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Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: «Así dice el Señor Dios[a]:

“Aun cuando tu corazón se ha enaltecido
y has dicho: ‘Un dios soy[b],
sentado estoy en el trono de los dioses[c],
en el corazón de los mares’,
no eres más que un hombre y no Dios(A),
aunque hayas igualado[d] tu corazón al corazón de Dios.
He aquí, tú eres más sabio que Daniel;
ningún secreto te es oculto(B).
Con tu sabiduría y tu entendimiento
has adquirido riquezas para ti,
y has adquirido oro y plata para tus tesoros(C).
Con tu gran sabiduría, con tu comercio,
has aumentado tus riquezas(D),
y se ha enaltecido tu corazón a causa de tus riquezas(E).
Por lo cual, así dice el Señor Dios:
‘Por cuanto has igualado[e] tu corazón
al corazón de Dios(F),
por tanto, he aquí, traeré sobre ti extranjeros(G),
los más crueles de entre las naciones.
Y ellos desenvainarán sus espadas(H)
contra la hermosura de tu sabiduría
y profanarán tu esplendor.
-’Te harán bajar al sepulcro,
y morirás con la muerte de los que mueren
en el corazón de los mares(I).

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Footnotes

  1. Ezequiel 28:2 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor, y así en el resto del cap.
  2. Ezequiel 28:2 O, Dios soy
  3. Ezequiel 28:2 O, de Dios
  4. Ezequiel 28:2 Lit., puesto
  5. Ezequiel 28:6 Lit., puesto

Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios; he aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto. Con tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros. Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón. Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios, por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extranjeros, los fuertes de las naciones, que desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y mancharán tu esplendor. Al sepulcro te harán descender, y morirás con la muerte de los que mueren en medio de los mares.

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