Add parallel Print Page Options

Lo que quiero decir es que mientras el heredero es niño es como si fuera un esclavo, aunque sea el dueño de todo. Porque mientras todavía es niño está bajo el cuidado de sus guardianes y siervos hasta que sea mayor de edad, cuando es hombre libre. Lo mismo sucede con nosotros. Cuando éramos niños, éramos esclavos de las reglas elementales[a] de este mundo. Pero cuando llegó el momento oportuno, Dios nos mandó a su hijo, que nació de una mujer y vivió bajo la ley. Así lo hizo Dios para poder comprar nuestra libertad de la ley y adoptarnos como sus hijos. Ustedes son hijos de Dios; y por lo tanto, él puso el Espíritu de su Hijo en nosotros, y ese Espíritu grita: «¡Querido padre!»[b] Entonces ya no eres esclavo sino hijo, y por ser hijo, Dios te ha hecho su heredero.

Read full chapter

Footnotes

  1. 4:3 reglas elementales Posible referencia a las normas de la ley que distinguían entre judío y no-judío, esclavo y libre, hombre y mujer (ver 3:26-29) o podría ser también referirse a los poderes espirituales de la creación que han sido corrompidos por el pecado. Igual en el versículo 9.
  2. 4:6 «¡Querido padre!» Textualmente ¡Abba!, una palabra en idioma arameo. Los niños llamaban Abba a su padre.