⁶ y todos los ancianos de la ciudad más cercana^[a] al lugar donde fue hallado el muerto, lavarán sus manos^(A) sobre la novilla cuyo cuello fue quebrado en el valle; ⁷ y responderán y dirán: “Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos han visto nada. ⁸ Perdona^[b] a Tu pueblo Israel, al cual has redimido, oh Señor, y no culpes de sangre inocente a Tu pueblo Israel^(B)”. Y la culpa de la sangre les será perdonada^[c]. ⁹ Así limpiarás la culpa de sangre inocente de en medio de ti^(C), cuando hagas lo que es recto a los ojos del Señor.

³¹ Y el rey le dijo: «Haz como él ha dicho^(A); atácalo, mátalo y entiérralo, para que quites de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab derramó sin causa^(B). ³² El Señor hará volver su sangre sobre su propia cabeza^(C), porque él atacó a dos hombres más justos y mejores que él y los mató^(D) a espada sin que mi padre David lo supiera: a Abner^(E), hijo de Ner, jefe del ejército de Israel, y a Amasa^(F), hijo de Jeter, jefe del ejército de Judá. ³³ Su sangre, pues, recaerá sobre la cabeza de Joab y sobre la cabeza de su descendencia^[a] para siempre^(G); pero para David y su descendencia^[b], para su casa y su trono, haya paz de parte del Señor para siempre».