacob en forma brusca.” 30 Pero, si tanto querías regresar a la casa de tu padre, y por eso te fuiste, ¿por qué me robaste mis dioses?
31 Entonces Jacob le contestó a Labán:
—Es que tuve miedo. Yo pensé que tal vez me ibas a quitar tus hijas por la fuerza. 32 Pero si alguno de los que aquí están tiene tus dioses, ¡que muera! Nuestros parientes son testigos: dime si yo tengo algo tuyo, y llévatelo.
Pero Jacob no sabía que Raquel había robado los ídolos.
33 Labán entró en la tienda de campaña de Jacob, luego en la de Lía y también en la de las dos esclavas, pero no encontró los ídolos. Cuando salió de la tienda de campaña de Lía y entró en la de Raquel, 34 ella tomó los ídolos, los puso dentro de la montura del camello, y se sentó sobre ellos. Labán estuvo buscando por toda la tienda, pero no los encontró. 35 Entonces Raquel le dijo:
—Padre, no te enojes si no me levanto delante de ti, pero es que hoy tengo mi período de menstruación.
Como Labán anduvo buscando los ídolos y no los encontró, 36 Jacob se enojó y le reclamó a Labán con estas palabras:
—¿Qué falta cometí? ¿Cuál es mi pecado, que con tantas ansias me has perseguido? 37 Has registrado todas mis cosas, ¿y qué has encontrado de las cosas de tu casa? ¡Ponlo aquí, delante de tus parientes y de los míos, para que ellos digan quién de los dos tiene la razón! 38 Durante estos veinte años que trabajé contigo, nunca abortaron tus ovejas ni tus cabras; nunca me comí un solo carnero de tus rebaños; 39 nunca te traje los animales que las fieras mataban, sino que yo pagaba esa pérdida; si de día o de noche robaban ganado, tú me lo cobrabas. 40 De día me moría de calor; de noche me moría de frío, ¡y hasta el sueño se me iba! 41 Veinte años he estado en tu casa, y esto es lo que me tocó: por tus dos hijas trabajé catorce años a tu servicio; por tus animales trabajé seis años; y continuamente me cambiabas mi salario. 42 De no haber estado conmigo el Dios de Abraham, el Dios que adoraba mi padre Isaac, estoy seguro que me habrías mandado con las manos vacías. Pero Dios vio mi tristeza y el resultado de mi trabajo, y anoche te reprendió.
Jacob y Labán hacen un pacto
43 Entonces Labán le contestó a Jacob:
—Las hijas son mis hijas; los nietos son mis nietos; las ovejas son mis ovejas; ¡todo lo que aquí ves es mío! Sin embargo, ¿qué les puedo hacer ahora a mis hijas, o a los hijos que ellas han tenido? 44 Por eso, ven; tú y yo vamos a hacer un pacto, que va a servir como testimonio entre nosotros dos.
45 Entonces Jacob tomó una piedra, la puso de pie como un pilar, 46 y les dijo a sus parientes:
—¡Junten piedras!
Todos juntaron piedras para hacer un montón, y allí comieron, junto al montón de piedras. 47 Labán llamó a ese lugar en su idioma «Jegar Sahadutá», y Jacob lo llamó en el suyo «Galaad».
48 Entonces Labán dijo:
—Hoy, este montón de piedras es testigo entre nosotros dos.
Por eso se llamó Galaad ese lugar, 49 y también se llamó Mispá, porque Labán dijo:
—Que el Señor vigile entre nosotros dos, cuando ya no podamos vernos el uno al otro. 50 Si maltratas a mis hijas, o si te casas con otras mujeres además de ellas, aunque no haya nadie como testigo entre nosotros, Dios mismo sea testigo.
51 Y Labán siguió diciéndole a Jacob:
—Mira, aquí están el montón de piedras y el pilar que he puesto entre nosotros dos. 52 Ambos serán testigos de que ni tú ni yo cruzaremos esta línea para perjudicarnos. 53 Que decida entre nosotros el Dios de tu abuelo Abraham y el de mi abuelo Nahor.
Entonces Jacob juró por el Dios que su padre Isaac adoraba. 54 Luego hizo Jacob sacrificios en el cerro, y llamó a sus parientes a comer. Todos ellos comieron, y pasaron la noche en el cerro.
55 (32.1) Al día siguiente por la mañana, Labán se levantó y les dio un beso a sus nietos y a sus hijas; después los bendijo, y regresó a su tierra.
Genesis 31
BasisBijbel
Jakob vlucht voor Laban
31 Maar Jakob hoorde de zonen van Laban mopperen: "Jakob heeft onze vader alles afgenomen. Hij is rijk geworden van alles wat eerst van onze vader was." 2 Ook merkte hij dat Laban niet meer zo vriendelijk naar hem keek als eerst. 3 Toen zei de Heer tegen Jakob: "Ga terug naar je geboorteland en naar je familie. Ik zal met je zijn."
4 Jakob liet Rachel en Lea naar het veld komen waar hij met zijn kudden was. 5 Hij zei tegen hen: "Ik heb gemerkt dat jullie vader niet meer zo vriendelijk naar me kijkt als eerst. Maar de God van mijn vader is met mij geweest. 6 Ook weten jullie zelf dat ik heel erg hard voor jullie vader heb gewerkt. 7 Maar hij heeft mij bedrogen en mijn loon wel tien keer veranderd. Maar God heeft ervoor gezorgd dat ik daar geen last van had. 8 Als Laban zei: 'Jij mag de gespikkelde dieren als beloning hebben,' dan kregen alle dieren gespikkelde jongen. En als hij zei: 'Jij mag de gestreepte dieren als beloning hebben,' dan kregen alle dieren gestreepte jongen. 9 Zo heeft God het vee van jullie vader afgenomen en aan mij gegeven. 10 Op een keer liet God mij iets zien, in de paartijd van het vee. Ik zag het vóór me als in een droom. Ik zag dat de mannetjes-geiten die aan het paren waren, allemaal gestreept, gespikkeld en gevlekt waren. 11 En de Engel van God zei tegen mij in die droom: 'Jakob!' En ik zei: 'Ja, Heer.' 12 Toen zei Hij: 'Kijk om je heen. Dan zie je dat alle mannetjes-geiten die paren, gestreept, gespikkeld en gevlekt zijn. Want Ik heb alles gezien wat Laban je aandoet. 13 Ik ben de God van Bet-El, de plaats waar je als teken een steen rechtop hebt gezet en overgoten hebt met olijf-olie. Daar heb je Mij een eed gezworen. Maak je nu klaar om op reis te gaan en vertrek uit dit land. Ga terug naar het land van je familie.' "
14 Toen antwoordden Rachel en Lea: "Hebben we nog iets met onze vader te maken? Er is ook niets meer van de erfenis over. 15 Hij heeft ons verhandeld alsof we vreemdelingen waren. Ook heeft hij al ons geld opgemaakt. 16 Maar alle rijkdom die God van onze vader heeft afgepakt, is nu van ons en onze kinderen. Doe dus wat God tegen je heeft gezegd."
17 Toen maakte Jakob zich klaar om op reis te gaan en zette zijn kinderen en zijn vrouwen op kamelen. 18 En zijn hele kudde en alles wat hij verder had verdiend in Paddan-Aram, nam hij mee. Zo ging hij op weg naar zijn vader Izaäk in Kanaän. 19 Laban was op dat moment niet thuis. Hij was vertrokken om zijn schapen te scheren. Rachel kon daardoor ongemerkt de godenbeeldjes van haar vader stelen. 20 En Jakob kon ongemerkt bij Laban vertrekken, want hij vertelde hem niet dat hij vertrok. 21 Zo vluchtte hij weg met alles wat van hem was, stak de Rivier de Eufraat over en reisde in de richting van de bergen van Gilead.
Laban achtervolgt Jakob
22 Drie dagen later kreeg Laban te horen dat Jakob was gevlucht. 23 Hij nam een aantal mannen uit zijn familie mee en achtervolgde hem zeven dagen lang. In de bergen van Gilead haalde hij hem in. 24 Maar God kwam 's nachts in een droom naar de Arameeër Laban toe. Hij zei tegen hem: "Pas op! Ik wil niet dat je ook maar íets verkeerds tegen Jakob doet of zegt!" 25 Toen Laban Jakob inhaalde, had Jakob zijn tenten opgezet in de bergen van Gilead. Ook Laban en zijn familieleden zetten daar hun tenten op. 26 Laban zei tegen Jakob: "Waarom ben je zo stiekem vertrokken? Je hebt mijn dochters meegenomen alsof ze krijgsgevangenen zijn! 27 Waarom ben je gevlucht? Waarom heb je me bedrogen en heb je me niets gezegd? Ik zou een afscheidsfeest voor je hebben gehouden! 28 Maar je hebt me niet eens de kans gegeven om mijn kleinkinderen en mijn dochters te omhelzen. Belachelijk! 29 Ik zou het je eigenlijk betaald moeten zetten. Maar de God van je vader heeft vannacht tegen mij gezegd: 'Pas op! Ik wil niet dat je ook maar íets verkeerds tegen Jakob doet of zegt!' 30 En als je bent vertrokken omdat je zo vreselijk graag weer naar je familie wilde gaan, waarom heb je dan mijn godenbeeldjes gestolen?" 31 Jakob antwoordde Laban: "Ik ging stiekem, omdat ik bang was, dat je me je dochters zou afnemen. 32 Wat betreft je godenbeeldjes: de persoon bij wie je ze vindt, mag je doden. Kijk alles maar na, samen met je mannen, en neem mee wat van jou is!" Want Jakob wist niet dat Rachel ze had gestolen. 33 Laban doorzocht de tenten van Jakob, van Lea en van de twee slavinnen, maar vond niets. Toen hij Lea's tent doorzocht had, ging hij de tent van Rachel in. 34 Rachel had snel de beeldjes in het kamelenzadel verstopt. Daarna was ze op het zadel gaan zitten. Laban doorzocht de hele tent, maar kon niets vinden. 35 Rachel zei tegen haar vader: "Wees niet boos dat ik niet voor u opsta, maar ik ben ongesteld." Hij zocht overal, maar kon de beeldjes niet vinden.
36 Toen werd Jakob kwaad op Laban en zei tegen hem: "Wat heb ik je gedaan dat je mij zo achtervolgd hebt? 37 Je hebt al mijn spullen doorzocht. Wat heb je nu gevonden dat van jou is? Leg het hier neer zodat alle anderen het kunnen zien! Dan kunnen zij over ons rechtspreken. 38 Ik ben nu 20 jaar bij je geweest. Je schapen en je geiten hebben nooit doodgeboren jongen gekregen. Ik heb nooit een schaap van je opgegeten. 39 Wat door wilde dieren werd gedood, bracht ik niet naar jou, maar moest ik vergoeden. Als er overdag of 's nachts iets werd gestolen, kwam je van mij een vergoeding eisen. 40 Zo ging het met mij: overdag werd ik gesloopt door de hitte, 's nachts door de kou. Ik had nauwelijks tijd om te slapen. 41 Ik heb nu 20 jaar in je huis gewoond. Ik heb 14 jaar voor je gewerkt om met je twee dochters te mogen trouwen. Ik heb zes jaar voor je gewerkt om mijn vee te verdienen en je hebt mijn loon wel tien keer veranderd! 42 Als de God van mijn vader, de God van Abraham en de God voor wie Izaäk diep ontzag had niet met mij was geweest, zou je mij met lege handen hebben weggestuurd. Maar God heeft mijn narigheid en mijn harde werken gezien. Daarom heeft Hij je de afgelopen nacht zo streng gewaarschuwd!"
Laban sluit een verbond met Jakob
43 Toen zei Laban tegen Jakob: "Deze dochters zijn mijn dochters, deze kinderen zijn mijn kinderen en dit vee is mijn vee. Ja, alles wat je ziet is van mij. Ik zou mijn eigen dochters en de kinderen die ze hebben gekregen toch geen kwaad kunnen doen? 44 Kom, laten jij en ik daarom samen een verbond sluiten." 45 Toen nam Jakob een steen en zette die overeind, als teken van hun verbond.
46 En Jakob zei tegen zijn familie: "Breng stenen hier." Ze haalden stenen en stapelden die op. Op die steenhoop aten ze met elkaar een verbondsmaaltijd. 47 Laban noemde de steenhoop Jegar-Sahaduta (= Aramees voor 'steenhoop die getuige is'). Jakob noemde hem Gilead (= Hebreeuws voor 'steenhoop die getuige is'). 48 Laban zei: "Deze steenhoop is vandaag getuige van het verbond tussen jou en mij." Daarom werd die steenhoop 'Gilead' genoemd. 49 Ook noemde Laban hem Mizpa (= 'wachtpost'). "Want," zei hij, "de Heer houdt de wacht tussen jou en mij, wanneer we uit elkaar zijn gegaan. 50 Als je slecht bent voor mijn dochters of als je behalve mijn dochters nog andere vrouwen neemt, let op, al is er niemand bij ons, God zal zien wat er gebeurt."
51 Verder zei Laban tegen Jakob: "Deze steenhoop en deze steen die ik overeind heb gezet tussen jou en mij, zijn onze getuigen van wat wij nu afspreken. 52 Ik zal niet met slechte bedoelingen voorbij deze steenhoop naar jou toe komen. En jij zal niet met slechte bedoelingen voorbij deze steenhoop naar mij toe komen. 53 De God van Abraham, de God van Nahor, de God van hun vader Terach, zal Rechter over ons zijn." Toen zwoer Jakob bij de God voor wie zijn vader Izaäk diep ontzag had. 54 En hij offerde op die berg een dier aan de Heer en nodigde zijn familie uit voor een verbondsmaaltijd. Ze aten met elkaar en bleven die nacht op de berg. 55 De volgende morgen omhelsde Laban zijn kleinkinderen en dochters en zegende hen. Toen ging hij terug naar huis.
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