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Bendiciones para los obedientes

28 Moisés continuó diciendo:

«Si ustedes obedecen todos los mandamientos de Dios que hoy les he dado, serán su pueblo favorito en toda la tierra, y recibirán siempre estas bendiciones:

»Dios los bendecirá dondequiera que vivan, sea en el campo o en la ciudad.

»Dios bendecirá a sus hijos, y a sus cosechas y ganados.

5-8 »Dios los bendecirá en sus hogares, en sus viajes, y en todo lo que hagan. Siempre serán muy felices en el país que Dios les dará. Nunca les faltarán alimentos y siempre tendrán pan en la mesa.

»Dios les dará a ustedes la victoria sobre sus enemigos. Podrán venir contra ustedes ejércitos en orden de batalla, pero tendrán que huir en completo desorden.

»Si obedecen a Dios en todo, él cumplirá su promesa y ustedes serán su pueblo especial. 10 Entonces todos los pueblos verán que ustedes son el pueblo de Dios, y les tendrán miedo.

11 »Cuando ya estén ustedes en la tierra que Dios prometió dar a sus antepasados, él los tratará con bondad. Les permitirá tener muchos hijos, y hará que sus ganados se multipliquen.

»Todo lo que ustedes siembren producirá abundantes cosechas, 12 pues Dios abrirá los cielos, donde guarda la lluvia, y regará los sembrados de ustedes. En todo lo que ustedes hagan, siempre les irá bien. Nunca tendrán que pedir prestado nada; al contrario, ustedes tendrán de sobra para prestarles a otros países.

13-14 »Si ustedes obedecen los mandamientos de Dios y nunca lo desobedecen ni adoran a dioses falsos, siempre serán el país más importante del mundo.

Castigos para los desobedientes

15 »Pero si no obedecen los mandamientos de Dios, que hoy les he dado, serán castigados y caerán sobre ustedes las siguientes maldiciones:

16 »Maldito será todo lo que hagan en la ciudad o en el campo.

17 »Malditas serán las uvas y el trigo que cosechen, y el lugar donde hagan el pan.

18 »Malditos serán sus hijos, y sus cosechas, y las crías de sus vacas y ovejas.

19 »Malditos serán en todo lo que hagan.

20 »Si se portan mal y se apartan de Dios, él los maldecirá y los hará sufrir, a tal grado que ustedes no sabrán qué hacer. Muy pronto serán destruidos. 21-23 Dios enviará enfermedades terribles que acabarán con todo el país, y ustedes se verán atacados por la fiebre y las inflamaciones. Nada de lo que siembren cosecharán, pues los saltamontes acabarán con todo. Será tanto el calor que todos sus sembrados se secarán, pues Dios no dejará que llueva. 24 En vez de lluvia, Dios enviará polvo y arena hasta destruirlo todo.

25-26 »Cuando sus enemigos vengan a atacarlos, ustedes ordenarán su ejército para responder al ataque, pero acabarán huyendo en desorden y serán derrotados por completo. Sus cadáveres quedarán tendidos por el suelo, y nadie podrá impedir que sean devorados por las fieras y los buitres. Al ver esto, los demás países se espantarán.

27 »Dios los castigará con muchas enfermedades incurables, y se llenarán de tumores, sarna y comezón. Además, les saldrán llagas en la piel, como las que les salieron a los egipcios.

28-29 »Muchos de ustedes se volverán locos, y otros se quedarán ciegos. Todos en Israel estarán tan confundidos que no sabrán qué hacer ni a dónde ir. Nada les saldrá bien, y otros países los maltratarán y les robarán, pero nadie vendrá en ayuda de ustedes.

30 »Si alguno se compromete en matrimonio, no llegará a casarse, pues otro se quedará con su novia. Si alguno construye una casa, no llegará a habitarla. Y si alguno siembra un viñedo, no llegará a disfrutar de las uvas.

31 »Delante de ustedes matarán a sus toros, pero ustedes no probarán un solo pedazo de carne. Y si alguien les arrebata su burro, jamás volverán a verlo. Sus enemigos les robarán sus ovejas, pero nadie los ayudará a rescatarlas.

32 »Les arrebatarán a sus hijos y a sus hijas, sin que ustedes puedan evitarlo. Se los llevarán a otro país, y ustedes nunca más volverán a verlos.

33 »En todo momento gente desconocida les robará, los maltratará, y cosechará lo que ustedes sembraron; será gente extraña la que disfrute de lo que ustedes con tanto esfuerzo produjeron.

34-35 »Además, Dios los castigará con llagas en todo el cuerpo, y nada podrá curarlos. Y cuando ustedes vean todo esto, se volverán locos.

36 »Dios también permitirá que ustedes y su rey caigan prisioneros, y que se los lleven a un país que jamás conocieron sus antepasados. Allí tendrán que adorar a dioses falsos, hechos de madera y de piedra. 37 Y a dondequiera que nuestro Dios los lleve, la gente se sorprenderá de todo lo que les habrá pasado. Se burlarán de ustedes, y hasta chistes harán de lo que les suceda.

38 »Sembrarán mucho, pero no cosecharán nada, porque los saltamontes se lo comerán todo. 39 Sembrarán viñedos, y cuidarán sus plantas, pero no recogerán ni una sola uva, porque los gusanos se lo comerán todo. De esas uvas no beberán ni una gota de vino. 40 Plantarán árboles de oliva, pero no recogerán ni una sola aceituna. Tampoco sacarán de ellas una sola gota de aceite, porque todas se caerán antes de tiempo. 41 Tendrán hijos, y también hijas, pero no podrán tenerlos a su lado porque serán llevados prisioneros a otros países.

42 »Todos los árboles y las frutas que haya en sus terrenos, serán devorados por los saltamontes. 43 Los extranjeros que vivan en su país se harán cada vez más ricos, mientras que ustedes se harán cada vez más pobres. 44 Tan ricos serán ellos que hasta podrán prestarles dinero; en cambio, ustedes no tendrán nada que prestar. Ellos llegarán a ser los más importantes de la tierra, mientras que ustedes llegarán a ser los más insignificantes».

Otras maldiciones

45 Moisés continuó diciendo:

«Si no obedecen los mandamientos de Dios, estas maldiciones acabarán por completo con ustedes. 46 Todo el mundo se dará cuenta de que ustedes y sus descendientes se han ganado este castigo para siempre, 47 porque Dios los trató bien, pero ustedes no lo obedecieron ni lo adoraron con alegría y sinceridad. 48 Por eso Dios enviará contra ustedes muchos enemigos, y ellos harán de ustedes sus esclavos. Dios les quitará todo y vivirán en la pobreza. No tendrán comida, ni agua, ni ropa. ¡Serán esclavos, y acabarán por ser destruidos!

49 »Desde muy lejos Dios les traerá un pueblo enemigo. Vendrá de un país que ustedes no conocen, y del que no entienden su idioma. Esa gente sabe atacar con gran rapidez, como el águila en vuelo. 50-51 Son crueles, y se comerán todo el ganado y todo lo que ustedes hayan sembrado. No les dejarán para comer nada de trigo ni de vino ni de aceite. ¡Será la ruina! ¡El hambre acabará con todos! ¡Ni a los niños ni a los ancianos les perdonarán la vida!

52 »Esa gente rodeará todas las ciudades que Dios les ha dado, y las atacará; derribará esas altas y fuertes murallas en las que ustedes confían. 53-57 Y mientras ellos mantengan rodeadas las ciudades, ustedes no tendrán nada que comer.

»Será tanta el hambre que sentirán ustedes, que se comerán a los hijos y a las hijas que Dios les dio. Esto lo hará hasta el israelita más bueno y educado, y no compartirá esa carne con nadie; ni con su hermano, ni con su amada esposa, ni con los hijos que le queden con vida.

»Aun la israelita más fina y delicada, que nunca supo lo que era andar descalza, se comerá a escondidas los hijos que dé a luz, y con nadie compartirá su alimento. ¡Ni siquiera la placenta dejará!

»¡En verdad sus enemigos los harán sufrir!»

La desobediencia trae destrucción

58 Finalmente, Moisés les dijo a los israelitas:

«Si no respetan a nuestro grande y poderoso Dios, ni obedecen los mandamientos escritos en este libro, 59 Dios los castigará a ustedes y a sus descendientes. ¡Los hará sufrir terribles enfermedades, que nadie podrá curar!

60 »¿Se acuerdan de los horribles castigos que Dios envió sobre Egipto? Pues esos mismos castigos vendrán sobre ustedes en todo momento, 61 y recibirán otros que ni en el libro de la Ley se mencionan, hasta que todo Israel sea destruido.

62 »Ahora ustedes son un pueblo muy numeroso; pero si no obedecen a Dios, quedarán sólo unos cuantos. 63 Ahora Dios está contento con ustedes, y los trata bien y hace que crezcan más y más en número; pero, si no obedecen, Dios estará feliz de destruirlos, y por la fuerza los expulsará del territorio que ahora les da. 64 Tendrán que vivir en otros países, y allí adorarán a dioses falsos, hechos de madera y de piedra, que ni ustedes ni sus antepasados conocieron.

65-67 »En esos países nunca tendrán paz ni seguridad. Tendrán sólo tristeza, porque Dios hará que vivan asustados y sin ninguna esperanza. Noche y día vivirán llenos de miedo, y verán cosas tan terribles que al llegar la mañana desearán que ya fuera de noche, y al llegar la noche querrán que ya fuera de día.

68 »Aunque Dios prometió que ustedes nunca volverían a Egipto, él los pondrá en barcos y los hará volver. Allí serán puestos a la venta, como esclavos, pero nadie querrá comprarlos».

Bendiciones de la obediencia

(Lv. 26.3-13; Dt. 7.12-24)

28 Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.

Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti. Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da. Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos. 10 Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán. 11 Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar. 12 Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. 13 Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, 14 y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.(A)

Consecuencias de la desobediencia

(Lv. 26.14-46)

15 Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. 16 Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo. 17 Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar. 18 Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. 19 Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.

20 Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado. 21 Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. 22 Jehová te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas. 23 Y los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro. 24 Dará Jehová por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas.

25 Jehová te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos; y serás vejado por todos los reinos de la tierra. 26 Y tus cadáveres servirán de comida a toda ave del cielo y fiera de la tierra, y no habrá quien las espante. 27 Jehová te herirá con la úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con comezón de que no puedas ser curado. 28 Jehová te herirá con locura, ceguera y turbación de espíritu; 29 y palparás a mediodía como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve. 30 Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la disfrutarás. 31 Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no te será devuelto; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate. 32 Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano. 33 El fruto de tu tierra y de todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y no serás sino oprimido y quebrantado todos los días. 34 Y enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos. 35 Te herirá Jehová con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, desde la planta de tu pie hasta tu coronilla, sin que puedas ser curado.

36 Jehová te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra. 37 Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará Jehová. 38 Sacarás mucha semilla al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá. 39 Plantarás viñas y labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas, porque el gusano se las comerá. 40 Tendrás olivos en todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá. 41 Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio. 42 Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta. 43 El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo. 44 Él te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola. 45 Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó; 46 y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu descendencia para siempre.

47 Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas, 48 servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte. 49 Jehová traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas; 50 gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño; 51 y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte. 52 Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que Jehová tu Dios te hubiere dado. 53 Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo. 54 El hombre tierno en medio de ti, y el muy delicado, mirará con malos ojos a su hermano, y a la mujer de su seno, y al resto de sus hijos que le quedaren; 55 para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comiere, por no haberle quedado nada, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades. 56 La tierna y la delicada entre vosotros, que nunca la planta de su pie intentaría sentar sobre la tierra, de pura delicadeza y ternura, mirará con malos ojos al marido de su seno, a su hijo, a su hija, 57 al recién nacido que sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a luz; pues los comerá(B) ocultamente, por la carencia de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.

58 Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible: JEHOVÁ TU DIOS, 59 entonces Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas; 60 y traerá sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te dejarán. 61 Asimismo toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la enviará sobre ti, hasta que seas destruido. 62 Y quedaréis pocos en número, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedecisteis a la voz de Jehová tu Dios. 63 Así como Jehová se gozaba en haceros bien y en multiplicaros, así se gozará Jehová en arruinaros y en destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra a la cual entráis para tomar posesión de ella. 64 Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra. 65 Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma; 66 y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida. 67 Por la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos. 68 Y Jehová te hará volver a Egipto en naves, por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volverás; y allí seréis vendidos a vuestros enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien os compre.

Bendiciones por la obediencia

28 Si realmente escuchas al Señor tu Dios y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra. Si obedeces al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre:

Bendito serás en la ciudad y bendito en el campo.

Benditos serán el fruto de tu vientre, tus cosechas, las crías de tu ganado, los terneritos de tus manadas y los corderitos de tus rebaños.

Benditas serán tu canasta y tu bandeja de amasar.

Bendito serás en el hogar y bendito en el camino.[a]

El Señor te concederá la victoria sobre tus enemigos. Avanzarán contra ti por un camino y huirán de ti por siete caminos.

El Señor bendecirá tus graneros y todo el trabajo de tus manos. El Señor tu Dios te bendecirá en la tierra que te ha dado.

El Señor te establecerá como su pueblo santo, conforme a su juramento, si cumples sus mandamientos y andas en sus caminos. 10 Todas las naciones de la tierra te temerán al reconocerte como el pueblo del Señor. 11 El Señor te concederá abundancia de bienes: multiplicará tus hijos, tu ganado y tus cosechas en la tierra que a tus antepasados juró que te daría.

12 El Señor abrirá los cielos, su generoso tesoro, para derramar a su debido tiempo la lluvia sobre la tierra y para bendecir todo el trabajo de tus manos. Tú prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado de nadie. 13 El Señor te pondrá a la cabeza, nunca en la cola. Siempre estarás en la cima, nunca en el fondo, con tal de que prestes atención a los mandamientos del Señor tu Dios que hoy te ordeno y los obedezcas con cuidado. 14 Jamás te apartes, ni a la derecha ni a la izquierda, de ninguna de las palabras que hoy te ordeno, para seguir y servir a otros dioses.

Maldiciones por la desobediencia

15 Pero debes saber que, si no obedeces al Señor tu Dios ni cumples fielmente todos sus mandamientos y estatutos que hoy te ordeno, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas maldiciones:

16 Maldito serás en la ciudad y maldito en el campo.

17 Malditas serán tu canasta y tu bandeja de amasar.

18 Malditos serán el fruto de tu vientre, tus cosechas, los terneritos de tus manadas y los corderitos de tus rebaños.

19 Maldito serás en el hogar y maldito en el camino.

20 El Señor enviará contra ti maldición, confusión y reprensión en toda la obra de tus manos, hasta que en un abrir y cerrar de ojos quedes arruinado y exterminado por tu mala conducta y por haberme abandonado. 21 El Señor te infestará de plagas, hasta acabar contigo en la tierra de la que vas a tomar posesión. 22 El Señor te castigará con epidemias mortales, fiebres malignas e inflamaciones, con calor sofocante y sequía, y con plagas y pestes sobre tus cultivos. Te hostigará hasta que perezcas. 23 Sobre tu cabeza, el cielo será como bronce; bajo tus pies, la tierra será como hierro. 24 En lugar de lluvia, el Señor enviará sobre tus campos polvo y arena; del cielo lloverá ceniza, hasta que seas aniquilado.

25 El Señor hará que te derroten tus enemigos. Avanzarás contra ellos por un camino y huirás de ellos por siete caminos. Todos los reinos de la tierra sentirán horror al verte. 26 Tu cadáver servirá de alimento a las aves de los cielos y a las bestias de la tierra, y no habrá quien las espante. 27 El Señor te afligirá con tumores y úlceras, como las de Egipto, y con sarna y comezón, y no podrás sanar. 28 El Señor te hará sufrir de locura, ceguera y delirio. 29 En pleno día andarás a tientas como ciego en la oscuridad. Fracasarás en todo lo que hagas; día tras día serás oprimido; te robarán y no habrá nadie que te socorra.

30 Estarás comprometido para casarte, pero otro tomará a tu prometida y la violará. Construirás una casa y no podrás habitarla. Plantarás una viña, pero no podrás gozar de sus frutos. 31 Ante tus propios ojos degollarán a tu buey y no probarás su carne. Te quitarán tu burro a la fuerza y no te lo devolverán. Tus ovejas pasarán a manos de tus enemigos y nadie te ayudará a rescatarlas. 32 Tus hijos y tus hijas serán entregados a otra nación; te cansarás de buscarlos y no los podrás encontrar. 33 Un pueblo desconocido se comerá los frutos de tu tierra y todo el producto de tu trabajo; para ti solo habrá opresión y malos tratos cada día. 34 Tendrás visiones que te enloquecerán. 35 El Señor te herirá en las rodillas y en las piernas, y con llagas malignas e incurables que te cubrirán todo el cuerpo, desde la planta del pie hasta la coronilla.

36 El Señor hará que tú y el rey que hayas elegido para gobernarte sean deportados a un país que ni tú ni tus antepasados conocieron. Allí adorarás a otros dioses, dioses de madera y de piedra. 37 Serás motivo de horror y objeto de burla y de ridículo en todas las naciones a las que el Señor te conduzca.

38 Sembrarás en tus campos mucho, pero cosecharás poco porque las langostas devorarán tus plantíos. 39 Plantarás viñas y las cultivarás, pero no cosecharás las uvas ni beberás el vino porque los gusanos se comerán tus vides. 40 Tendrás olivares por todo tu territorio, pero no te ungirás con su aceite, porque se caerán las aceitunas. 41 Tendrás hijos e hijas, pero no podrás retenerlos, porque serán llevados al cautiverio. 42 Enjambres de langostas devorarán todos los árboles y las cosechas de tu tierra.

43 Los extranjeros que vivan contigo alcanzarán cada vez más poder sobre ti, mientras que tú te irás hundiendo más y más. 44 Ellos serán tus acreedores y tú serás su deudor. Ellos irán a la cabeza, y tú serás la cola.

45 Todas estas maldiciones caerán sobre ti. Te perseguirán y te alcanzarán hasta destruirte, porque desobedeciste al Señor tu Dios y no cumpliste sus mandamientos y estatutos que te ordenó. 46 Ellos serán señal y advertencia permanente para ti y para tus descendientes, 47 pues no serviste al Señor tu Dios con gozo y alegría cuando tenías de todo en abundancia. 48 Por eso sufrirás hambre y sed, desnudez y pobreza extrema, y serás esclavo de los enemigos que el Señor enviará contra ti. Ellos te pondrán un yugo de hierro sobre el cuello y te destruirán por completo.

49 El Señor levantará contra ti una nación muy lejana, cuyo idioma no podrás entender; vendrá de los confines de la tierra, veloz como un águila. 50 Esta nación tendrá un aspecto feroz y no respetará a los viejos ni se compadecerá de los jóvenes. 51 Devorará las crías de tu ganado y las cosechas de tu tierra hasta aniquilarte. No te dejará trigo, ni vino nuevo, ni aceite, ni terneras en las manadas, ni corderos en los rebaños, hasta dejarte completamente arruinado. 52 Te acorralará en todas las ciudades de tu tierra; te sitiará hasta que se derrumben esas murallas altas y fortificadas en las que has confiado. ¡Te asediará en toda la tierra y en las ciudades que el Señor tu Dios te ha dado!

53 Tal será tu sufrimiento durante el sitio de la ciudad que acabarás comiéndote el fruto de tu vientre, ¡la carne misma de los hijos y las hijas que el Señor tu Dios te ha dado! 54 Aun el más tierno y sensible de tus hombres no tendrá compasión de su propio hermano, ni de la esposa que ama, ni de los hijos que todavía le queden; 55 a tal grado que no compartirá con ellos nada de la carne de sus hijos que esté comiendo, pues será todo lo que le quede. Tal será la angustia que te hará sentir tu enemigo durante el asedio de todas tus ciudades 56 que aun la más tierna y sensible de tus mujeres, tan sensible y tierna que no se atrevería a rozar el suelo con la planta de los pies, no tendrá compasión de su propio esposo al que ama, ni de sus hijos ni de sus hijas. 57 No compartirá el hijo que acaba de parir, ni su placenta, sino que se los comerá en secreto, pues será lo único que le quede. ¡Tal será la angustia que te hará sentir tu enemigo durante el asedio de todas tus ciudades!

58 Si no te empeñas en practicar todas las palabras de esta ley, que están escritas en este libro, ni temes a este glorioso e imponente nombre del Señor tu Dios, 59 el Señor enviará contra ti y contra tus descendientes plagas terribles y persistentes, y enfermedades malignas e incurables. 60 Todas las horribles enfermedades de Egipto, que tanto espanto te causaron, vendrán sobre ti y no te darán respiro. 61 El Señor también te enviará, hasta exterminarte, toda clase de enfermedades y desastres no registrados en este libro de la Ley. 62 Y tú, que como pueblo fuiste tan numeroso como las estrellas del cielo, quedarás reducido a unos cuantos por no haber obedecido al Señor tu Dios. 63 Así como al Señor le agradó multiplicarte y hacerte prosperar, también le agradará arruinarte y destruirte. ¡Serás arrancado de raíz, de la misma tierra que ahora vas a poseer!

64 El Señor te dispersará entre todas las naciones, de uno al otro extremo de la tierra. Allí adorarás a otros dioses, dioses de madera y de piedra que ni tú ni tus antepasados conocieron. 65 En esas naciones no hallarás paz ni descanso. El Señor mantendrá angustiado tu corazón; tus ojos se cansarán de anhelar y tu corazón perderá toda esperanza. 66 Noche y día vivirás en constante zozobra, lleno de terror y nunca seguro de tu vida. 67 Debido a las visiones que tendrás y al terror que se apoderará de ti, dirás en la mañana: «¡Si tan solo fuera de noche!», y en la noche: «¡Si tan solo fuera de día!». 68 Y aunque el Señor te prometió que jamás volverías por el camino de Egipto, te hará volver en barcos. Allá te ofrecerás a tus enemigos como esclavo y no habrá nadie que quiera comprarte.

Footnotes

  1. 28:6 en el hogar … en el camino. Lit. en tu entrar … en tu salir; también en v. 19.