5 »Por tanto, debes comprender[a] en tu corazón que el Señor tu Dios te estaba disciplinando, así como un hombre disciplina a su hijo(A).
17 »Cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende(A);No desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso[a](B).
71 Bueno es para mí ser afligido(A),Para que aprenda Tus estatutos.
11 Hijo mío, no rechaces la disciplina[a] del SeñorNi aborrezcas Su reprensión(A),
12 Porque el Señor ama a quien reprende(A),Como un padre al hijo(B) en quien se deleita.
5 Además, han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige:
«Hijo Mío, no tengas en poco la disciplina del Señor,Ni te desanimes(A) al ser reprendido por Él(B).
6 Porque el Señor al que ama, disciplina(A),Y azota a todo el que recibe por hijo(B)».
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