²² Cuando los camellos habían terminado de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba medio siclo^[a] (5.7 gramos), y dos brazaletes^[b] que pesaban diez siclos (114 gramos) de oro^(A). ²³ Y le preguntó: «¿De quién es hija? Dígame, le ruego, ¿hay en la casa de su padre lugar para hospedarnos?». ²⁴ Ella le respondió: «Soy hija de Betuel, el hijo que Milca dio a Nacor^(B)». ²⁵ También le dijo: «Tenemos suficiente paja y forraje, y lugar para hospedarse».

²⁶ Entonces el hombre se postró y adoró al Señor^(C), ²⁷ y dijo: «Bendito sea el Señor, Dios de mi señor Abraham^(D), que no ha dejado de mostrar Su misericordia y Su fidelidad^(E) hacia mi señor. El Señor me ha guiado^(F) en el camino a la casa de los hermanos de mi señor».