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Que nombre el rey delegados en todas las provincias de su reino, con el encargo de que sean traídas todas ellas al palacio de las mujeres que el rey tiene en la ciudad de Susa, y que se les ponga bajo el cuidado del hombre de confianza del rey y guardián de las mujeres. Que se les someta a un tratamiento de belleza, y que la joven que más le guste al rey sea nombrada reina y ocupe el lugar de Astin.

La idea le agradó al rey, y así se hizo.

En la ciudad de Susa vivía un judío llamado Mardoqueo, hijo de Jaír y descendiente de Simí y de Quis, de la tribu de Benjamín.

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