Add parallel Print Page Options

y le preguntó:

―Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes, y a dónde vas?

―Estoy huyendo de Saray, mi dueña —respondió Agar.

Entonces el ángel del Señor le dijo:

―Regresa adonde tu dueña, y obedécela. 10 Además, el ángel del Señor le dijo:

―Tus descendientes serán tan numerosos que no será posible contarlos.

Read full chapter