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30 Cuando Raquel vio que ella no podía darle hijos a Jacob, sintió envidia de su hermana Lía, y le dijo a su esposo:

—Dame hijos, porque si no, me voy a morir.

Pero Jacob se enojó con ella y le dijo:

—¿Acaso soy Dios? Él es quien no te deja tener hijos.

Entonces ella le dijo:

—Mira, toma a mi esclava Bilhá y únete con ella; y cuando ella tenga hijos, será como si yo misma los tuviera. Así podré tener hijos.

De esta manera Raquel le dio a Jacob su esclava Bilhá, para que fuera su concubina. Jacob se unió con Bilhá, y ella le dio un hijo a Jacob. Entonces Raquel dijo: «Este niño se va a llamar Dan, porque Dios oyó mi oración y me hizo justicia al darme un hijo.»

Después Bilhá le dio otro hijo a Jacob, y Raquel dijo: «Este niño se va a llamar Neftalí, porque he luchado mucho contra mi hermana y la he vencido.»

Cuando Lía vio que ya no podía tener hijos, tomó a su esclava Zilpá y se la dio a Jacob para que fuera su concubina. 10 Y cuando Zilpá le dio un hijo a Jacob, 11 Lía dijo: «¡Qué suerte! Por eso el niño se va a llamar Gad.»

12 Después Zilpá le dio otro hijo a Jacob, 13 y entonces Lía dijo: «¡Qué felicidad! Ahora las mujeres dirán que soy feliz. Por eso el niño se va a llamar Aser.»

14 Un día fue Rubén al campo, durante la cosecha de trigo, y allí encontró unas frutas llamadas mandrágoras, las cuales llevó a su madre Lía. Cuando Raquel vio las frutas, le dijo a Lía:

—Por favor, dame algunas de esas mandrágoras que tu hijo te trajo.

15 Pero Lía le contestó:

—¿Te parece poco haberme quitado el marido? ¡Y ahora quieres también quitarme las mandrágoras de mi hijo!

—Pues a cambio de las mandrágoras de tu hijo, esta noche Jacob dormirá contigo —propuso Raquel.

16 Por la noche, cuando Jacob regresó del campo, Lía salió a su encuentro y le dijo:

—Hoy vas a dormir conmigo, porque te he alquilado a cambio de las mandrágoras de mi hijo.

Esa noche Jacob durmió con Lía, 17 y ella le dio a Jacob su quinto hijo, porque Dios oyó su oración. 18 Entonces Lía dijo: «Este niño se va a llamar Isacar, pues Dios me ha premiado porque le di mi esclava a mi marido.»

19 Después Lía le dio a Jacob su sexto hijo, 20 y dijo: «Dios me ha dado un buen regalo. Ahora mi marido me estimará más, porque ya le he dado seis hijos. Por eso este niño se va a llamar Zabulón.»

21 Por último, Lía tuvo una hija, a la cual llamó Dina. 22 Pero Dios se acordó de Raquel; oyó su oración y le permitió tener hijos. 23 Cuando tuvo el primero, dijo: «Dios me ha quitado la vergüenza de no tener hijos. 24 Ojalá me permita tener otro.» Por eso lo llamó José.

Trampas entre Jacob y Labán

25 Después que Raquel dio a luz a José, Jacob dijo a Labán:

—Déjame regresar a mi propia tierra. 26 Dame mis hijos y mis mujeres, pues por ellas he trabajado contigo, y déjame ir. Tú bien sabes cómo he trabajado para ti.

27 Pero Labán le contestó:

—Por favor, quédate conmigo. He sabido por adivinación que el Señor me ha bendecido por medio de ti. 28 Dime cuánto quieres ganar, y te lo pagaré.

29 Entonces Jacob le dijo:

—Tú bien sabes cómo he trabajado para ti y cómo he cuidado tus animales; 30 lo poco que tenías antes que yo viniera, ha aumentado enormemente, pues desde que llegué, el Señor te ha bendecido; pero, ¿cuándo voy a comenzar a trabajar para mi propia familia?

31 —¿Cuánto quieres que te pague? —insistió Labán.

—No me pagues nada —respondió Jacob—. Volveré a cuidar tus ovejas, si aceptas lo que te voy a proponer: 32 déjame pasar hoy por entre tu rebaño, para apartar todos los corderitos negros y todos los cabritos manchados y moteados. Ellos serán mi salario. 33 Así, cuando más adelante vengas a ver lo que he ganado, tendrás la prueba de mi honradez: pues si en mi rebaño hay cabras que no sean manchadas o moteadas, o corderos que no sean negros, será que te los he robado.

34 —Está bien, acepto lo que propones —dijo Labán.

35 Pero ese mismo día Labán apartó todos los chivos rayados y moteados, y todas las cabras manchadas y moteadas o que tenían algo blanco, y todos los corderos negros, y se los dio a sus hijos para que los cuidaran. 36 Luego se fue con este rebaño del lugar donde estaba Jacob, a una distancia de tres días de camino.

Jacob, por su parte, siguió cuidando las otras ovejas de Labán. 37 Cortó ramas verdes de álamo, almendro y castaño, y las peló para que se pudieran ver rayas blancas; 38-39 luego puso las varas, ya peladas, frente a los rebaños, en el lugar donde tomaban agua. Allí era donde los machos se unían con las hembras, y como lo hacían delante de las varas, sus crías nacían rayadas, manchadas y moteadas. 40 Entonces Jacob las apartaba y las ponía frente a los animales rayados y negros del rebaño de Labán. Así Jacob fue formando su propio rebaño, separándolo del rebaño de Labán. 41 Cada vez que los animales más gordos se unían para tener crías, Jacob ponía las varas en el lugar donde tomaban agua, de manera que pudieran ver las varas en el momento de unirse; 42 pero cuando venían los animales más flacos, no ponía las varas. Por eso los animales más flacos eran para Labán, y los más gordos eran para Jacob. 43 De esa manera Jacob se hizo muy rico y llegó a tener muchas ovejas, esclavos, esclavas, camellos y asnos.

30 Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre? Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; llégate a ella, y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella. Así le dio a Bilha su sierva por mujer; y Jacob se llegó a ella. Y concibió Bilha, y dio a luz un hijo a Jacob. Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dan.[a] Concibió otra vez Bilha la sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob. Y dijo Raquel: Con luchas de Dios he contendido[b] con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre Neftalí. Viendo, pues, Lea, que había dejado de dar a luz, tomó a Zilpa su sierva, y la dio a Jacob por mujer. 10 Y Zilpa sierva de Lea dio a luz un hijo a Jacob. 11 Y dijo Lea: Vino la ventura; y llamó su nombre Gad.[c] 12 Luego Zilpa la sierva de Lea dio a luz otro hijo a Jacob. 13 Y dijo Lea: Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa; y llamó su nombre Aser.[d]

14 Fue Rubén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Lea su madre; y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo. 15 Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo. 16 Cuando, pues, Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: Llégate a mí, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche. 17 Y oyó Dios a Lea; y concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob. 18 Y dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa,[e] por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Isacar. 19 Después concibió Lea otra vez, y dio a luz el sexto hijo a Jacob. 20 Y dijo Lea: Dios me ha dado una buena dote; ahora morará[f] conmigo mi marido, porque le he dado a luz seis hijos; y llamó su nombre Zabulón. 21 Después dio a luz una hija, y llamó su nombre Dina. 22 Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y le concedió hijos. 23 Y concibió, y dio a luz un hijo, y dijo: Dios ha quitado mi afrenta; 24 y llamó su nombre José,[g] diciendo: Añádame Jehová otro hijo.

Tretas de Jacob y de Labán

25 Aconteció cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra. 26 Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho. 27 Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa. 28 Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré. 29 Y él respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado conmigo. 30 Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número, y Jehová te ha bendecido con mi llegada; y ahora, ¿cuándo trabajaré también por mi propia casa? 31 Y él dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada; si hicieres por mí esto, volveré a apacentar tus ovejas. 32 Yo pasaré hoy por todo tu rebaño, poniendo aparte todas las ovejas manchadas y salpicadas de color, y todas las ovejas de color oscuro, y las manchadas y salpicadas de color entre las cabras; y esto será mi salario. 33 Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha de tener como de hurto. 34 Dijo entonces Labán: Mira, sea como tú dices. 35 Y Labán apartó aquel día los machos cabríos manchados y rayados, y todas las cabras manchadas y salpicadas de color, y toda aquella que tenía en sí algo de blanco, y todas las de color oscuro entre las ovejas, y las puso en mano de sus hijos. 36 Y puso tres días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba las otras ovejas de Labán.

37 Tomó luego Jacob varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas. 38 Y puso las varas que había mondado delante del ganado, en los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las cuales procreaban cuando venían a beber. 39 Así concebían las ovejas delante de las varas; y parían borregos listados, pintados y salpicados de diversos colores. 40 Y apartaba Jacob los corderos, y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro del hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de Labán. 41 Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes, Jacob ponía las varas delante de las ovejas en los abrevaderos, para que concibiesen a la vista de las varas. 42 Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía; así eran las más débiles para Labán, y las más fuertes para Jacob. 43 Y se enriqueció el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.

Footnotes

  1. Génesis 30:6 Esto es, Él juzgó.
  2. Génesis 30:8 Heb. niftal.
  3. Génesis 30:11 Esto es, Fortuna.
  4. Génesis 30:13 Esto es, Feliz.
  5. Génesis 30:18 Heb. sakar.
  6. Génesis 30:20 Heb. zabal.
  7. Génesis 30:24 Esto es, Él añade.

30 Cuando Raquel se dio cuenta de que no le podía dar hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana y dijo a Jacob:

—¡Dame hijos! Si no me los das, ¡me muero!

Pero Jacob se enojó muchísimo con ella y dijo:

—¿Acaso crees que soy Dios? ¡Es él quien te ha hecho estéril!

—Aquí tienes a mi criada Bilhá —propuso Raquel—. Acuéstate con ella. Así ella dará a luz sobre mis rodillas y por medio de ella también yo podré formar una familia.

Entonces Raquel dio a Jacob por mujer su criada Bilhá y Jacob se acostó con ella. Bilhá quedó embarazada y dio un hijo a Jacob. Y Raquel exclamó: «¡Dios me ha hecho justicia! ¡Escuchó mi plegaria y me ha dado un hijo!». Por eso Raquel le puso por nombre Dan.[a]

Después Bilhá, la criada de Raquel, quedó embarazada otra vez y dio a luz un segundo hijo de Jacob. Y Raquel dijo: «He tenido una lucha muy grande con mi hermana, pero he vencido». Por eso Raquel lo llamó Neftalí.[b]

Lea, al ver que ya no podía tener hijos, tomó a su criada Zilpá y se la entregó a Jacob por mujer, 10 y esta dio a Jacob un hijo. 11 Entonces Lea exclamó: «¡Qué buena fortuna!». Por eso lo llamó Gad.[c]

12 Zilpá, la criada de Lea, dio un segundo hijo a Jacob. 13 Lea volvió a exclamar: «¡Qué feliz soy! Las mujeres me dirán que soy feliz». Por eso lo llamó Aser.[d]

14 Durante los días de la cosecha de trigo, Rubén salió al campo. Allí encontró unas frutas llamadas mandrágoras[e] y se las llevó a Lea, su madre. Entonces Raquel dijo a Lea:

—Por favor, dame algunas mandrágoras de las que te trajo tu hijo.

15 Pero Lea contestó:

—¿Te parece poco el haberme quitado a mi marido, que ahora quieres también quitarme las mandrágoras de mi hijo?

—Bueno —contestó Raquel—, te propongo que, a cambio de las mandrágoras de tu hijo, Jacob duerma contigo esta noche.

16 Al anochecer, cuando Jacob volvía del campo, Lea salió a su encuentro para decirle:

—Hoy te acostarás conmigo, porque te he alquilado a cambio de las mandrágoras de mi hijo.

Y Jacob durmió con ella esa noche.

17 Dios escuchó a Lea; ella quedó embarazada y dio a Jacob un quinto hijo. 18 Entonces dijo Lea: «Dios me ha recompensado, porque yo entregué mi criada a mi esposo». Por eso lo llamó Isacar.[f]

19 Lea quedó embarazada de nuevo y dio a Jacob un sexto hijo. 20 «Dios me ha favorecido con un buen regalo —dijo Lea—. Esta vez mi esposo me tratará con honor, porque le he dado seis hijos». Por eso lo llamó Zabulón.[g]

21 Luego Lea dio a luz una hija, a la cual llamó Dina.

22 Pero Dios también se acordó de Raquel; la escuchó y le quitó la esterilidad. 23 Fue así como ella quedó embarazada y dio a luz un hijo. Entonces exclamó: «Dios ha quitado mi desgracia». 24 Por eso lo llamó José[h] y dijo: «Quiera el Señor añadirme otro hijo».

Jacob se enriquece

25 Después de que Raquel dio a luz a José, Jacob dijo a Labán:

—Déjame regresar a mi hogar y a mi propia tierra. 26 Dame las mujeres por las que te he servido, también mis hijos y déjame ir. Tú bien sabes cómo he trabajado para ti.

27 Pero Labán contestó:

—Por favor, quédate. He sabido por un augurio que, gracias a ti, el Señor me ha bendecido.

28 Y le propuso:

—Fija tú mismo el salario que quieras ganar y yo te lo pagaré.

29 Jacob respondió:

—Tú bien sabes cómo he trabajado y cómo gracias a mis desvelos han mejorado tus animales. 30 Lo que tenías antes de mi venida, que era muy poco, se ha multiplicado enormemente. Gracias a mí, el Señor te ha bendecido. Ahora quiero hacer algo por mi propia familia.

31 —¿Cuánto quieres que te pague? —preguntó Labán.

—No tienes que pagarme nada —respondió Jacob—. Si aceptas lo que estoy por proponerte, seguiré cuidando tus ovejas. 32 Hoy, cuando pase yo con todo tu rebaño, tú irás apartando toda oveja manchada o moteada y todos los corderos negros, también todos los cabritos manchados o moteados. Ellos serán mi salario. 33 Así, el día de mañana, cuando vengas a controlar lo que he ganado, mi honradez responderá por mí: si encuentras alguna oveja o cabrito que no sea manchado o moteado, o algún cordero que no sea negro, será que te lo he robado.

34 —Está bien —acordó Labán—, acepto tu propuesta.

35 Ese mismo día Labán apartó todos los chivos rayados y moteados, todas las cabras manchadas y moteadas, todas las que tenían alguna mancha blanca y todos los corderos negros, y los puso al cuidado de sus hijos. 36 Después de eso, puso una distancia de tres días de viaje entre él y Jacob. Mientras tanto, Jacob seguía cuidando las otras ovejas de Labán.

37 Jacob cortó ramas verdes de álamo, de almendro y de castaño, y las peló de tal manera que quedaran franjas blancas al descubierto. 38 Luego tomó las ramas que había pelado y las puso en todos los abrevaderos para que el rebaño las tuviera enfrente cuando se acercara a beber agua. Cuando las ovejas estaban en celo y llegaban a los abrevaderos, 39 los machos se unían con las hembras frente a las ramas, y así tenían crías rayadas, moteadas o manchadas. 40 Entonces Jacob apartaba estos corderos y los ponía frente a los animales rayados y negros del rebaño de Labán. De esta manera logró crear su propio rebaño, diferente al de Labán. 41 Además, cuando las hembras más robustas estaban en celo, Jacob colocaba las ramas en los bebederos, frente a los animales, para que se unieran mirando hacia las ramas. 42 Pero cuando llegaban los animales más débiles, no colocaba las ramas. Así los animales débiles eran para Labán y los robustos eran para Jacob. 43 De esta manera Jacob prosperó muchísimo y llegó a tener muchos rebaños, criados y criadas, camellos y asnos.

Footnotes

  1. 30:6 En hebreo, Dan significa él hizo justicia.
  2. 30:8 En hebreo, Neftalí significa mi lucha.
  3. 30:11 En hebreo, Gad puede significar suerte, buena fortuna.
  4. 30:13 En hebreo, Aser significa feliz, dichoso.
  5. 30:14 Las mandrágoras eran frutas consideradas afrodisíacas y capaces de favorecer la fertilidad femenina.
  6. 30:18 En hebreo, Isacar tiene un sonido parecido a las palabras que significan premiar y alquilar.
  7. 30:20 En hebreo, Zabulón suena como el verbo que significa honrar.
  8. 30:24 José significa que él añada.

Los hijos de Jacob y Bilhá

30 Cuando Raquel se dio cuenta de que no podía tener hijos, se puso celosa de su hermana. Por eso le dijo a Jacob:

—Si no me das hijos, ¡me muero!

Jacob se enojó con ella, y le dijo:

—¿Acaso crees que yo soy Dios? ¡Él es quien no te deja tener hijos!

Entonces Raquel le dijo:

—Te voy a dar a mi esclava Bilhá, para que tengas hijos con ella. Así, los hijos que ella tenga serán considerados míos.

Raquel le dio a Jacob su propia esclava como esposa. Jacob tuvo relaciones sexuales con Bilhá, y ella quedó embarazada y tuvo un hijo. Raquel lo llamó Dan, que significa «justicia», porque dijo: «Dios es justo, pues vio que yo no había hecho nada malo y me dio un hijo».

Bilhá volvió a quedar embarazada y tuvo otro hijo con Jacob. A este niño Raquel lo llamó Neftalí, que significa «lucha», porque dijo: «La lucha contra mi hermana ha sido dura, pero he ganado».

Los hijos de Jacob y Zilpá

Cuando Lía se dio cuenta de que ya no podía tener más hijos, tomó a su esclava Zilpá y se la dio a Jacob como esposa. 10 Zilpá tuvo un hijo con Jacob, 11 al que Lía le puso por nombre Gad, que significa «buena suerte», porque dijo: «¡Qué buena suerte he tenido!»

12 Por segunda vez Zilpá tuvo un hijo con Jacob, 13 y Lía le puso por nombre Aser, que significa «dicha» pues dijo: «¡Qué dichosa soy! ¡Y así me van a considerar mis amigas!»

Jacob tiene otros hijos con Lía

14 Un día, durante la cosecha del trigo, Rubén salió al campo y encontró unas frutas llamadas mandrágoras.[a] Entonces se las llevó a su madre Lía. Al ver las frutas, Raquel le rogó a Lía que le diera algunas, 15 pero Lía le respondió:

—Ya me quitaste el marido, ¿y ahora quieres quitarme las frutas que me trajo mi hijo?

Raquel le propuso:

—Si me das las mandrágoras, Jacob dormirá contigo esta noche.

16 Esa noche, cuando Jacob regresó del campo, Lía salió a su encuentro y le dijo: «Esta noche la vas a pasar conmigo, pues te he alquilado a cambio de las mandrágoras que me dio mi hijo».

Entonces Jacob pasó la noche con Lía. 17 Dios contestó las oraciones de Lía, y ella quedó embarazada y tuvo un quinto hijo con Jacob. 18 Ella le puso por nombre Isacar, que significa «premio», porque dijo: «Éste es el premio que Dios me dio por haberle dado mi esclava a mi marido».

19 Otra vez quedó embarazada Lía, y tuvo un sexto hijo con Jacob. 20 Y le puso por nombre Zabulón, que significa «regalo», porque dijo: «¡Qué regalo tan precioso Dios me dio! Ahora mi marido va a tratarme mejor, pues ya le he dado seis hijos».

21 Pasado algún tiempo, Lía tuvo una hija y le puso por nombre Dina.

Nacimiento de José

22 Pero Dios tuvo compasión de Raquel y respondió a sus oraciones. Le permitió quedar embarazada 23-24 y tener un hijo. Cuando nació el niño, Raquel dijo: «Dios me quitó la vergüenza de no tener hijos». Y le puso por nombre José, que significa «que Dios me dé otro», pues dijo: «¡Ojalá que Dios me dé otro hijo!»

Trampas entre Jacob y Labán

25-26 Tiempo después de que José nació, Jacob le dijo a Labán:

—Dame mis esposas y mis hijos, pues por ellos te he servido. Déjame regresar a mi país.

27 Labán le dijo:

—Por favor, no te vayas. Preferiría que te quedes conmigo. Dios me hizo ver que gracias a ti soy muy rico. 28 Así que dime cuánto quieres ganar. Yo te pagaré lo que me pidas.

29 Jacob le respondió:

—Tú sabes que he trabajado muy duro para ti, y que he cuidado muy bien tu ganado. 30 Antes de mi llegada, era muy poco lo que tenías; ahora eres muy rico, pues desde que llegué Dios te ha bendecido en todo. Pero yo necesito trabajar para mi propia familia.

31 Labán insistió

—¿Qué quieres que te dé?

Y Jacob le aclaró:

—No me des nada. Yo seguiré cuidando tus ovejas, con tal de que aceptes lo que voy a proponerte. 32 Si me dejas pasar hoy entre todos tus rebaños, pondré aparte todas las ovejas y cabras que tengan la piel manchada, y todos los corderos que tengan la piel oscura. Con ellos me daré por bien pagado. 33 Con el tiempo podrás ver que te estoy tratando con honradez. Cuando quieras revisar cuáles animales son míos, podrás hacerlo. Y si encuentras en mi rebaño alguna oveja o cabra que no sea manchada, o algún cordero que no sea de color oscuro, podrás decir que te lo robé.

34 Labán estuvo de acuerdo, 35 pero ese mismo día apartó la mayoría de los carneros de piel manchada, de las cabras moteadas y manchadas, y de los corderos de color oscuro, y los puso al cuidado de sus hijos. 36 Luego envió esos rebaños a unos cincuenta kilómetros de distancia de donde estaba Jacob.

Mientras tanto, Jacob se quedó cuidando el resto de los rebaños de Labán. 37 Pero cortó unas ramas de álamo, almendro y plátano, y les quitó la corteza, de modo que podían verse en ellas unas rayas blancas. 38 Luego de pelar las ramas, las puso frente a todos los bebederos, para que las ovejas las vieran cuando vinieran a beber. Y así, cuando las ovejas en celo venían a beber, 39 se apareaban frente a las ramas y tenían crías con piel rayada y manchada. 40 Jacob ponía estas crías aparte, y el resto del rebaño lo ponía frente a los animales rayados y de color oscuro que había dejado Labán. Y así fue formando sus rebaños, sin mezclarlos con los de Labán. 41 Cuando los animales más fuertes estaban en celo, Jacob les ponía las ramas para que se aparearan frente a ellas, 42 pero las quitaba cuando se apareaban los animales más débiles. De ese modo, los animales débiles le quedaban a Labán, y los fuertes le quedaban a Jacob. 43 Fue así como Jacob llegó a ser muy rico, pues tenía grandes rebaños, y también esclavos y esclavas, camellos y burros.

Footnotes

  1. Génesis 30:14 Mandrágoras. En los tiempos bíblicos se consideraba que estas frutas ayudaban a las mujeres a quedar embarazadas.

Lea y Raquel

30 Pero viendo Raquel que ella no daba hijos a Jacob(A), tuvo[a] celos de su hermana, y dijo a Jacob: Dame hijos(B), o si no, me muero. Entonces se encendió la ira de Jacob contra Raquel, y dijo: ¿Estoy yo en lugar de Dios, que te ha negado[b] el fruto de tu[c] vientre(C)? Y ella dijo: Aquí está mi sierva Bilha(D); llégate a ella para que dé a luz sobre mis rodillas(E), para que por medio de ella yo también tenga hijos[d](F). Y le dio a su sierva Bilha por mujer(G), y Jacob se llegó a ella. Bilha concibió y dio a luz un hijo a Jacob. Y Raquel dijo: Dios me ha vindicado[e](H); ciertamente ha oído mi voz y me ha dado un hijo. Por tanto le puso por nombre Dan[f]. Concibió otra vez Bilha, sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob. Y Raquel dijo: Con grandes luchas[g] he luchado con mi hermana, y ciertamente he prevalecido. Y le puso por nombre Neftalí[h].

Viendo Lea que había dejado de dar a luz, tomó a su sierva Zilpa y la dio por mujer a Jacob. 10 Y Zilpa, sierva de Lea, dio a luz un hijo a Jacob. 11 Y Lea dijo: ¡Cuán afortunada![i] Y le puso por nombre Gad[j]. 12 Después Zilpa, sierva de Lea, dio a luz un segundo hijo a Jacob. 13 Y Lea dijo: Dichosa de mí[k]; porque las mujeres me llamarán bienaventurada(I). Y le puso por nombre Aser[l].

14 Fue Rubén en los días de la cosecha de trigo, y halló mandrágoras(J) en el campo, y las trajo a su madre Lea. Entonces Raquel dijo a Lea: Dame, te ruego, de las mandrágoras de tu hijo. 15 Pero ella le respondió: ¿Te parece poco haberme quitado el marido? ¿Me quitarás también las mandrágoras de mi hijo? Y Raquel dijo: Que él duerma, pues, contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo. 16 Y cuando Jacob vino del campo por la tarde, Lea salió a su encuentro y le dijo: Debes llegarte a mí, porque ciertamente te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y él durmió con ella aquella noche. 17 Escuchó Dios a Lea, y ella concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob. 18 Y Lea dijo: Dios me ha dado mi recompensa[m] porque di mi sierva a mi marido. Y le puso por nombre Isacar[n]. 19 Concibió Lea otra vez y dio a luz el sexto hijo a Jacob. 20 Y Lea dijo: Dios me ha favorecido con una buena dote; ahora mi marido vivirá conmigo[o], porque le he dado seis hijos. Y le puso por nombre Zabulón[p]. 21 Después dio a luz una hija, y le puso por nombre Dina. 22 Entonces Dios se acordó de Raquel(K); y Dios la escuchó y le concedió hijos[q](L). 23 Y ella concibió y dio a luz un hijo, y dijo: Dios ha quitado mi afrenta(M). 24 Y le puso por nombre José[r], diciendo: Que el Señor me añada otro hijo(N).

Prosperidad de Jacob

25 Y sucedió que cuando Raquel hubo dado a luz a José, Jacob dijo a Labán: Despídeme(O) para que me vaya a mi lugar y a mi tierra. 26 Dame mis mujeres y mis hijos por los cuales te he servido(P), y déjame ir; pues tú bien sabes el servicio que te he prestado[s]. 27 Pero Labán le respondió: Si ahora he hallado gracia ante tus ojos, quédate conmigo; me he dado cuenta de que el Señor me ha bendecido por causa tuya(Q). 28 Y añadió[t]: Fíjame tu salario(R), y te lo daré. 29 Mas él le respondió: Tú sabes cómo te he servido(S), y cómo le ha ido a[u] tu ganado conmigo. 30 Porque tenías poco antes de que yo viniera[v], y ha aumentado[w] hasta ser multitud; y el Señor te ha bendecido en todo lo que he hecho[x]. Y ahora, ¿cuándo proveeré yo también para mi propia casa? 31 Y él respondió: ¿Qué te daré? Y Jacob dijo: No me des nada. Volveré a pastorear y a cuidar tu rebaño si tan solo haces esto por mí: 32 déjame pasar por entre todo tu rebaño hoy, apartando de él toda oveja moteada o manchada y todos los corderos negros, y las manchadas o moteadas de entre las cabras, y ese será mi salario(T). 33 Mi honradez[y] responderá por mí el día de mañana, cuando vengas a ver acerca de mi salario[z]. Todo lo que no sea moteado y manchado entre las cabras, y negro entre los corderos, si es hallado conmigo, se considerará robado. 34 Y Labán dijo: Muy bien, sea[aa] conforme a tu palabra. 35 Aquel mismo día apartó Labán los machos cabríos rayados o manchados y todas las cabras moteadas o manchadas, y todo lo que tenía algo de blanco, y de entre los corderos todos los negros, y lo puso todo al cuidado[ab] de sus hijos. 36 Y puso una distancia de tres días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba el resto de los rebaños de Labán.

37 Entonces Jacob tomó[ac] varas verdes de álamo, de almendro y de plátano, y les sacó tiras blancas de la corteza, descubriendo así lo blanco de[ad] las varas. 38 Y colocó las varas que había descortezado delante de los rebaños, en los canales, en los abrevaderos, donde los rebaños venían a beber; y se apareaban[ae] cuando venían a beber. 39 Así se apareaban[af] los rebaños junto a las varas; y los rebaños tenían crías rayadas, moteadas y manchadas. 40 Y Jacob apartó los corderos, y puso los rebaños en dirección a[ag] lo rayado y a todo lo negro en el rebaño de Labán, y puso su propio hato aparte; no lo puso con el rebaño de Labán. 41 Además, sucedía que cada vez que los más robustos del rebaño se apareaban[ah], Jacob ponía las varas a la vista del rebaño en los canales, para que se aparearan[ai] frente a las varas; 42 pero cuando el rebaño era débil, no las ponía, de manera que las crías débiles vinieron a ser de Labán y las robustas de Jacob. 43 Así prosperó[aj] el hombre en gran manera, y tuvo grandes rebaños, y siervas y siervos, y camellos y asnos(U).

Footnotes

  1. Génesis 30:1 Lit., Raquel tuvo
  2. Génesis 30:2 Lit., retenido
  3. Génesis 30:2 Lit., del
  4. Génesis 30:3 Lit., de ella yo también sea edificada
  5. Génesis 30:6 Lit., juzgado
  6. Génesis 30:6 I.e., Él juzgó
  7. Génesis 30:8 Lit., luchas de Dios
  8. Génesis 30:8 I.e., mi lucha
  9. Génesis 30:11 Lit., ¡Con fortuna!
  10. Génesis 30:11 I.e., fortuna
  11. Génesis 30:13 Lit., ¡Con mi dicha!
  12. Génesis 30:13 I.e., dichoso
  13. Génesis 30:18 O, pago
  14. Génesis 30:18 I.e., recompensa
  15. Génesis 30:20 Otra posible traducción es: me honrará
  16. Génesis 30:20 I.e., habitación, u, honor
  17. Génesis 30:22 Lit., abrió su matriz
  18. Génesis 30:24 I.e., Él añade
  19. Génesis 30:26 Lit., con que te he servido
  20. Génesis 30:28 Lit., dijo
  21. Génesis 30:29 Lit., ha estado
  22. Génesis 30:30 Lit., antes de mí
  23. Génesis 30:30 Lit., ha abierto brecha
  24. Génesis 30:30 Lit., a mi pie
  25. Génesis 30:33 Lit., justicia
  26. Génesis 30:33 Lit., mi salario que está delante de ti
  27. Génesis 30:34 Lit., He aquí, ojalá fuera
  28. Génesis 30:35 Lit., en mano
  29. Génesis 30:37 Lit., tomó para sí
  30. Génesis 30:37 Lit., sobre
  31. Génesis 30:38 O, concebían
  32. Génesis 30:39 O, concebían
  33. Génesis 30:40 Lit., puso la faz de los rebaños hacia
  34. Génesis 30:41 O, concebían
  35. Génesis 30:41 O, concibieran
  36. Génesis 30:43 Lit., abrió brecha