Add parallel Print Page Options

En el primer año de su reinado, el rey Ciro promulgó el siguiente edicto respecto al templo de Dios en Jerusalén:

Que se echen los cimientos y se reconstruya el templo, para que en él se ofrezcan holocaustos. Tendrá veintisiete metros[a] tanto de alto como de ancho, tres hileras de piedras grandes, y una de madera. Todos los gastos serán sufragados por el tesoro real. Con respecto a los utensilios de oro y de plata que Nabucodonosor sacó del templo de Jerusalén y llevó a Babilonia, que los devuelvan a Jerusalén, y que se pongan en el templo de Dios, donde deben estar.

Read full chapter

Footnotes

  1. 6:3 veintisiete metros. Lit. sesenta codos.