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Cuando el sitio de la ciudad llegue a su fin echarás al fuego una tercera parte de ellos, a la vista de todos; otra tercera parte la desmenuzarás con espada por toda la ciudad; y la tercera parte restante la arrojarás al viento. Yo voy a perseguirlos espada en mano. Toma también unos pocos de tus cabellos, y sujétalos en el borde de tu manto, otros pocos de ellos los echarás al fuego, para que se quemen, y de allí el fuego se propagará por toda el pueblo de Israel.»

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