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OH Gálatas insensatos! ¿quién os fascinó, para no obedecer á la verdad, ante cuyos ojos Jesucristo fué ya descrito como crucificado entre vosotros?

Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, ó por el oir de la fe?

¿Tan necios sois? ¿habiendo comenzado por el Espíritu, ahora os perfeccionáis por la carne?

¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si empero en vano.

Aquel, pues, que os daba el Espíritu, y obraba maravillas entre vosotros ¿hacíalo por las obras de la ley, ó por el oir de la fe?

Como Abraham creyó á Dios, y le fué imputado á justicia.

Sabéis por tanto, que los que son de fe, los tales son hijos de Abraham.

Y viendo antes la Escritura que Dios por la fe había de justificar á los Gentiles, evangelizó antes á Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.

Luego los de la fe son benditos con el creyente Abraham.

10 Porque todos los que son de las obras de la ley, están bajo de maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas.

11 Mas por cuanto por la ley ninguno se justifica para con Dios, queda manifiesto: Que el justo por la fe vivirá.

12 La ley también no es de la fe; sino, El hombre que los hiciere, vivirá en ellos.

13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; (porque está escrito: Maldito cualquiera que es colgado en madero:)

14 Para que la bendición de Abraham fuese sobre los Gentiles en Cristo Jesús; para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu.

15 Hermanos, hablo como hombre: Aunque un pacto sea de hombre, con todo, siendo confirmado, nadie lo cancela, ó le añade.

16 A Abraham fueron hechas las promesas, y á su simiente. No dice: Y á las simientes, como de muchos; sino como de uno: Y á tu simiente, la cual es Cristo.

17 Esto pues digo: Que el contrato confirmado de Dios para con Cristo, la ley que fué hecha cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa.

18 Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa: empero Dios por la promesa hizo la donación á Abraham.

19 ¿Pues de qué sirve la ley? Fué puesta por causa de las rebeliones, hasta que viniese la simiente á quien fué hecha la promesa, ordenada aquélla por los ángeles en la mano de un mediador.

20 Y el mediador no es de uno, pero Dios es uno.

21 ¿Luego la ley es contra las promesas de Dios? En ninguna manera: porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley.

22 Mas encerró la Escritura todo bajo pecado, para que la promesa fuese dada á los creyentes por la fe de Jesucristo.

23 Empero antes que viniese la fe, estábamos guardados bajo la ley, encerrados para aquella fe que había de ser descubierta.

24 De manera que la ley nuestro ayo fué para llevarnos á Cristo, para que fuésemos justificados por la fe.

25 Mas venida la fe, ya no estamos bajo ayo;

26 Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.

27 Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis vestidos.

28 No hay Judío, ni Griego; no hay siervo, ni libre; no hay varón, ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente la simiente de Abraham sois, y conforme á la promesa los herederos.

La fe y la vida cristiana

¡Oh, gálatas(A) insensatos! ¿Quién los ha fascinado[a] a ustedes, ante cuyos ojos Jesucristo fue presentado públicamente como crucificado(B)? Esto es lo único que quiero averiguar[b] de ustedes ¿Recibieron el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe[c](C)? ¿Tan insensatos son? Habiendo comenzado por[d] el Espíritu, ¿van a terminar[e] ahora por la carne? ¿Han padecido tantas cosas en vano? ¡Si es que en realidad fue en vano(D)! Aquel, pues, que les suministra el Espíritu(E) y hace milagros[f] entre ustedes(F), ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe[g](G)? Así Abraham creyó a Dios y le fue contado como justicia(H).

Por tanto, sepan que los que son de fe(I), estos son hijos de Abraham(J). La Escritura, previendo que Dios justificaría[h] a los gentiles[i] por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: «En ti serán benditas todas las naciones(K)». Así que, los que son de la fe son bendecidos con Abraham(L), el creyente.

10 Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: «Maldito todo el que no permanece en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas(M)». 11 Y que nadie es justificado ante Dios por la ley(N) es evidente, porque «El justo vivirá por la fe[j](O)». 12 Sin embargo, la ley no se basa en la[k] fe. Al contrario, «El que las[l] hace, vivirá por[m] ellas(P)».

13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley(Q), habiéndose hecho maldición por nosotros, porque escrito está: «Maldito todo el que cuelga de un madero[n](R)», 14 a fin de que en Cristo Jesús la bendición de Abraham viniera a los gentiles(S), para que recibiéramos(T) la promesa del Espíritu mediante la fe(U).

La promesa, y el propósito de la ley

15 Hermanos(V), hablo en términos humanos[o](W). Un pacto, aunque sea humano[p](X), una vez ratificado nadie lo invalida ni le añade condiciones. 16 Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia[q](Y). No dice: «y a las descendencias[r]», como refiriéndose a muchas, sino más bien a una: «y a tu descendencia(Z)», es decir, Cristo[s]. 17 Lo que digo es esto: la ley, que vino 430 años(AA) más tarde, no invalida un pacto ratificado anteriormente por Dios, como para anular la promesa.

18 Porque si la herencia depende[t] de una ley, ya no depende[u] de una promesa(AB); pero Dios se la concedió a Abraham por medio de una promesa(AC).

19 Entonces, ¿para qué fue dada la ley? Fue añadida a causa de[v] las transgresiones(AD), hasta que viniera la descendencia[w] a la cual había sido hecha la promesa(AE), ley que fue promulgada mediante ángeles(AF) por mano de un mediador(AG). 20 Ahora bien, un mediador no representa a uno[x] solo, pero Dios es uno solo(AH).

21 ¿Es entonces la ley contraria a las promesas de Dios? ¡De ningún modo(AI)! Porque si se hubiera dado una ley capaz de impartir vida, entonces la justicia ciertamente hubiera dependido[y] de la ley(AJ). 22 Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado(AK), para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a todos los que creen.

23 Antes de venir la fe, estábamos encerrados bajo la ley, confinados(AL) para la fe que había de ser revelada. 24 De manera que la ley ha venido a ser nuestro guía para conducirnos a Cristo(AM), a fin de que seamos justificados por la fe(AN). 25 Pero ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo el guía[z](AO). 26 Pues todos ustedes son hijos de Dios(AP) mediante la fe en Cristo Jesús(AQ). 27 Porque todos los que fueron bautizados en Cristo(AR), de Cristo se han revestido(AS).

28 No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni[aa] mujer(AT), porque todos son uno(AU) en Cristo Jesús(AV). 29 Y si ustedes son de Cristo(AW), entonces son descendencia[ab] de Abraham, herederos según la promesa(AX).

Footnotes

  1. Gálatas 3:1 I.e. engañado por arte de magia.
  2. Gálatas 3:2 Lit. aprender.
  3. Gálatas 3:2 Lit. de fe.
  4. Gálatas 3:3 O con.
  5. Gálatas 3:3 O ¿se perfeccionan.
  6. Gálatas 3:5 U obras de poder.
  7. Gálatas 3:5 Lit. de fe.
  8. Gálatas 3:8 Lit. justifica.
  9. Gálatas 3:8 O las naciones.
  10. Gálatas 3:11 O El que es justo por la fe vivirá.
  11. Gálatas 3:12 O no depende de la.
  12. Gálatas 3:12 I.e. las cosas escritas en el libro de la ley.
  13. Gálatas 3:12 O en.
  14. Gálatas 3:13 O una cruz.
  15. Gálatas 3:15 Lit. según el hombre.
  16. Gálatas 3:15 Lit. de hombre; i.e. entre hombres.
  17. Gálatas 3:16 Lit. simiente.
  18. Gálatas 3:16 Lit. simientes.
  19. Gálatas 3:16 I.e. el Mesías.
  20. Gálatas 3:18 O es.
  21. Gálatas 3:18 O es.
  22. Gálatas 3:19 O para definir.
  23. Gálatas 3:19 Lit. simiente.
  24. Gálatas 3:20 I.e. de una de las partes.
  25. Gálatas 3:21 Lit. sido.
  26. Gálatas 3:25 O tutor.
  27. Gálatas 3:28 Lit. y.
  28. Gálatas 3:29 Lit. simiente.

La ley y la fe en Cristo

¡Ay gálatas tontos! ¿Quién los ha hechizado? Pues el significado de la muerte de Jesucristo se les explicó con tanta claridad como si lo hubieran visto morir en la cruz. Déjenme hacerles una pregunta: ¿recibieron al Espíritu Santo por obedecer la ley de Moisés? ¡Claro que no! Recibieron al Espíritu porque creyeron el mensaje que escucharon acerca de Cristo. ¿Será posible que sean tan tontos? Después de haber comenzado su nueva vida en el Espíritu, ¿por qué ahora tratan de ser perfectos mediante sus propios esfuerzos? ¿Acaso han pasado por tantas experiencias[a] en vano? ¡No puede ser que no les hayan servido para nada!

Vuelvo a preguntarles: ¿acaso Dios les da al Espíritu Santo y hace milagros entre ustedes porque obedecen la ley? ¡Por supuesto que no! Es porque creen el mensaje que oyeron acerca de Cristo.

Del mismo modo, «Abraham le creyó a Dios, y Dios lo consideró justo debido a su fe»[b]. Así que los verdaderos hijos de Abraham son los que ponen su fe en Dios.

Es más, las Escrituras previeron este tiempo en el que Dios haría justos a sus ojos a los gentiles[c] por causa de su fe. Dios anunció esa Buena Noticia a Abraham hace tiempo, cuando le dijo: «Todas las naciones serán bendecidas por medio de ti»[d]. Así que todos los que ponen su fe en Cristo participan de la misma bendición que recibió Abraham por causa de su fe.

10 Sin embargo, los que dependen de la ley para hacerse justos ante Dios están bajo la maldición de Dios, porque las Escrituras dicen: «Maldito es todo el que no cumple ni obedece cada uno de los mandatos que están escritos en el libro de la ley de Dios»[e]. 11 Queda claro, entonces, que nadie puede hacerse justo ante Dios por tratar de cumplir la ley, ya que las Escrituras dicen: «Es por medio de la fe que el justo tiene vida»[f]. 12 El camino de la fe es muy diferente del camino de la ley, que dice: «Es mediante la obediencia a la ley que una persona tiene vida»[g].

13 Pero Cristo nos ha rescatado de la maldición dictada en la ley. Cuando fue colgado en la cruz, cargó sobre sí la maldición de nuestras fechorías. Pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado en un madero»[h]. 14 Mediante Cristo Jesús, Dios bendijo a los gentiles con la misma bendición que le prometió a Abraham, a fin de que los creyentes pudiéramos recibir por medio de la fe al Espíritu Santo prometido.[i]

La ley y la promesa de Dios

15 Amados hermanos, el siguiente es un ejemplo de la vida diaria: así como nadie puede anular ni modificar un acuerdo irrevocable, tampoco en este caso. 16 Dios ha dado las promesas a Abraham y a su hijo.[j] Y noten que la Escritura no dice «a sus hijos[k]», como si significara muchos descendientes. Más bien, dice «a su hijo», y eso sin duda se refiere a Cristo. 17 Lo que trato de decir es lo siguiente: el acuerdo que Dios hizo con Abraham no podía anularse cuatrocientos treinta años más tarde—cuando Dios le dio la ley a Moisés—, porque Dios estaría rompiendo su promesa. 18 Pues, si fuera posible recibir la herencia por cumplir la ley, entonces esa herencia ya no sería el resultado de aceptar la promesa de Dios; pero Dios, por su gracia, se la concedió a Abraham mediante una promesa.

19 Entonces, ¿para qué se entregó la ley? Fue añadida a la promesa para mostrarle a la gente sus pecados, pero la intención era que la ley durara solo hasta la llegada del hijo prometido. Por medio de ángeles, Dios entregó su ley a Moisés, quien hizo de mediador entre Dios y el pueblo. 20 Ahora bien, un mediador es de ayuda si dos o más partes tienen que llegar a un acuerdo, pero Dios—quien es uno solo—no usó ningún mediador cuando le dio la promesa a Abraham.

21 ¿Hay algún conflicto, entonces, entre la ley de Dios y las promesas de Dios[l]? ¡De ninguna manera! Si la ley pudiera darnos vida nueva, nosotros podríamos hacernos justos ante Dios por obedecerla; 22 pero las Escrituras declaran que todos somos prisioneros del pecado, así que recibimos la promesa de libertad que Dios hizo únicamente por creer en Jesucristo.

Hijos de Dios por medio de la fe

23 Antes de que se nos abriera el camino de la fe en Cristo, estábamos vigilados por la ley. Nos mantuvo en custodia protectora, por así decirlo, hasta que fuera revelado el camino de la fe.

24 Dicho de otra manera, la ley fue nuestra tutora hasta que vino Cristo; nos protegió hasta que se nos declarara justos ante Dios por medio de la fe. 25 Y ahora que ha llegado el camino de la fe, ya no necesitamos que la ley sea nuestra tutora.

26 Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. 27 Y todos los que fueron unidos a Cristo en el bautismo se han puesto a Cristo como si se pusieran ropa nueva.[m] 28 Ya no hay judío ni gentil,[n] esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús. 29 Y ahora que pertenecen a Cristo, son verdaderos hijos[o] de Abraham. Son sus herederos, y la promesa de Dios a Abraham les pertenece a ustedes.

Footnotes

  1. 3:4 O han sufrido tantas cosas.
  2. 3:6 Gn 15:6.
  3. 3:8a Gentil[es], que no es judío.
  4. 3:8b Gn 12:3; 18:18; 22:18.
  5. 3:10 Dt 27:26.
  6. 3:11 Ha 2:4.
  7. 3:12 Lv 18:5.
  8. 3:13 Dt 21:23 (versión griega).
  9. 3:14 Algunos manuscritos dicen recibir la bendición del Espíritu Santo por medio de la fe.
  10. 3:16a En griego simiente; también en 3:16c, 19. Ver notas en Gn 12:7 y 13:15.
  11. 3:16b En griego simientes.
  12. 3:21 Algunos manuscritos dicen y las promesas?
  13. 3:27 En griego se han puesto a Cristo.
  14. 3:28 En griego judío ni griego.
  15. 3:29 En griego son la simiente.