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28 Dios te dé del rocío del cielo

y de lo más preciado de la tierra:

trigo y vino en abundancia.

29 Que los pueblos te sirvan,

y las naciones se postren ante ti.

Sé señor de tus hermanos

y póstrense ante ti los hijos de tu madre.

Sean malditos los que te maldigan

y benditos los que te bendigan.

30 Y sucedió luego que Isaac había terminado de bendecir a Jacob, y cuando apenas había salido Jacob de la presencia de su padre Isaac, que su hermano Esaú llegó de cazar. 31 Él también hizo un potaje, lo llevó a su padre y le dijo:

—Levántate, padre mío, y come de la caza de tu hijo, para que tú me bendigas.

32 Entonces su padre Isaac le preguntó:

—¿Quién eres tú?

Él respondió:

—Yo soy Esaú, tu hijo primogénito.

33 Isaac se estremeció fuertemente y dijo:

—¿Quién, pues, es el que vino aquí, que cazó y me trajo de comer, y yo comí de todo antes de que tú vinieras? ¡Yo lo bendije, y será bendito!

34 Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, profirió un grito fuerte y muy amargo. Y dijo a su padre:

—¡Bendíceme también a mí, padre mío!

35 Él dijo:

—Tu hermano vino con engaño y se llevó tu bendición.

36 Él respondió:

—¿No es cierto que llamaron su nombre Jacob[a]? Pues ya me ha suplantado estas dos veces: Se llevó mi primogenitura, y he aquí que ahora también se ha llevado mi bendición. —Y añadió—: ¿No te queda una bendición para mí?

37 Isaac respondió y dijo a Esaú:

—He aquí, yo lo he puesto por señor tuyo, y le he dado como siervos a todos sus hermanos. Lo he provisto de trigo y de vino. ¿Qué, pues, haré por ti, hijo mío?

38 Esaú dijo a su padre:

—¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? ¡Bendíceme también a mí, padre mío!

Y Esaú alzó su voz y lloró. 39 Entonces respondió Isaac su padre y le dijo:

—He aquí, será favorecido el lugar

que habites

con los más preciados productos de la tierra

y con el rocío del cielo arriba.

40 De tu espada vivirás

y a tu hermano servirás.

Pero sucederá que cuando adquieras dominio,

romperás su yugo sobre tu cuello.

Esaú planea matar a Jacob

41 Esaú aborreció a Jacob por la bendición con que lo había bendecido su padre, y dijo en su corazón: “Se acercan los días de duelo por mi padre; entonces yo mataré a mi hermano Jacob”.

42 Fueron dichas a Rebeca las palabras de Esaú, su hijo mayor. Ella envió a llamar a Jacob, su hijo menor, y le dijo:

—He aquí que Esaú tu hermano planea vengarse de ti, matándote. 43 Ahora pues, hijo mío, obedéceme: Levántate y huye a mi hermano Labán, en Harán. 44 Pasa con él algún tiempo, hasta que el enojo de tu hermano se aplaque, 45 hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti y se olvide de lo que le has hecho. Entonces yo mandaré a traerte de allá. ¿Por qué habré de ser privada de ustedes dos en un solo día?

Jacob huye a Padan-aram

46 Rebeca dijo a Isaac:

—Estoy hastiada de vivir por causa de las mujeres heteas: Si Jacob toma esposa de entre las mujeres heteas, de las mujeres de esta tierra, como estas, ¿para qué quiero la vida?

28 Entonces Isaac llamó a Jacob, lo bendijo y le mandó diciendo:

—No tomes esposa de entre las mujeres de Canaán. Levántate, ve a Padan-aram, a la casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre. Que el Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y te multiplique hasta que llegues a ser multitud de pueblos. Que él te dé la bendición de Abraham, lo mismo que a tu descendencia, para que poseas la tierra en que habitas, la cual Dios ha dado a Abraham.

Footnotes

  1. Génesis 27:36 Cf. Gén. 25:26.