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Comparación entre Egipto y la Asiria derrotada

31 El 21 de junio,[a] durante el año once de cautividad del rey Joaquín, recibí este mensaje del Señor: «Hijo de hombre, dale este mensaje al faraón, rey de Egipto, y a todas sus multitudes:

»“¿Con quién compararás tu grandeza?
Eres como la poderosa Asiria,
    que alguna vez fue como un cedro del Líbano,
con hermosas ramas que daban una intensa sombra al bosque
    y su copa llegaba hasta las nubes.
Los manantiales profundos lo regaban
    y lo ayudaban a crecer alto y frondoso.
El agua corría a su alrededor como un río
    y fluía hacia todos los árboles cercanos.
Este gran árbol se elevaba
    muy por encima de los demás árboles que lo rodeaban.
Creció y desarrolló ramas gruesas y largas
    por el agua abundante que recibían sus raíces.
Las aves anidaban en sus ramas
    y bajo su sombra parían los animales salvajes.
Todas las grandes naciones del mundo
    vivían bajo su sombra.
Era fuerte y hermoso,
    con ramas que se extendían ampliamente
porque sus raíces llegaban a lo profundo,
    donde había agua en abundancia.
Ningún otro cedro del jardín de Dios
    podía hacerle competencia.
Ningún ciprés tenía ramas como las suyas;
    ningún plátano oriental tenía ramas comparables.
Ningún árbol del jardín de Dios
    tenía una belleza parecida.
Como hice tan hermoso este árbol
    y le di un follaje tan magnífico,
era la envidia de los demás árboles del Edén,
    el jardín de Dios.

10 »”Por lo tanto, esto dice el Señor Soberano: como Egipto se volvió[b] vanidoso y arrogante, y porque se puso tan por encima de los demás que su copa llegaba a las nubes, 11 lo entregaré en manos de una nación poderosa para que lo destruya como merece su perversidad. Ya lo he desechado. 12 Un ejército extranjero—el terror de las naciones—lo taló y lo dejó tendido en el suelo. Sus ramas quedaron esparcidas por las montañas, los valles y los barrancos de la tierra. Todos los que vivían bajo su sombra se fueron y lo dejaron allí tirado.

13 »”Las aves se posan en el tronco caído,
    y los animales salvajes se tienden entre sus ramas.
14 Que ningún árbol de ninguna otra nación
    se envanezca por su propia grandeza,
aunque supere la altura de las nubes
    y reciba agua de lo profundo.
Pues todos están condenados a morir
    y a descender a las profundidades de la tierra.
Caerán a la fosa
    junto con el resto del mundo.

15 »”Esto dice el Señor Soberano: cuando Asiria descendió a la tumba,[c] hice que los manantiales profundos se lamentaran. Detuve el curso de sus ríos y sequé su abundante agua. Vestí de negro el Líbano e hice que se marchitaran los árboles del campo. 16 Hice que las naciones temblaran de miedo al sonido de su caída, porque la envié a la tumba junto con todos los que descienden a la fosa. Los demás árboles vanidosos del Edén, los mejores y más hermosos del Líbano, aquellos que hundían sus raíces profundamente en el agua, se consolaron al encontrar a este árbol allí con ellos en las profundidades de la tierra. 17 También sus aliados fueron destruidos y estaban muertos. Habían descendido a la tumba todas esas naciones que una vez vivieron bajo su sombra.

18 »”Oh Egipto, ¿a cuál de los árboles del Edén compararás tu fortaleza y tu gloria? Tú también serás enviado a las profundidades con todas esas naciones. Quedarás tendido entre los paganos[d] que murieron a espada. Ese será el destino del faraón y de todas sus multitudes. ¡Yo, el Señor Soberano, he hablado!”».

Footnotes

  1. 31:1 En hebreo El primer día del tercer mes, del antiguo calendario lunar hebreo. Ese suceso ocurrió el 21 de junio del 587 a. C.; ver también la nota en 1:1.
  2. 31:10 En hebreo como tú te volviste.
  3. 31:15 En hebreo al Seol; también en 31:16, 17.
  4. 31:18 En hebreo entre los incircuncisos.

31 Aconteció en el año undécimo, en el mes tercero, el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, di a Faraón rey de Egipto, y a su pueblo: ¿A quién te comparaste en tu grandeza? He aquí era el asirio cedro en el Líbano, de hermosas ramas, de frondoso ramaje y de grande altura, y su copa estaba entre densas ramas. Las aguas lo hicieron crecer, lo encumbró el abismo; sus ríos corrían alrededor de su pie, y a todos los árboles del campo enviaba sus corrientes. Por tanto, se encumbró su altura sobre todos los árboles del campo, y se multiplicaron sus ramas, y a causa de las muchas aguas se alargó su ramaje que había echado. En sus ramas hacían nido todas las aves del cielo, y debajo de su ramaje parían todas las bestias del campo, y a su sombra habitaban muchas naciones. Se hizo, pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas; porque su raíz estaba junto a muchas aguas. Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios;(A) las hayas no fueron semejantes a sus ramas, ni los castaños fueron semejantes a su ramaje; ningún árbol en el huerto de Dios fue semejante a él en su hermosura. Lo hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles de Edén, que estaban en el huerto de Dios, tuvieron de él envidia.

10 Por tanto, así dijo Jehová el Señor: Ya que por ser encumbrado en altura, y haber levantado su cumbre entre densas ramas, su corazón se elevó con su altura, 11 yo lo entregaré en manos del poderoso de las naciones, que de cierto le tratará según su maldad. Yo lo he desechado. 12 Y lo destruirán extranjeros, los poderosos de las naciones, y lo derribarán; sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles, y por todos los arroyos de la tierra será quebrado su ramaje; y se irán de su sombra todos los pueblos de la tierra, y lo dejarán. 13 Sobre su ruina habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán todas las bestias del campo, 14 para que no se exalten en su altura todos los árboles que crecen junto a las aguas, ni levanten su copa entre la espesura, ni confíen en su altura todos los que beben aguas; porque todos están destinados a muerte, a lo profundo de la tierra, entre los hijos de los hombres, con los que descienden a la fosa.

15 Así ha dicho Jehová el Señor: El día que descendió al Seol, hice hacer luto, hice cubrir por él el abismo, y detuve sus ríos, y las muchas aguas fueron detenidas; al Líbano cubrí de tinieblas por él, y todos los árboles del campo se desmayaron. 16 Del estruendo de su caída hice temblar a las naciones, cuando las hice descender al Seol con todos los que descienden a la sepultura; y todos los árboles escogidos de Edén, y los mejores del Líbano, todos los que beben aguas, fueron consolados en lo profundo de la tierra. 17 También ellos descendieron con él al Seol, con los muertos a espada, los que fueron su brazo, los que estuvieron a su sombra en medio de las naciones. 18 ¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles de Edén? Pues derribado serás con los árboles de Edén en lo profundo de la tierra; entre los incircuncisos yacerás, con los muertos a espada.

Este es Faraón y todo su pueblo, dice Jehová el Señor.