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No te burles del que lleva ropa gastada,
ni te rías del que pasa días amargos.
Porque el Señor hace cosas admirables,
cosas que el hombre no puede comprender.
Muchos de los humillados se sentaron en tronos,
y sin pensarlo se vieron coronados.
Muchos encumbrados cayeron en desgracia,
y teniendo honores quedaron en poder de otros.

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