¹³ Puedo terminar este libro diciendo que ya todo está dicho. Todo lo que debemos hacer es alabar a Dios y obedecerlo. ¹⁴ Un día Dios nos llamará a cuentas por todo lo que hayamos hecho, tanto lo bueno como lo malo, aunque creamos que nadie nos vio hacerlo.

²⁸ Él nos da poder para vivir y movernos, y para ser lo que somos. Así lo dice uno de los poetas de este país: “Realmente somos hijos de Dios.”

⁹ Apolo y yo somos servidores de Dios, y ustedes son como un campo de trigo, como un edificio construido por Dios, del cual Dios es el dueño.

¹⁰ Por eso, lo único que deseo es conocer a Cristo; es decir, sentir el poder de su resurrección, sufrir como él sufrió, y aun morir como él murió,