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Eres culpable de la sangre que has derramado, te has contaminado con los ídolos que te has fabricado; tus días se acortan, tus años llegan a término. Por eso, te he convertido en burla de las naciones, en escarnio de todos los países. Los países cercanos y lejanos se burlarán de ti, ciudad contaminada, capital de los desórdenes. Ahí tienes a los príncipes de Israel: cada cual utiliza su poder para cometer crímenes;

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