Add parallel Print Page Options

22 Si ves el buey o la oveja de tu hermano extraviados, no te desentiendas; ve a devolvérselos. Si resulta que el dueño no vive cerca o no sabes quién es, encierra el animal en tu corral y tenlo allí hasta que el dueño venga a reclamártelo; entonces se lo devolverás. Lo mismo harás si se trata de su asno, su manto o cualquier cosa que tu hermano haya perdido y que tú encuentres. No te hagas el desentendido.

Read full chapter