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La destrucción de Jerusalén predicha

»Y tú, hijo de hombre, toma una espada afilada; tómala y hazla pasar sobre tu cabeza y sobre tu barba(A) como navaja de barbero. Toma luego una balanza(B) y divide el pelo cortado. Una tercera parte del pelo lo quemarás a fuego en medio de la ciudad cuando terminen los días del sitio(C). Tomarás otra tercera parte y golpearás con la espada alrededor de la ciudad; y la otra tercera parte la esparcirás al viento. Entonces Yo desenvainaré la espada detrás de ellos(D).

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