Add parallel Print Page Options

Hatac regresó y le informó a Ester lo que Mardoqueo había dicho. 10 Entonces ella ordenó a Hatac que le dijera a Mardoqueo: 11 «Todos los servidores del rey y el pueblo de las provincias del reino saben que, para cualquier hombre o mujer que, sin ser invitado por el rey, se acerque a él en el patio interior, hay una sola ley: la pena de muerte. La única excepción es que el rey, extendiendo su cetro de oro, le perdone la vida. En cuanto a mí, hace ya treinta días que el rey no me ha pedido presentarme ante él».

Read full chapter