Ezequiel 24:15-27:11
Nueva Versión Internacional
Muerte de la esposa de Ezequiel
15 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: 16 «Hijo de hombre, voy a quitarte de golpe el deleite de tus ojos. Pero no llores ni hagas lamentos, ni dejes tampoco que te corran las lágrimas. 17 Gime en silencio y no hagas duelo por los muertos. Átate el turbante, cálzate los pies y no te cubras la barba ni comas el pan de duelo».
18 Por la mañana hablé al pueblo y por la tarde murió mi esposa. A la mañana siguiente, hice lo que se me había ordenado.
19 La gente del pueblo me preguntó: «¿No nos vas a explicar qué significado tiene para nosotros lo que estás haciendo?».
20 Yo les contesté: «El Señor me dirigió la palabra y me ordenó 21 advertirle al pueblo de Israel que así dice el Señor y Dios: “Voy a profanar mi santuario, orgullo de su fortaleza, el Templo que les deleita la vista y en el que depositan su afecto. Los hijos y las hijas que ustedes dejaron morirán a filo de espada, 22 y ustedes harán lo mismo que yo: no se cubrirán la barba ni comerán el pan de duelo. 23 Llevarán el turbante sobre la cabeza y se calzarán los pies. No llorarán ni harán lamentos, sino que se consumirán a causa de sus pecados y gemirán unos con otros. 24 Ezequiel les servirá de señal y ustedes harán lo mismo que él hizo. Cuando esto suceda, sabrán que yo soy el Señor y Dios”.
25 »Y tú, hijo de hombre, el día en que yo les quite su fortaleza, su alegría y su gozo, la delicia de sus ojos, el deseo de su corazón y a sus hijos e hijas, 26 vendrá un fugitivo a comunicarte la noticia. 27 Ese mismo día se te soltará la lengua y no callarás más. Entonces podrás hablar con el fugitivo; servirás de señal para ellos y sabrán que yo soy el Señor».
Profecía contra Amón
25 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: 2 «Hijo de hombre, pon tu rostro contra los amonitas y profetiza contra ellos. 3 Diles que presten atención a la palabra del Señor y Dios: “Ustedes se burlaron cuando vieron que mi santuario era profanado, que el país de Israel era devastado y que a los habitantes de Judá se los llevaban al exilio. 4 Por eso yo los entregaré al poder de los pueblos del oriente. Ellos armarán sus campamentos y establecerán entre ustedes sus moradas; comerán sus frutos y beberán su leche. 5 Convertiré a Rabá en un pastizal de camellos y a Amón en un corral de ovejas. Entonces sabrán ustedes que yo soy el Señor.
6 »”Así dice el Señor y Dios: Ustedes los amonitas aplaudieron, saltaron de alegría y, maliciosamente, se rieron de Israel. 7 Por eso yo extenderé mi mano en su contra y los entregaré a las naciones como despojo. Los arrancaré de entre los pueblos y los destruiré por completo. Entonces sabrán ustedes que yo soy el Señor”».
Profecía contra Moab
8 «Así dice el Señor y Dios: Por cuanto Moab y Seír dicen: “Judá es igual a todas las naciones”, 9 voy a abrir el flanco de Moab. De un extremo a otro la dejaré sin Bet Yesimot, Baal Megón y Quiriatayin, ciudades que son su orgullo. 10 Entregaré a Moab y a los amonitas en manos de los pueblos del oriente. De los amonitas no quedará ni el recuerdo entre la naciones; 11 y sobre Moab traeré castigo. Entonces sabrán que yo soy el Señor».
Profecía contra Edom
12 «Así dice el Señor y Dios: Porque Edom se vengó con alevosía de Judá y de esta manera resulta más grave su culpa. 13 Por eso, así dice el Señor y Dios: Extenderé mi mano contra Edom y exterminaré a hombres y animales. Lo dejaré en ruinas. Desde Temán hasta Dedán, todos morirán a filo de espada. 14 Por medio de mi pueblo Israel me vengaré de Edom. Mi pueblo hará con Edom lo que dicten mi ira y mi furor. Así conocerán lo que es mi venganza, afirma el Señor y Dios».
Profecía contra los filisteos
15 «Así dice el Señor y Dios: Los filisteos se vengaron con alevosía; con profundo desprecio intentaron destruir a Judá por causa de una antigua enemistad. 16 Por eso, así dice el Señor y Dios: Extenderé mi mano contra los filisteos. Exterminaré a los quereteos y destruiré a los que aún quedan en la costa del mar. 17 Mi venganza contra ellos será terrible. Los castigaré con mi ira. Y cuando ejecute mi venganza, sabrán que yo soy el Señor».
Profecía contra Tiro
26 En el onceavo mes del décimo segundo[a] año, en el primer día del mes, el Señor me dirigió la palabra: 2 «Hijo de hombre, Tiro ha dicho de Jerusalén: “¡Ah! Las puertas de las naciones se han derrumbado; sus puertas se me han abierto de par en par; ahora que está en ruinas yo prosperaré”. 3 Por eso, así dice el Señor y Dios: Tiro, yo me declaro contra ti, y así como el mar levanta sus olas, voy a hacer que contra ti se levanten muchas naciones. 4 Destruirán los muros de Tiro y derribarán sus torres. Hasta los escombros barreré de su lugar; ¡la dejaré como roca desnuda! 5 ¡Quedará en medio del mar como un tendedero de redes! Yo, el Señor y Dios, lo afirmo. Tiro será despojo de las naciones 6 y sus poblados tierra adentro serán devastados a filo de espada. Entonces sabrán que yo soy el Señor.
7 »Así dice el Señor y Dios: Desde el norte voy a traer contra Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes. Vendrá con un gran ejército de caballos, con carros de guerra y jinetes. 8 Tus poblados tierra adentro serán devastados a filo de espada. Y construirá contra ti torres de asalto, levantará rampas para atacarte y alzará sus escudos. 9 Atacará tus muros con arietes y con sus armas destruirá tus torres. 10 Sus caballos serán tan numerosos que te cubrirán de polvo. Tus muros temblarán por el estruendo de su caballería y de sus carros; cuando él entre por tus puertas, lo hará como se entra a una ciudad cuyos muros se han derrumbado. 11 Con los cascos de sus caballos pisoteará todas tus calles; matará a tu pueblo a filo de espada y tus sólidas columnas caerán por tierra. 12 Además, saquearán tus riquezas y robarán tus mercancías. Derribarán tus muros, demolerán tus suntuosos palacios y arrojarán al mar tus piedras, vigas y escombros. 13 Así pondré fin al ruido de tus canciones y no se volverá a escuchar la melodía de tus arpas. 14 Te convertiré en una roca desnuda, en un tendedero de redes y no volverás a ser edificada. Yo, el Señor, lo he dicho. Yo, el Señor y Dios, lo afirmo.
15 »Así dice el Señor y Dios a Tiro: Las naciones costeras temblarán ante el estruendo de tu caída, el gemido de tus heridos y la masacre de tus habitantes. 16 Todos los príncipes del mar descenderán de sus tronos, se quitarán los mantos y se despojarán de las vestiduras bordadas. Llenos de pánico se sentarán en el suelo; espantados por tu condición temblarán sin cesar 17 y sobre ti entonarán este lamento:
»“¡Cómo has sido destruida, ciudad famosa,
habitada por gente del mar!
¡Tú en el mar eras poderosa!
¡Con tus habitantes infundías terror
a todos los que vivan allí!
18 Ahora, en el día de tu caída,
tiemblan los pueblos costeros
y las islas que están en el mar
se aterrorizan ante tu debacle”.
19 »Así dice el Señor y Dios: Te convertiré en lugar de ruinas, como toda ciudad deshabitada. Haré que te cubran las aguas caudalosas del océano. 20 Te haré descender con los que descienden a la fosa; te haré habitar en lo más profundo de la tierra, en el país de eternas ruinas, con los que descienden a la fosa. No volverás a ser habitada ni reconstruida[b] en la tierra de los vivientes. 21 Te convertiré en objeto de espanto, y ya no volverás a existir. Te buscarán, pero jamás podrán encontrarte, afirma el Señor y Dios».
Lamento por la caída de Tiro
27 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: 2 «Hijo de hombre, dedícale este lamento a Tiro, 3 ciudad asentada junto al mar y que hace negocios con pueblos de muchas costas lejanas:
»Así dice el Señor y Dios:
»“Tú dices, Tiro:
‘Soy perfecta en hermosura’.
4 Tu dominio está en alta mar,
tus constructores resaltaron tu hermosura.
5 Con cipreses del monte Senir
hicieron todos tus entablados.
Con cedros del Líbano
armaron tu mástil.
6 Con encinas de Basán
construyeron tus remos,
y con cipreses de las costas de Chipre
ensamblaron tu cubierta,
la cual fue decorada con incrustaciones de marfil.
7 Con tela de lino bordada de Egipto hicieron tus velas
y estas te sirvieron de bandera.
De las costas de Elisá trajeron
telas de azul y carmesí para tu toldo.
8 Habitantes de Sidón y de Arvad eran tus remeros.
Los más hábiles timoneles de Tiro estaban a bordo.
9 Los hábiles veteranos de Guebal[c]
repararon los daños en la nave.
Los marineros de todas las naves del mar
negociaron con tus mercancías.
10 »”Hombres de Persia, Lidia y Fut
militaron en tu ejército.
Te adornaron con escudos y cascos;
¡sacaron a relucir tu esplendor!
11 Los de Arvad y los de Jélec
defendían los muros que te rodean
y los de Gamad estaban
apostados en tus torres.
A lo largo de tus muros colgaban sus escudos,
haciendo resaltar tu hermosura.
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