Daniel 7:9-22
Nueva Biblia de las Américas
9 ¶Seguí mirando
Hasta que se establecieron tronos(A),
Y el Anciano de Días se sentó.
Su vestidura era blanca como la nieve(B),
Y el cabello de Su cabeza como lana pura,
Su trono, llamas de fuego(C),
Y sus ruedas, fuego abrasador(D).
10 -»Un río de fuego corría,
Saliendo de delante de Él(E).
Miles de millares le servían,
Y miríadas de miríadas[a] estaban en pie delante de Él(F).
El tribunal se sentó(G),
Y se abrieron los libros(H).
11 »Entonces yo seguí mirando a causa del ruido de las palabras arrogantes[b] que el cuerno decía. Seguí mirando hasta que mataron a la bestia, destrozaron su cuerpo y lo echaron a las llamas del fuego(I). 12 A las demás bestias, se les quitó el dominio, pero les fue concedida una prolongación de la vida por un tiempo determinado.
13 ¶Seguí mirando en las visiones nocturnas,
Y en las nubes del cielo
Venía uno como un Hijo de Hombre(J),
Que se dirigió al Anciano de Días
Y fue presentado ante Él.
14 -»Y le fue dado dominio,
Gloria y reino[c](K),
Para que todos los pueblos, naciones y lenguas
Le sirvieran(L).
Su dominio es un dominio eterno(M)
Que nunca pasará(N),
Y Su reino uno
Que no será destruido(O).
15 »A mí, Daniel, se me angustió por dentro[d] el espíritu, y las visiones de mi mente(P) seguían turbándome(Q). 16 Me acerqué a uno de los que estaban allí de pie y le pedí que me dijera la verdad acerca de todo esto. Y me respondió, dándome a conocer(R) la interpretación de estas cosas(S): 17 “Estas bestias enormes, que son cuatro, son cuatro reyes que se levantarán de la tierra. 18 Pero los santos del Altísimo recibirán el reino y poseerán el reino para siempre, por los siglos de los siglos(T)”.
19 »Entonces quise saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era diferente de todas las demás[e], y en gran manera terrible, con sus dientes de hierro y sus garras de bronce, y que devoraba, desmenuzaba y pisoteaba los restos con sus pies(U), 20 y la verdad acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro cuerno que había surgido, delante del cual cayeron tres de ellos, es decir, el cuerno que tenía ojos y una boca que hablaba con mucha arrogancia[f], y cuya apariencia era mayor que la de sus compañeros.
21 »Mientras yo miraba, este cuerno hacía guerra contra los santos y prevalecía sobre ellos(V), 22 hasta que vino el Anciano de Días y se hizo[g] justicia a favor de los santos del Altísimo, y llegó el tiempo cuando los santos tomaron posesión del reino(W).
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