Humillación y exaltación de Cristo

Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu(A), si algún afecto[a] y compasión(B), haced completo mi gozo(C), siendo[b] del mismo sentir(D), conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito. Nada hagáis por egoísmo[c](E) o por vanagloria(F), sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo(G), no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás(H). Haya, pues, en[d] vosotros esta actitud[e] que hubo también en Cristo Jesús(I), el cual, aunque existía en forma de Dios(J), no consideró el ser igual a Dios(K) como algo a qué aferrarse,

Read full chapter

Footnotes

  1. Filipenses 2:1 Lit., algunas entrañas
  2. Filipenses 2:2 Lit., para que seáis
  3. Filipenses 2:3 O, rivalidad
  4. Filipenses 2:5 O, entre
  5. Filipenses 2:5 O, sentir, o, esta manera de pensar

Tengan la actitud de Cristo

¿Hay algún estímulo en pertenecer a Cristo? ¿Existe algún consuelo en su amor? ¿Tenemos en conjunto alguna comunión en el Espíritu? ¿Tienen ustedes un corazón tierno y compasivo? Entonces, háganme verdaderamente feliz poniéndose de acuerdo de todo corazón entre ustedes, amándose unos a otros y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propósito.

No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás.

Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús.

Aunque era Dios,[a]
    no consideró que el ser igual a Dios
    fuera algo a lo cual aferrarse.

Read full chapter

Footnotes

  1. 2:6 O Siendo en la forma de Dios.

Humillación y exaltación de Cristo

Así que, si se sienten animados al estar unidos a Cristo, si sienten algún consuelo en su amor, si todos tienen el mismo Espíritu, si tienen algún afecto verdadero, llénenme de alegría poniéndose de acuerdo unos con otros, amándose entre ustedes y estando unidos en alma y pensamiento. No hagan nada por egoísmo o vanidad. Más bien, hagan todo con humildad, considerando a los demás como mejores que ustedes mismos. Cada uno debe buscar no sólo su propio bien, sino también el bien de los demás.

La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús: aunque él era igual a Dios, no consideró esa igualdad como algo a qué aferrarse.

Read full chapter

¿Lo que les escribo los anima en Cristo? ¿Quieren consolarme mostrándome cuánto me aman? ¿Compartimos el mismo Espíritu? ¿Me tienen verdadero afecto y compasión? Entonces voy a pedirles algo que me haría completamente feliz: tengan la misma manera de pensar, el mismo amor y las mismas metas. No hagan nada por rivalidad ni orgullo. Sean humildes y cada uno considere a los demás como más importantes que sí mismo. Que cada uno no busque su propio bien, sino el de los demás.

Humillación y grandeza de Cristo

Piensen y actúen como Jesucristo. Esa es la «misma manera de pensar» que les estoy pidiendo que tengan.

Él era como Dios en todo sentido,
    pero no se aprovechó de ser igual a Dios.

Read full chapter

Ser como Jesucristo

Si Cristo les ha dado a ustedes poder para animar a los demás, y si el amor que ustedes tienen los lleva a consolar a otros, y si todos ustedes tienen el mismo Espíritu y son compasivos, les pido que vivan en armonía y que se amen unos a otros. Así me harán muy feliz. Pónganse de acuerdo en lo que piensan, deseen las mismas cosas y no hagan nada por orgullo o sólo por pelear. Al contrario, hagan todo con humildad, y vean a los demás como mejores a ustedes mismos. Nadie busque el bien sólo para sí mismo, sino para todos. Tengan la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo:

Aunque Cristo siempre fue igual a Dios,
no insistió en esa igualdad.

Read full chapter