Add parallel Print Page Options

Pues mi pueblo y yo hemos sido vendidos para ser exterminados, asesinados, aniquilados. Si hubiéramos sido vendidos como esclavos y esclavas, me habría callado, pues este no sería un motivo tan serio como para molestar al rey.

El rey Asuero le preguntó a la reina Ester:

— ¿Quién es y dónde está el que ha concebido tal cosa?

— ¡El enemigo y adversario es ese miserable de Amán! —respondió Ester—.

Amán, entonces, quedó aterrado ante el rey y la reina.

Read full chapter