Éxodo 35:21-29
Dios Habla Hoy
21 y después, todos aquellos que se sintieron movidos de corazón y con sincera voluntad, volvieron con una ofrenda para el Señor, para que se hiciera la tienda del encuentro y todo lo que le era necesario, así como la ropa especial. 22 Vinieron hombres y mujeres, y todos ellos traían, voluntariamente y de corazón, prendedores, anillos, argollas, pendientes de oro y toda clase de artículos de oro. Cada uno trajo la ofrenda especial de oro que había dedicado al Señor. 23 Los que tenían tela morada, tela de púrpura y tela roja, lino fino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo o pieles finas, lo traían. 24 Los que hacían una ofrenda de plata o de bronce, la traían ante el Señor; y los que tenían madera de acacia, la traían para que se hiciera todo lo necesario. 25 Las mujeres con capacidad artística para tejer a mano, traían sus tejidos de tela morada, tela de púrpura, tela roja y lino fino; 26 y las mujeres con capacidad artística y que sintieron deseos de hacerlo, torcieron pelo de cabra. 27 Los jefes trajeron piedras de cornalina y otras piedras finas para montarlas en el efod y el pectoral del sumo sacerdote, 28 perfume y aceite para el alumbrado, para el aceite de consagrar y para el incienso aromático.
29 Todos los hombres y mujeres israelitas que sintieron deseos de ayudar para que se hiciera lo que el Señor le había ordenado a Moisés, trajeron su ofrenda voluntaria al Señor.
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Éxodo 36:3-7
Dios Habla Hoy
3 Ellos recibieron de manos de Moisés las ofrendas que los israelitas habían traído, para comenzar a hacer lo necesario para el culto del santuario.
Mientras tanto, los israelitas seguían trayendo ofrendas voluntarias día tras día. 4 Entonces los artesanos que estaban haciendo lo necesario para el santuario, suspendieron su trabajo y fueron 5 a decirle a Moisés: «La gente está trayendo más de lo que se necesita para el trabajo que el Señor ordenó hacer.»
6 Moisés hizo correr por todo el campamento la voz de que ni hombres ni mujeres siguieran haciendo más labores como ofrendas para el santuario. Así se impidió que el pueblo siguiera trayendo ofrendas, 7 pues no sólo había material suficiente para llevar a cabo el trabajo, sino que sobraba.
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Éxodo 38:8
Dios Habla Hoy
Se hace la palangana de bronce(A)
8 Con los espejos de las mujeres que servían a la entrada de la tienda del encuentro, Besalel hizo la palangana de bronce y su base del mismo metal.
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Números 7
Dios Habla Hoy
Ofrendas para la consagración del santuario
7 El día en que Moisés terminó de construir el santuario, lo consagró con aceite, junto con todos los utensilios del santuario y los del altar. 2 Luego los jefes de las tribus, los que habían ayudado a hacer el censo, fueron 3 y presentaron al Señor como ofrenda seis carretas cubiertas y doce bueyes, es decir, una carreta por cada dos jefes y un buey por cada uno. Todo esto lo pusieron delante del santuario.
4 Entonces el Señor dijo a Moisés: 5 «Recíbeles las carretas y los bueyes, y dáselos a los levitas para que los usen en los trabajos relacionados con la tienda del encuentro, según el trabajo que cada uno deba realizar.»
6 Moisés recibió las carretas y los bueyes, y los repartió entre los levitas. 7 A los descendientes de Guersón les dio dos carretas y cuatro bueyes, que era lo que necesitaban para sus trabajos. 8 A los descendientes de Merarí les dio cuatro carretas y ocho bueyes, que era lo que necesitaban para hacer su trabajo bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. 9 En cambio, a los descendientes de Quehat no les dio carretas ni bueyes, porque las cosas sagradas que ellos tenían que transportar debían llevarlas en hombros.
10 Cuando se consagró el altar, los jefes de las tribus llevaron sus ofrendas y las pusieron delante del altar. 11 Entonces el Señor dijo a Moisés: «Cada día será un jefe de tribu distinto el que lleve su ofrenda para la consagración del altar.»
12 El primer día llevó su ofrenda Nahasón, hijo de Aminadab, de la tribu de Judá. 13 Su ofrenda consistía en una bandeja de plata que pesaba mil cuatrocientos treinta gramos y un tazón de plata que pesaba setecientos setenta gramos (según el peso oficial del santuario), ambos llenos de la mejor harina, amasada con aceite, para la ofrenda de cereales; 14 además, un cucharón de oro que pesaba ciento diez gramos, lleno de incienso, 15 un becerro, un carnero, un cordero de un año para ofrecerlo como holocausto, 16 un chivo para el sacrificio por el pecado, 17 y por último, para el sacrificio de reconciliación, dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Ésta fue la ofrenda de Nahasón, hijo de Aminadab.
18 El segundo día llevó su ofrenda Natanael, hijo de Suar, jefe de la tribu de Isacar, 19-23 y ofrendó lo mismo que Nahasón.
24 El tercer día llevó su ofrenda Eliab, hijo de Helón, jefe de la tribu de Zabulón, 25-29 y ofrendó lo mismo que los anteriores.
30 El cuarto día llevó su ofrenda Elisur, hijo de Sedeúr, jefe de la tribu de Rubén, 31-35 y ofrendó lo mismo que los anteriores.
36 El quinto día llevó su ofrenda Selumiel, hijo de Surisadai, jefe de la tribu de Simeón, 37-41 y ofrendó lo mismo que los anteriores.
42 El sexto día llevó su ofrenda Eliasaf, hijo de Reuel, jefe de la tribu de Gad, 43-47 y ofrendó lo mismo que los anteriores.
48 El séptimo día llevó su ofrenda Elisamá, hijo de Amihud, jefe de la tribu de Efraín, 49-53 y ofrendó lo mismo que los anteriores.
54 El octavo día llevó su ofrenda Gamaliel, hijo de Pedasur, jefe de la tribu de Manasés, 55-59 y ofrendó lo mismo que los anteriores.
60 El noveno día llevó su ofrenda Abidán, hijo de Guidoní, jefe de la tribu de Benjamín, 61-65 y ofrendó lo mismo que los anteriores.
66 El décimo día llevó su ofrenda Ahiézer, hijo de Amisadai, jefe de la tribu de Dan, 67-71 y ofrendó lo mismo que los anteriores.
72 El día once llevó su ofrenda Paguiel, hijo de Ocrán, jefe de la tribu de Aser, 73-77 y ofrendó lo mismo que los anteriores.
78 El día doce llevó su ofrenda Ahirá, hijo de Enán, jefe de la tribu de Neftalí 79-83 y ofrendó lo mismo que los anteriores.
84 Así pues, cuando se consagró el altar, los jefes de las tribus de Israel ofrecieron doce bandejas de plata, doce tazones de plata y doce cucharones de oro. 85 Cada bandeja de plata pesaba mil cuatrocientos treinta gramos, y cada tazón, setecientos setenta gramos. En total, la plata de todas las bandejas y de todos los tazones pesaba veintiséis mil cuatrocientos gramos, según el peso oficial del santuario. 86 Había también doce cucharones de oro llenos de incienso, que pesaban ciento diez gramos cada uno, según el peso oficial del santuario. El oro de todos los cucharones pesaba en total mil trescientos veinte gramos.
87 Los animales para el holocausto fueron en total doce becerros, doce carneros, doce corderos de un año, con sus correspondientes ofrendas de cereales, y doce chivos para el sacrificio por el pecado. 88 Los animales para el sacrificio de reconciliación fueron en total veinticuatro becerros, sesenta carneros, sesenta chivos y sesenta corderos de un año. Éstas fueron las ofrendas para la dedicación del altar, después de su consagración.
89 Cuando Moisés entró en la tienda del encuentro para hablar con el Señor, escuchó que el Señor le hablaba desde encima de la tapa del arca de la alianza, de entre los dos seres alados.
Números 31:48-54
Dios Habla Hoy
48 Entonces los jefes que habían estado al frente de mil y de cien soldados, fueron a ver a Moisés 49 y le dijeron: «Nosotros, tus servidores, hemos hecho la cuenta de los soldados que teníamos a nuestro cargo, y no falta ninguno. 50 Aquí traemos los objetos de oro que cada uno encontró: brazaletes, pulseras, anillos, aretes y otros adornos, para ofrecérselos al Señor como rescate por nosotros mismos.»
51 Moisés y Eleazar recibieron de ellos todas las joyas de oro. 52 El oro que ofrecieron como contribución los jefes al mando de mil y de cien soldados, pesó más de ciento ochenta y cuatro kilos, 53 pues cada soldado había traído algo de lo que se le había quitado al enemigo. 54 Así pues, Moisés y Eleazar recibieron de los jefes el oro que habían traído, y lo llevaron a la tienda del encuentro para que el Señor se acordara de los israelitas.
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Josué 18
Dios Habla Hoy
Los territorios de las otras tribus
18 Toda la comunidad israelita se reunió en Siló, para establecer allí la tienda del encuentro con Dios. Ya para entonces la tierra había sido conquistada, 2 aunque todavía quedaban siete tribus israelitas a las que no se les había dado su parte.
3 Entonces Josué les dijo a los israelitas: «¿Qué esperan para tomar posesión de la tierra que les ha dado el Señor, el Dios de sus antepasados? 4 Escojan tres hombres de cada tribu, para que yo los mande a recorrer toda la región y a que me traigan un informe del modo en que puede repartirse. 5 Estos hombres deberán dividir la región en siete partes, dejando a Judá sus territorios al sur, y a los descendientes de José sus territorios al norte. 6 Después que hayan dividido la región en siete partes, me traerán la descripción y yo echaré las suertes en presencia del Señor nuestro Dios. 7 A los levitas no les tocará ninguna parte, pues lo que les toca a ellos es el sacerdocio del Señor. En cuanto a las tribus de Gad y de Rubén y la media tribu de Manasés, ya tienen sus posesiones en la región este del río Jordán, la cual les dio Moisés, el siervo del Señor.»
8 Los que iban a preparar la descripción de la región se dispusieron a salir, y Josué les ordenó: «Vayan por toda la región y divídanla, y vuelvan en cuanto terminen, para que yo la sortee aquí en Siló, delante del Señor.»
9 Aquellos hombres fueron y recorrieron toda la región, dividieron las ciudades en siete grupos y lo pusieron todo por escrito. Después volvieron al campamento de Siló, donde estaba Josué. 10 Entonces Josué repartió el territorio entre los israelitas allí en Siló, sorteándolo delante del Señor.
El territorio de la tribu de Benjamín
11 Una vez hecho el sorteo, a los clanes de la tribu de Benjamín les tocaron tierras entre los territorios de Judá y los de José. 12 La frontera de este territorio empezaba, por el norte, en el río Jordán, y se extendía hacia el lado norte de Jericó, continuaba por la región montañosa hacia el oeste, y venía a salir al desierto de Bet-avén. 13 De allí seguía hacia Luz (es decir, Betel) por el lado sur, y bajaba hasta Atarot-adar en el monte que está al sur de Bet-horón de Abajo; 14 luego la frontera se volvía hacia el mar Mediterráneo por el costado sur del monte que está frente a Bet-horón, hasta Quiriat-baal, llamada también Quiriat-jearim, que pertenece a la tribu de Judá. Ésa era la frontera oeste.
15 La frontera sur salía del extremo de Quiriat-jearim, en dirección oeste hasta el manantial de Neftóah, 16 y bajaba hasta el extremo del monte que está frente al valle de Ben-hinom, al norte del valle de Refaim. Después bajaba al valle de Hinom, pasaba al sur de la cuesta de Jebús, y seguía hasta el manantial de En-roguel. 17 Luego se volvía hacia el norte y salía a En-semes, de donde seguía hasta Guelilot, que está frente a la cuesta de Adumim, y bajaba hasta la Peña de Bohan Ben-rubén; 18 pasaba luego por el lado norte de la cuesta, frente al valle del Jordán, y bajando hasta el Jordán 19 pasaba al norte de Bet-hoglá, para terminar en la bahía norte del Mar Muerto, donde desemboca el río Jordán. Ésta era la frontera sur.
20 El río Jordán era la frontera del este. Éstas eran las fronteras del territorio que se repartió entre los clanes de la tribu de Benjamín.
21 Las ciudades que les tocaron a los clanes de la tribu de Benjamín fueron, por una parte: Jericó, Bet-hoglá, Émec-quesís, 22 Bet-arabá, Semaraim, Betel, 23 Avim, Pará, Ofrá, 24 Quefar-haamoní, Ofní y Gueba, o sea doce ciudades con sus aldeas. 25 Además Gabaón, Ramá, Beerot, 26 Mispá, Quefirá, Mosá, 27 Réquem, Irpeel, Taralá, 28 Selá, Élef, Jebús (es decir, Jerusalén), Guibeá y Quiriat, o sea catorce ciudades con sus aldeas. Éste es el territorio que les tocó a los clanes de la tribu de Benjamín.
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