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Libertad en Cristo

¡Cristo nos libertó para que vivamos en libertad! ¡Cuiden esa libertad y no se dejen someter de nuevo al yugo de la esclavitud!

Y óiganme bien: Yo, Pablo, les digo que si practican la circuncisión, Cristo no les sirve de nada. Repito: El que se circuncide tendrá que obedecer toda la ley. Se han apartado de Cristo si esperan justificarse guardando la ley. ¡Han caído de la gracia de Dios!

Pero nosotros, con la ayuda del Espíritu Santo, esperamos que por medio de la fe seremos justificados ante Dios. Estando unidos a Cristo Jesús no cuenta nada si estamos circuncidados o no. Nos basta la fe que actúa a través del amor.

Ustedes iban bien. ¿Quién les ha impedido seguir la verdad? Ciertamente, no ha sido Dios, porque él es el que los llamó. Como se dice: «Un poco de levadura hace que fermente toda la masa».

10 Confío en el Señor que ustedes no cambiarán su forma de pensar. Dios castigará a la persona, quienquiera que sea, que los ha estado perturbando.

11 Algunos hasta se han atrevido a decir que yo predico la circuncisión. ¡Si fuera verdad, habrían dejado de perseguirme, porque tal mensaje no los ofendería! Pero entonces, ¿por qué me persiguen todavía?

12 ¡Ojalá que esos que los andan confundiendo a ustedes se castraran de una vez!

13 Les hablo así, hermanos, porque ustedes fueron llamados a ser libres. Pero no usen esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor. 14 Toda la ley se resume en este mandamiento: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». 15 Pero si en vez de hacerlo se muerden y se comen unos a otros, ¡cuidado no sea que acaben por consumirse unos a otros!

La vida por el Espíritu

16 Así que les aconsejo que vivan por el poder del Espíritu. De esa manera no obedecerán los deseos de la naturaleza pecaminosa, 17 porque esta va en contra de lo que el Espíritu quiere, y el Espíritu desea lo que va en contra de la naturaleza pecaminosa. Estos dos se oponen entre sí, y por eso ustedes no pueden hacer lo que quieren. 18 Pero si a ustedes los guía el Espíritu, ya no están bajo la ley.

19 Estas son las obras de la naturaleza pecaminosa: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; 20 idolatría y brujería; odios, pleitos, celos, iras, rivalidades, disensiones, sectarismos y 21 envidia; borracheras, orgías y otras cosas como esas. Como ya les dije antes, se los repito ahora: los que llevan esa clase de vida no heredarán el reino de Dios.

22 En cambio, este es el fruto que el Espíritu produce en nosotros: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, 23 humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.

24 Los que pertenecen a Cristo han clavado en la cruz su naturaleza pecaminosa. 25 Puesto que vivimos por el poder del Espíritu, sigamos la dirección del Espíritu. 26 No dejemos que la vanidad nos lleve a tener celos y enemistades entre nosotros.

Libertad por medio de Jesucristo

¡Jesucristo nos ha hecho libres! ¡Él nos ha hecho libres de verdad! Así que no abandonen esa libertad, ni vuelvan nunca a ser esclavos de la ley.

Pero quiero decirles algo: Si ustedes se circuncidan, lo que hizo Cristo ya no les sirve de nada. Les advierto una vez más: cualquiera que se circuncida está obligado a obedecer la ley. Los que quieren que Dios los acepte por obedecer la ley, rechazan el amor de Dios y dejan de estar unidos a Cristo. En cambio, a nosotros, el Espíritu nos da la seguridad de que Dios nos acepta porque confiamos en Cristo. Gracias a lo que Cristo hizo, ya no importa si estamos circuncidados o no. Lo que sí importa es que confiamos en Cristo, y que esa confianza nos hace amar a los demás.

¡Ustedes iban muy bien! ¿Quién les impidió seguir obedeciendo el verdadero mensaje? Con toda seguridad no fue Dios, pues él mismo los invitó a obedecerlo. No hay duda de que un solo falso maestro daña toda la enseñanza. 10 Puesto que somos cristianos, estoy seguro de que ustedes estarán de acuerdo conmigo. Y no tengo la menor duda de que Dios castigará a quien los está molestando, sea quien sea.

11 Hermanos, si yo anunciara que todos deben circuncidarse, mis enemigos dejarían de perseguirme y el mensaje de la muerte de Cristo en la cruz no los haría enojar. 12 ¡Ojalá que quienes los molestan no sólo se circunciden, sino que de una vez se lo corten todo!

13 Hermanos, Dios los llamó a ustedes a ser libres, pero no usen esa libertad como pretexto para hacer lo malo. Al contrario, ayúdense por amor los unos a los otros. 14 Porque toda la ley de Dios se resume en un solo mandamiento: «Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo.» 15 Les advierto que, si se pelean y se hacen daño, terminarán por destruirse unos a otros.

Obedecer al Espíritu de Dios

16 Por eso les digo: obedezcan al Espíritu de Dios, y así no desearán hacer lo malo. 17 Porque los malos deseos están en contra de lo que quiere el Espíritu de Dios, y el Espíritu está en contra de los malos deseos. Por lo tanto, ustedes no pueden hacer lo que se les antoje. 18 Pero si obedecen al Espíritu de Dios, ya no están obligados a obedecer la ley.

19 Todo el mundo conoce la conducta de los que obedecen a sus malos deseos: no son fieles en el matrimonio, tienen relaciones sexuales prohibidas, muchos vicios y malos pensamientos. 20 Adoran a dioses falsos, practican la brujería y odian a los demás. Se pelean unos con otros, son celosos y se enojan por todo. Son egoístas, discuten y causan divisiones. 21 Son envidiosos, se emborrachan, y en sus fiestas hacen locuras y muchas cosas malas. Les advierto, como ya lo había hecho antes, que los que hacen esto no formarán parte del reino de Dios.

22 En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios, 23 ser humildes, y saber controlar nuestros malos deseos. No hay ley que esté en contra de todo esto. 24 Y los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos.

25 Si el Espíritu ha cambiado nuestra manera de vivir, debemos obedecerlo en todo. 26 No seamos orgullosos, ni provoquemos el enojo y la envidia de los demás por creernos mejores que ellos.

Freedom in Christ

It is for freedom that Christ has set us free.(A) Stand firm,(B) then, and do not let yourselves be burdened again by a yoke of slavery.(C)

Mark my words! I, Paul, tell you that if you let yourselves be circumcised,(D) Christ will be of no value to you at all. Again I declare to every man who lets himself be circumcised that he is obligated to obey the whole law.(E) You who are trying to be justified by the law(F) have been alienated from Christ; you have fallen away from grace.(G) For through the Spirit we eagerly await by faith the righteousness for which we hope.(H) For in Christ Jesus(I) neither circumcision nor uncircumcision has any value.(J) The only thing that counts is faith expressing itself through love.(K)

You were running a good race.(L) Who cut in on you(M) to keep you from obeying the truth? That kind of persuasion does not come from the one who calls you.(N) “A little yeast works through the whole batch of dough.”(O) 10 I am confident(P) in the Lord that you will take no other view.(Q) The one who is throwing you into confusion,(R) whoever that may be, will have to pay the penalty. 11 Brothers and sisters, if I am still preaching circumcision, why am I still being persecuted?(S) In that case the offense(T) of the cross has been abolished. 12 As for those agitators,(U) I wish they would go the whole way and emasculate themselves!

Life by the Spirit

13 You, my brothers and sisters, were called to be free.(V) But do not use your freedom to indulge the flesh[a];(W) rather, serve one another(X) humbly in love. 14 For the entire law is fulfilled in keeping this one command: “Love your neighbor as yourself.”[b](Y) 15 If you bite and devour each other, watch out or you will be destroyed by each other.

16 So I say, walk by the Spirit,(Z) and you will not gratify the desires of the flesh.(AA) 17 For the flesh desires what is contrary to the Spirit, and the Spirit what is contrary to the flesh.(AB) They are in conflict with each other, so that you are not to do whatever[c] you want.(AC) 18 But if you are led by the Spirit,(AD) you are not under the law.(AE)

19 The acts of the flesh are obvious: sexual immorality,(AF) impurity and debauchery; 20 idolatry and witchcraft; hatred, discord, jealousy, fits of rage, selfish ambition, dissensions, factions 21 and envy; drunkenness, orgies, and the like.(AG) I warn you, as I did before, that those who live like this will not inherit the kingdom of God.(AH)

22 But the fruit(AI) of the Spirit is love,(AJ) joy, peace,(AK) forbearance, kindness, goodness, faithfulness, 23 gentleness and self-control.(AL) Against such things there is no law.(AM) 24 Those who belong to Christ Jesus have crucified the flesh(AN) with its passions and desires.(AO) 25 Since we live by the Spirit,(AP) let us keep in step with the Spirit. 26 Let us not become conceited,(AQ) provoking and envying each other.

Footnotes

  1. Galatians 5:13 In contexts like this, the Greek word for flesh (sarx) refers to the sinful state of human beings, often presented as a power in opposition to the Spirit; also in verses 16, 17, 19 and 24; and in 6:8.
  2. Galatians 5:14 Lev. 19:18
  3. Galatians 5:17 Or you do not do what