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Contraste entre la sabiduría y la insensatez

Mejor es el buen nombre que el buen ungüento(A),
y el día de la muerte que el día del nacimiento(B).
Mejor es ir a una casa de luto
que ir a una casa de banquete,
porque aquello[a] es el fin de todo hombre(C),
y al que vive lo hará reflexionar en[b] su corazón(D).
Mejor es la tristeza que la risa(E),
porque cuando el rostro está triste el corazón puede estar contento(F).
El corazón de los sabios está en la casa del luto,
mientras que el corazón de los necios está en la casa del placer.
Mejor es oír la reprensión del sabio
que oír la canción de los necios(G).
Porque como crepitar[c] de espinos bajo la olla(H),
así es la risa(I) del necio.
Y también esto es vanidad.
Ciertamente la opresión(J) enloquece al sabio,
y el soborno corrompe[d] el corazón(K).
Mejor es el fin de un asunto que su comienzo(L);
mejor es la paciencia de espíritu(M) que la altivez de espíritu.
No te apresures en tu espíritu a enojarte,
porque el enojo se anida en el seno de los necios(N).
10 No digas: ¿Por qué fueron los días pasados mejores que estos?
Pues no es sabio[e] que preguntes sobre esto.
11 Buena es la sabiduría con herencia,
y provechosa(O) para los que ven el sol.
12 Porque la sabiduría protege[f](P) como el dinero protege[g];
pero la ventaja del conocimiento es que la sabiduría preserva la vida(Q) de sus poseedores.
13 Considera la obra de Dios(R):
porque ¿quién puede enderezar lo que Él ha torcido(S)?
14 Alégrate en el día de la prosperidad(T),
y en el día de la adversidad(U) considera:
Dios ha hecho tanto el uno como el otro
para que el hombre no descubra nada que suceda después de él(V).

15 He visto todo durante mi vida[h] de vanidad(W):

hay justo que perece en su justicia,
y hay impío que alarga su vida en su perversidad(X).
16 No seas demasiado justo,
ni seas sabio en exceso(Y).
¿Por qué has de destruirte?
17 No seas demasiado impío,
ni seas necio.
¿Por qué has de morir antes de tu tiempo(Z)?
18 Bueno es que retengas esto
sin soltar[i] aquello de tu mano;
porque el que teme a Dios(AA) se sale con todo ello.

19 La sabiduría hace más fuerte al sabio(AB)
que diez gobernantes que haya en una ciudad.
20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra
que haga el bien y nunca peque(AC).
21 Tampoco tomes en serio[j] todas las palabras que se hablan,
no sea que oigas a tu siervo maldecirte(AD).
22 Porque tú también te das cuenta[k]
que muchas veces has maldecido a otros de la misma manera.

23 Todo esto probé con sabiduría, y dije:

Seré sabio; pero eso estaba lejos de mí(AE).
24 Está lejos lo que ha sido,
y en extremo profundo(AF).
¿Quién lo descubrirá(AG)?
25 Dirigí[l] mi corazón a conocer,
a investigar y a buscar la sabiduría y la razón,
y a reconocer la maldad de la insensatez
y la necedad de la locura(AH).
26 Y hallé más amarga que la muerte(AI)
a la mujer cuyo corazón es lazos(AJ) y redes,
cuyas manos son cadenas.
Él que agrada a Dios escapará de ella(AK),
pero el pecador será por ella apresado(AL).

27 Mira —dice el Predicador— he descubierto esto,

agregando una cosa a otra para hallar la razón,
28 que mi alma está todavía buscando mas no ha hallado:
He hallado a un hombre entre mil,
pero mujer entre todas estas no he hallado(AM).
29 Mira, solo esto he hallado:
que Dios hizo rectos a los hombres(AN),
pero ellos se buscaron muchas artimañas.

Footnotes

  1. Eclesiastés 7:2 I.e., la muerte
  2. Eclesiastés 7:2 Lit., lo dará a
  3. Eclesiastés 7:6 Lit., la voz
  4. Eclesiastés 7:7 Lit., destruye
  5. Eclesiastés 7:10 Lit., de sabiduría
  6. Eclesiastés 7:12 Lit., está en una sombra
  7. Eclesiastés 7:12 Lit., está en una sombra
  8. Eclesiastés 7:15 Lit., mis días
  9. Eclesiastés 7:18 Lit., y también no descanses
  10. Eclesiastés 7:21 Lit., También no des tu corazón a
  11. Eclesiastés 7:22 Lit., también tu corazón sabe
  12. Eclesiastés 7:25 Lit., Volví

Contraste entre la sabiduría y la insensatez

Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento. Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría. Mejor es oír la reprensión del sabio que la canción de los necios. Porque la risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad. Ciertamente la opresión hace entontecer al sabio, y las dádivas corrompen el corazón. Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu. No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios. 10 Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría. 11 Buena es la ciencia con herencia, y provechosa para los que ven el sol. 12 Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero; mas la sabiduría excede, en que da vida a sus poseedores. 13 Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció?

14 En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.

15 Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días. 16 No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso; ¿por qué habrás de destruirte? 17 No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás de morir antes de tu tiempo? 18 Bueno es que tomes esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque aquel que a Dios teme, saldrá bien en todo.

19 La sabiduría fortalece al sabio más que diez poderosos que haya en una ciudad.

20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.

21 Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan, para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti; 22 porque tu corazón sabe que tú también dijiste mal de otros muchas veces.

23 Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo: Seré sabio; pero la sabiduría se alejó de mí. 24 Lejos está lo que fue; y lo muy profundo, ¿quién lo hallará? 25 Me volví y fijé mi corazón para saber y examinar e inquirir la sabiduría y la razón, y para conocer la maldad de la insensatez y el desvarío del error. 26 Y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a Dios escapará de ella; mas el pecador quedará en ella preso. 27 He aquí que esto he hallado, dice el Predicador, pesando las cosas una por una para hallar la razón; 28 lo que aún busca mi alma, y no lo encuentra: un hombre entre mil he hallado, pero mujer entre todas estas nunca hallé. 29 He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones.