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Porque a mí y a mi pueblo se nos ha vendido para exterminio, muerte y aniquilación. Si solo se nos hubiera vendido como esclavos, yo me habría quedado callada, pues tal angustia no sería motivo suficiente para inquietar al rey.[a]

El rey le preguntó:

―¿Y quién es ese que se ha atrevido a concebir semejante barbaridad? ¿Dónde está?

―¡El adversario y enemigo es este miserable Amán! —respondió Ester.

Amán quedó aterrorizado ante el rey y la reina.

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Footnotes

  1. 7:4 pues … rey. Alt. pero la compensación que nuestro adversario ofrece no puede compararse con la pérdida que sufriría el rey.