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Aholá me fue infiel y se apasionó por sus amantes, los guerreros asirios, con sus uniformes de púrpura, todos ellos jefes y gobernadores, jóvenes apuestos, jinetes montados en sus caballos, ¡lo más selecto de los asirios! Aholá se entregó a la prostitución con ellos, y hasta se apasionó por todos sus ídolos y se rebajó adorándolos.

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