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Aunque sean muchos, no te sientas contento de ellos,
si no reverencian al Señor.
No confíes en que vivan mucho tiempo,
ni creas que terminarán bien.
Vale más hijo dócil que mil que no lo son;
vale más morir sin hijos que tener hijos insolentes.
Un solo hombre sensato hace crecer una ciudad,
pero un grupo de bandidos la deja desierta.

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