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Vinieron las doncellas de Ester y sus eunucos y se lo comunicaron, y la reina se angustió en gran manera. Y envió ropa para que Mardoqueo se vistiera y se quitara el cilicio de encima, pero él no la aceptó. Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos que el rey había puesto a su servicio[a], y le ordenó que fuera a Mardoqueo para saber qué era aquello y por qué. Y salió Hatac a donde estaba Mardoqueo en la plaza de la ciudad, frente a la puerta del rey. Y Mardoqueo le informó de todo lo que le había acontecido, y la cantidad exacta de dinero que Amán había prometido pagar a los tesoros del rey por la destrucción de los judíos(A). Le dio también una copia del texto del decreto(B) que había sido promulgado[b] en Susa para la destrucción de los judíos[c], para que se la mostrara a Ester y le informara, y le mandara que ella fuera al rey para implorar su favor y para interceder ante él por su pueblo.

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Footnotes

  1. 4:5 Lit. delante de ella.
  2. 4:8 Lit. dado.
  3. 4:8 Lit. ellos.