Génesis 17
Reina-Valera 1995
La circuncisión, señal del pacto
17 Abram tenía noventa y nueve años de edad cuando se le apareció Jehová y le dijo:
—Yo soy el Dios Todopoderoso. Anda delante de mí y sé perfecto. 2 Yo haré un pacto contigo y te multiplicaré en gran manera.
3 Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:
4 —Éste es mi pacto contigo: serás padre de muchedumbre de gentes. 5 No te llamarás más Abram, sino que tu nombre será Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. 6 Te multiplicaré en gran manera, y de ti saldrán naciones y reyes. 7 Estableceré un pacto contigo y con tu descendencia después de ti, de generación en generación: un pacto perpetuo, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti. 8 Te daré a ti y a tu descendencia después de ti la tierra en que habitas, toda la tierra de Canaán, en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.
9 Dijo de nuevo Dios a Abraham:
—En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti de generación en generación. 10 Éste es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Todo varón de entre vosotros será circuncidado. 11 Circuncidaréis la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. 12 A los ocho días de edad será circuncidado todo varón entre vosotros, de generación en generación, tanto el nacido en casa como el comprado por dinero a cualquier extranjero que no sea de tu linaje. 13 Debe ser circuncidado el nacido en tu casa y el comprado por tu dinero, de modo que mi pacto esté en vuestra carne por pacto perpetuo. 14 El incircunciso, aquel a quien no se le haya cortado la carne del prepucio, será eliminado de su pueblo por haber violado mi pacto.
15 Dijo también Dios a Abraham:
—A Sarai, tu mujer, no la llamarás Sarai, sino que su nombre será Sara. 16 Yo la bendeciré, y también te daré un hijo de ella. Sí, la bendeciré y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos nacerán de ella.
17 Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió y dijo en su corazón: «¿A un hombre de cien años habrá de nacerle un hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, habrá de concebir?» 18 Y dijo Abraham a Dios:
—Ojalá viva Ismael delante de ti.
19 Respondió Dios:
—Ciertamente Sara, tu mujer, te dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Isaac. Confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él. 20 Y en cuanto a Ismael, también te he oído. Lo bendeciré, lo haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera, engendrará doce príncipes y haré de él una gran nación. 21 Pero yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz el año que viene por este tiempo. 22 Acabó Dios de hablar con Abraham, y se alejó de él.
23 Entonces tomó Abraham a su hijo Ismael, a todos los siervos nacidos en su casa y a todos los comprados por su dinero, a todo varón de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho. 24 Tenía Abraham noventa y nueve años de edad cuando circuncidó la carne de su prepucio. 25 E Ismael, su hijo, tenía trece años cuando fue circuncidada la carne de su prepucio. 26 En el mismo día fueron circuncidados Abraham y su hijo Ismael; 27 todos los varones de su casa, tanto el siervo nacido en casa como el comprado del extranjero por dinero, fueron circuncidados con él.
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