Efesios 5:23-32

Nueva Biblia de las Américas

²³ Porque el marido es cabeza de la mujer^(A), así como Cristo es cabeza de la iglesia^(B), siendo Él mismo el Salvador del cuerpo^(C). ²⁴ Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo.

²⁵ Maridos, amen a sus mujeres^(D), así como Cristo amó a la iglesia y se dio Él mismo por ella^(E), ²⁶ para santificarla^(F), habiéndola purificado^(G) por el lavamiento del agua^(H) con la palabra^(I), ²⁷ a fin de presentársela a Sí mismo, una^[a] iglesia en toda su gloria^[b], sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada^(J).

²⁸ Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama^(K). ²⁹ Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo^[c], sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia; ³⁰ porque somos miembros de Su cuerpo^[d](L). ³¹ Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne^(M).

³² Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia.