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La locura de Nabucodonosor

«Yo, el rey Nabucodonosor, me dirijo a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en todo el país. ¡Que la paz les sea multiplicada! Es conveniente que yo dé a conocer las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo. ¡Cuán grandes son sus señales, y cuán prodigiosas sus maravillas! Su reino es un reino sempiterno. Su señorío va de generación en generación.

»Yo, Nabucodonosor, gozaba en mi palacio de tranquilidad y prosperidad. Pero tuve un sueño que me espantó, y mientras yacía en mi lecho, las imágenes y visiones que pasaban por mi cabeza me dejaron perturbado. Por eso mandé que se presentaran ante mí todos los sabios de Babilonia, para que me dieran a conocer la interpretación del sueño. Y vinieron magos, astrólogos, hechiceros y adivinos, y yo les conté mi sueño, pero ellos no me pudieron decir lo que significaba. Finalmente, se presentó ante mí Daniel, también llamado Beltsasar, como el nombre de mi dios, en quien habita el espíritu de los dioses santos. Yo le conté mi sueño, y le dije: “Beltsasar, jefe de los magos: según entiendo, en ti radica el espíritu de los dioses santos, y ningún misterio te es oculto. Hazme saber qué significan las visiones que he tenido en mi sueño. 10 Lo que yo veía en mi mente, mientras estaba en mi lecho, es lo siguiente: Me parecía ver que en medio de la tierra había un árbol de gran altura. 11 Este árbol crecía y se hacía fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo. ¡Se podía ver desde los lugares más lejanos de la tierra! 12 Era de hermoso follaje y de abundante fruto, y de él podían alimentarse todos. Todas las bestias se refugiaban bajo su sombra, en sus ramas anidaban las aves del cielo, y de él se alimentaba la humanidad entera.

13 ”Mientras yacía en mi lecho, en las visiones de mi mente vi descender del cielo a un vigilante santo, 14 que a gran voz clamaba: ‘¡Derriben el árbol, y córtenle las ramas! ¡Quítenle el follaje, y esparzan su fruto! ¡Espanten a las bestias que yacen bajo su sombra, y a las aves que anidan en sus ramas! 15 Pero dejen en la tierra sólo la cepa de sus raíces, y sujétenlas con cadenas de hierro y de bronce entre la hierba del campo. ¡Dejen que lo empape el rocío del cielo, y que crezca entre las bestias y entre la hierba del campo! 16 ¡Que cambie su corazón humano y se le dé un corazón de bestia, y que transcurran sobre él siete tiempos! 17 Esta sentencia la han decretado los vigilantes, y los santos han ordenado ejecutarla, para que todos los seres vivos reconozcan que el Altísimo es el señor del reino de los hombres, y que él entrega este reino a quien él quiere, y entroniza en él al hombre más humilde.’

18 ”Yo, el rey Nabucodonosor, he tenido este sueño, y tú, Beltsasar, me dirás qué es lo que significa, porque todos los sabios de mi reino no han podido decírmelo. Pero tú sí puedes dármelo a saber, porque en ti habita el espíritu de los dioses santos.”»

19 Durante casi una hora Daniel, también llamado Beltsasar, quedó atónito y sus pensamientos lo perturbaban. Pero el rey le habló y le dijo:

«Beltsasar, que no te perturben ni el sueño ni su interpretación.»

Beltsasar respondió y dijo:

«Mi señor, que el sueño y su interpretación se hagan realidad en tus enemigos y en los que mal te quieren. 20 El árbol que viste crecer y hacerse fuerte, y cuya copa llegaba hasta el cielo y podía verse desde los lugares más lejanos de la tierra, 21 y cuyo follaje era hermoso y su fruto abundante, y del cual se alimentaban todos, y bajo cuya sombra se refugiaban las bestias del campo, y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo, 22 es Su Majestad, que ha crecido y se ha hecho fuerte, pues su grandeza ha aumentado hasta alcanzar el cielo, y su dominio llega hasta los confines de la tierra. 23 En cuanto al vigilante santo que Su Majestad vio descender del cielo, y que decía: “Corten el árbol y destrúyanlo, pero dejen la cepa de sus raíces en la tierra y entre la hierba del campo, y sujétenla con cadenas de hierro y de bronce y que lo empape el rocío del cielo, y que viva entre las bestias del campo, hasta que transcurran sobre él siete tiempos”, 24 la interpretación es la siguiente: El Altísimo ha dictado su sentencia sobre Su Majestad, mi señor, 25 y Su Majestad será expulsado de entre los hombres y habitará entre las bestias del campo; lo alimentarán con la hierba del campo, como a los bueyes, y se bañará con el rocío del cielo. Siete tiempos transcurrirán hasta que Su Majestad reconozca que el Altísimo es el señor del reino de los hombres, y que él entrega ese reino a quien él quiere. 26 En cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, eso significa que el reino de Su Majestad se mantendrá firme, luego de que Su Majestad reconozca que quien gobierna es el cielo. 27 Por lo tanto, acepte Su Majestad mi consejo y redima sus pecados impartiendo justicia, y sus iniquidades tratando a los oprimidos con misericordia, pues tal vez así su tranquilidad se vea prolongada.»

28 Todo esto le sucedió al rey Nabucodonosor. 29 Pero doce meses después, mientras éste se paseaba por el palacio real de Babilonia, 30 exclamó:

«¿Acaso no es ésta la gran Babilonia, que con la fuerza de mi poder y para gloria de mi majestad he constituido como sede del reino?»

31 Todavía estaba hablando el rey cuando del cielo vino una voz, que decía:

«A ti, rey Nabucodonosor, se te hace saber que el reino se te ha arrebatado. 32 Serás expulsado de entre los hombres, vivirás entre las bestias del campo, y te alimentarán como a los bueyes. Pasarán siete tiempos sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo es el señor del reino de los hombres, y que él entrega este reino a quien él quiere.»

33 En ese mismo instante se cumplió esta sentencia sobre Nabucodonosor, y éste fue expulsado de entre los hombres y se alimentaba de hierba, como los bueyes, y su cuerpo se empapaba con el rocío del cielo, hasta que el pelo le creció como plumas de águila, y las uñas como las garras de las aves.

34 «Pero al fin del tiempo yo, Nabucodonosor, levanté los ojos al cielo y recobré la razón. Bendije entonces al Altísimo; alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y cuyo reino permanece por todas las edades. 35 Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; el Altísimo hace lo que él quiere con el ejército del cielo y con los habitantes de la tierra, y no hay quien pueda impedírselo, ni cuestionar lo que hace. 36 En ese mismo instante recobré la razón y la majestad de mi reino, junto con mi dignidad y mi grandeza, y mis gobernadores y mis consejeros acudieron a mí, y fui restablecido en mi reino y se me dio mayor grandeza. 37 Por eso yo, Nabucodonosor, alabo y engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos, y él puede humillar a los que se muestran soberbios.»

La locura de Nabucodonosor

Nabucodonosor rey, a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: Paz os sea multiplicada. Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo. ¡Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino sempiterno, y su señorío de generación en generación.

Yo Nabucodonosor estaba tranquilo en mi casa, y floreciente en mi palacio. Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron. Por esto mandé que vinieran delante de mí todos los sabios de Babilonia, para que me mostrasen la interpretación del sueño. Y vinieron magos, astrólogos, caldeos y adivinos, y les dije el sueño, pero no me pudieron mostrar su interpretación, hasta que entró delante de mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, y en quien mora el espíritu de los dioses santos. Conté delante de él el sueño, diciendo: Beltsasar, jefe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos, y que ningún misterio se te esconde, declárame las visiones de mi sueño que he visto, y su interpretación. 10 Estas fueron las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama: Me parecía ver en medio de la tierra un árbol, cuya altura era grande. 11 Crecía este árbol, y se hacía fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierra. 12 Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y se mantenía de él toda carne.

13 Vi en las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama, que he aquí un vigilante y santo descendía del cielo. 14 Y clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas. 15 Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba de la tierra. 16 Su corazón de hombre sea cambiado, y le sea dado corazón de bestia, y pasen sobre él siete tiempos. 17 La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres. 18 Yo el rey Nabucodonosor he visto este sueño. Tú, pues, Beltsasar, dirás la interpretación de él, porque todos los sabios de mi reino no han podido mostrarme su interpretación; mas tú puedes, porque mora en ti el espíritu de los dioses santos.

19 Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, quedó atónito casi una hora, y sus pensamientos lo turbaban. El rey habló y dijo: Beltsasar, no te turben ni el sueño ni su interpretación. Beltsasar respondió y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su interpretación para los que mal te quieren. 20 El árbol que viste, que crecía y se hacía fuerte, y cuya copa llegaba hasta el cielo, y que se veía desde todos los confines de la tierra, 21 cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo, 22 tú mismo eres, oh rey, que creciste y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra. 23 Y en cuanto a lo que vio el rey, un vigilante y santo que descendía del cielo y decía: Cortad el árbol y destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias del campo sea su parte, hasta que pasen sobre él siete tiempos; 24 esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre mi señor el rey: 25 Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere. 26 Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna. 27 Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: tus pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias para con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad.

28 Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor. 29 Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia, 30 habló el rey y dijo: ¿No es esta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? 31 Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; 32 y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere. 33 En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves.

34 Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. 35 Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? 36 En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida. 37 Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia.

La locura del rey Nabucodonosor

(3.31) «Yo, el rey Nabucodonosor, deseo paz y prosperidad a los hombres de todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan la tierra. (3.32) Quiero que sepan ustedes las cosas tan maravillosas que el Dios altísimo ha hecho conmigo. (3.33) ¡Qué grandes son sus prodigios y milagros! Su reino durará por siempre, y su poder continuará de generación en generación.

(1) »Yo, Nabucodonosor, vivía tranquilo en mi palacio y disfrutaba de una gran prosperidad. (2) Pero una noche, estando ya acostado, tuve un sueño que me espantó, y pensamientos y visiones que me llenaron de terror. (3) Entonces ordené que vinieran a verme todos los sabios de Babilonia, para que me explicaran el significado del sueño. (4) Vinieron todos los magos, adivinos, sabios y astrólogos de Babilonia, y yo les conté el sueño, pero no pudieron decirme lo que significaba. (5) Por último se presentó Daniel, llamado también Beltsasar en honor a mi dios, y cuya vida está guiada por el espíritu del Dios santo, y le conté mi sueño de la siguiente manera: (6) “Beltsasar, jefe de los adivinos, yo sé que el espíritu del Dios santo te guía, y que conoces todos los misterios. Escucha, pues, lo que he visto en mi sueño, y dime lo que significa. 10 (7) Éstas son las visiones que tuve mientras estaba acostado:

»”‘En medio de la tierra había un árbol muy alto.
11 (8) El árbol creció y se hizo muy grueso;
su copa tocaba el cielo, y se le podía ver
desde los puntos más lejanos de la tierra.
12 (9) Eran tan hermosas sus hojas
y tan abundante su fruto,
que bastaba para alimentar a todos.
Las bestias del campo se ponían a su sombra,
en sus ramas hacían nidos las aves
y la vida de todo el mundo dependía de él.’

13 (10) »”De repente vi en mis visiones un ángel centinela que bajaba del cielo, 14 (11) y que en voz alta decía:

»”‘Echen abajo el árbol, córtenle las ramas,
quítenle las hojas, esparzan sus frutos.
Que huyan las bestias que están bajo su sombra
y las aves que están en sus ramas.
15 (12) Pero dejen en la tierra el tronco y sus raíces;
sujétenlo con cadenas de hierro y de bronce,
y déjenlo entre la hierba del campo.
Que caiga el rocío sobre él,
y que comparta con las bestias la hierba del campo.
16 (13) Que su mente se trastorne
y se vuelva como la de un animal,
y que ese mal le dure siete años.
17 (14) Ésta es la sentencia que han dictado
los santos ángeles centinelas,
para que todos los hombres sepan
que el Dios altísimo tiene poder
sobre los reinos humanos,
que él da el gobierno a quien quiere dárselo
y hace jefe de una nación
al más humilde de los hombres.’

18 (15) »”Éste es el sueño que yo, el rey Nabucodonosor, tuve. Ahora, Beltsasar, dime su significado, pues ninguno de los sabios de mi reino lo ha entendido; pero tú podrás interpretarlo, porque en ti está el espíritu del Dios santo.

19 (16) »”Entonces Daniel, al que llamaban Beltsasar, se quedó un momento pensativo, horrorizado por los pensamientos que le venían a la mente. Pero yo, el rey, le dije: ‘Beltsasar, no te preocupes por el sueño que he tenido, ni por su explicación.’ Y Beltsasar contestó: ‘¡Ay, que todo lo que el sueño significa recaiga sobre los enemigos de Su Majestad! 20 (17) El árbol alto y grueso que vio Su Majestad, el cual llegaba hasta el cielo y se podía ver desde los puntos más lejanos de la tierra, 21 (18) que tenía hojas hermosas y fruto abundante que alcanzaba para alimentar a todos, a cuya sombra se arrimaban las bestias del campo y en cuyas ramas hacían su nido las aves, 22 (19) ese árbol es Su Majestad, que ha crecido y se ha hecho poderoso. La grandeza de Su Majestad ha aumentado hasta alcanzar la altura del cielo, y su dominio se ha extendido sobre toda la tierra. 23 (20) Su Majestad vio también que un santo ángel centinela bajaba del cielo y decía: Echen abajo el árbol y destrúyanlo, pero dejen en la tierra el tronco y sus raíces; sujétenlo con cadenas de hierro y de bronce, y déjenlo entre la hierba del campo. Que caiga el rocío sobre él, y que comparta con las bestias la hierba del campo durante siete años. 24 (21) Esto significa la sentencia que el Dios altísimo ha dictado contra Su Majestad. 25 (22) Y Su Majestad será separado de la gente y vivirá con los animales; comerá hierba, como los bueyes, y el rocío empapará su cuerpo. Así vivirá Su Majestad durante siete años, hasta que reconozca que el Dios altísimo tiene poder sobre todos los reinos humanos, y que es él quien pone como gobernante a quien él quiere. 26 (23) La orden de que se dejara en la tierra el tronco y sus raíces, significa que se devolverá a Su Majestad el reino cuando Su Majestad haya reconocido que Dios es quien tiene el poder. 27 (24) Por tanto, siga Su Majestad este consejo mío: actúe con rectitud y no peque más; ponga fin a sus maldades y ocúpese de ayudar a los pobres. Tal vez así pueda Su Majestad seguir viviendo en paz y prosperidad.’”»

28 (25) Todas estas cosas anunciadas al rey Nabucodonosor, se cumplieron: 29 (26) Un año después, mientras el rey se paseaba por la terraza de su palacio de Babilonia, 30 (27) dijo: «¡Miren qué grande es Babilonia! Yo, con mi gran poder, la edifiqué como capital de mi reino, para dejar muestras de mi grandeza.»

31 (28) Todavía estaba hablando el rey cuando se oyó una voz del cielo, que decía: «Oye esto, rey Nabucodonosor. Tu reino ya no te pertenece; 32 (29) serás separado de la gente y vivirás con los animales; comerás hierba como los bueyes durante siete años, hasta que reconozcas que el Dios altísimo tiene poder sobre todas las naciones de la tierra, y que es él quien pone como gobernante a quien él quiere.»

33 (30) En ese mismo instante se cumplió la sentencia anunciada, y Nabucodonosor fue separado de la gente; comió hierba, como los bueyes, y el rocío empapó su cuerpo, hasta que el pelo y las uñas le crecieron como si fueran plumas y garras de águila.

Curación de Nabucodonosor

34 (31) «Cuando el tiempo de la sentencia se cumplió, yo, Nabucodonosor, miré al cielo y me sentí curado de mi locura; entonces bendije al Dios altísimo y alabé con estas palabras al que vive para siempre:

»“Su poder durará siempre;
su reino permanecerá de generación en generación.
35 (32) Ante él nada son
los habitantes de la tierra.
Él actúa según su voluntad,
tanto en el cielo como en la tierra.
No hay nadie que pueda oponerse a su poder
ni preguntarle por qué actúa como actúa.”

36 (33) »En aquel mismo momento recobré el juicio, el esplendor de mi reino, mi honor y mi grandeza. Mis consejeros y las altas personalidades de mi gobierno vinieron a buscarme, y me puse nuevamente al frente del gobierno de mi nación, llegando a tener un poder todavía mayor del que había tenido antes.

37 (34) »Ahora pues, yo, Nabucodonosor, alabo, honro y glorifico al Rey del cielo, porque todo lo que hace es verdadero y justo, y puede humillar a los que se creen importantes.»

Nebukadnezars tweede droom

Proclamatie van koning Nebukadnezar aan alle volken van alle talen ter wereld:

Ik wens u vrede toe! Het is mijn uitdrukkelijke wil u allemaal op de hoogte te brengen van de wonderen die God, de Allerhoogste, mij heeft laten meemaken. Wat een grote wonderen en machtige daden verricht Hij! Zijn koningschap is onvergankelijk en Hij regeert over alle generaties. Ik, Nebukadnezar, leefde in rust en goede welstand in mijn paleis. Maar op zekere nacht had ik een vreselijke droom. Voor mijn geestesoog zag ik dingen die mij verschrikten. Ik ontbood alle wijze mannen uit Babel om mij de betekenis van de droom te vertellen. Alle geleerden, bezweerders, astrologen en waarzeggers kwamen en ik vertelde hun mijn droom, maar zij konden hem niet verklaren. Ten slotte kwam Daniël naar mij toe, de man die ik, net als mijn god, Beltsazar heb genoemd. In hem woont de geest van de heilige goden. Ik vertelde hem mijn droom. ‘Beltsazar, meester-geleerde,’ zei ik. ‘Ik weet dat de geest van heilige goden in u woont en dat geen enkel geheim voor u verborgen blijft. Leg mij uit wat deze droom van mij betekent. 10,11 Ik zag in mijn droom een bijzonder hoge boom midden op een veld staan. Zijn sterke takken reikten tot de hemel en hij was tot in alle hoeken der aarde te zien. 12 Hij had prachtige bladeren en de takken bogen door onder het gewicht van de vruchten. Er was genoeg fruit voor iedereen. Alle dieren rustten uit in zijn schaduw en de vogels nestelden in zijn takken. De hele wereld werd door hem gevoed. 13 Toen zag ik in mijn droom een wachter, een heilige engel, uit de hemel neerdalen. 14 Hij riep: “Hak de boom om, kap zijn takken, haal het loof eraf en gooi zijn vruchten weg. Laten de dieren onder hem wegvluchten en de vogels van zijn takken opvliegen. 15 Maar laat zijn wortelstronk in de aarde zitten, bijeengehouden door banden van ijzer en koper en omringd door fris groen gras. Laat de dauw uit de hemel hem bevochtigen en laat hem gras eten met de dieren. 16 Laat hem zeven jaar lang de geest van een dier hebben in plaats van die van een mens. 17 Want zo hebben de wachters het bepaald, zo luidt het besluit van de heiligen. De bedoeling van dit besluit is dat alle mensen zullen inzien dat de Allerhoogste alle koninkrijken ter wereld in zijn macht heeft en deze geeft aan wie Hij wil, zelfs aan de onaanzienlijkste onder de mensen!”

18 Welnu, Beltsazar, dit was mijn droom. Vertel mij nu wat hij betekende, want alle wijzen uit mijn rijk moesten mij het antwoord schuldig blijven. Maar u kunt het wel, want de geest van heilige goden woont in u.’

19 Daniël, bijgenaamd Beltsazar, was voor een moment hevig van streek. Zijn gedachten verontrustten hem. De koning zei: ‘Beltsazar, wees niet bang mij te vertellen wat de droom betekent.’ Beltsazar antwoordde: ‘Majesteit, werden uw vijanden maar getroffen door de komende gebeurtenissen uit deze droom en niet u! 20 Eerst wat die boom betreft: u zag dat hij hoog en sterk was en dat zijn kruin tot de hemel reikte en dat hij over de hele wereld te zien was. 21 U zag dat hij frisse groene bladeren had en zwaarbeladen was met genoeg fruit voor alle mensen. Er lagen ook dieren in zijn schaduw en vogels nestelden in zijn takken. 22 Welnu, majesteit, die boom bent u! Want u bent groot en sterk geworden. Uw grootheid is uitgegroeid tot de hemel en uw heerschappij strekt zich uit tot de einden der aarde. 23 Daarna zag u een engel van God uit de hemel neerdalen en u hoorde hem zeggen: “Hak de boom om en vernietig hem, maar laat zijn wortelstronk in de aarde zitten, bijeengehouden door banden van ijzer en koper en omringd door fris groen gras. Laat de dauw uit de hemel hem bevochtigen en laat hem gras eten met de dieren, zeven jaar lang.”

24 Ik zal het u uitleggen, majesteit. De Allerhoogste heeft dít over u besloten: 25 de samenleving zal u uit haar midden verstoten en u zult in de velden leven als een dier. U zult gras eten als een koe en nat worden van de dauw uit de hemel. Zeven jaar lang zal uw leven er zo uitzien, tot u erkent dat de Allerhoogste alle koninkrijken in zijn macht heeft en die geeft aan wie Hij wil. 26 Uit de woorden van uw droom blijkt echter dat de wortelstronk in de aarde zal blijven staan! Dit betekent dat u uw koningschap blijvend terugkrijgt op het moment waarop u erkent dat de hemel de macht heeft. 27 Majesteit, luister daarom naar mijn advies. Maak een einde aan het onrecht en de zonde in uw leven en wees rechtvaardig. Heb medelijden met de armen. Misschien zal God u dan nog langer voorspoed geven.’

28 Al deze dingen zijn koning Nebukadnezar echter toch overkomen. 29 Twaalf maanden na deze droom maakte hij een wandeling over het platte dak van zijn paleis in Babel. 30 ‘Kijk,’ zei hij, ‘is dit niet het grote Babel dat ik met mijn eigen grote kracht en tot mijn eer tot koninklijke residentie en hoofdstad van mijn rijk heb gemaakt?’ 31 Nauwelijks was hij uitgesproken of er klonk een stem uit de hemel: ‘Koning Nebukadnezar, u wordt meegedeeld dat u niet langer zult regeren over dit rijk. 32 U zult uit de samenleving worden verstoten en wonen bij de dieren in het veld. U zult gras eten als een koe, zeven jaar lang, tot u eindelijk erkent dat alle aardse koninkrijken het eigendom zijn van God, de Allerhoogste, en dat Hij die geeft aan wie Hij wil.’ 33 Op hetzelfde ogenblik werden deze woorden bewaarheid. Hij werd verstoten en at gras als de koeien en zijn lichaam werd nat van de dauw. Zijn haren werden zo lang als arendsveren en zijn nagels als vogelklauwen.

34 Na verloop van zeven jaar keek Nebukadnezar omhoog naar de hemel en zijn verstand keerde terug. Toen prees en aanbad hij de Allerhoogste en bewees Hem, de eeuwig Levende, eer. ‘Want,’ zei hij, ‘Hij heerst tot in eeuwigheid en zijn koningschap houdt voor altijd stand. 35 Alle bewoners van deze aarde zijn niets vergeleken bij Hem. Hij doet wat Hij het beste vindt met de hemelse legers en met de mensen op aarde. Niemand kan Hem tegenhouden of ter verantwoording roepen en vragen: “Wat is uw bedoeling met alles wat U doet?”

36 Toen ik mijn verstand terugkreeg, kwamen ook mijn roemruchte koningschap, majesteit en luister terug. Mijn raadsheren en functionarissen zochten mij weer op en ik kreeg mijn positie als hoofd van het rijk terug onder nog grotere eerbewijzen dan vroeger. 37 Nu prijs en loof en verheerlijk ik, Nebukadnezar, de Koning van de Hemel. Hij is oprecht en leidt ons op juiste en goede wegen. Hij bezit de macht hoogmoedigen te vernederen!’

Nebuchadnezzar’s Dream of a Tree

[a]King Nebuchadnezzar,

To the nations and peoples of every language,(A) who live in all the earth:

May you prosper greatly!(B)

It is my pleasure to tell you about the miraculous signs(C) and wonders that the Most High God(D) has performed for me.

How great are his signs,
    how mighty his wonders!(E)
His kingdom is an eternal kingdom;
    his dominion endures(F) from generation to generation.

I, Nebuchadnezzar, was at home in my palace, contented(G) and prosperous. I had a dream(H) that made me afraid. As I was lying in bed,(I) the images and visions that passed through my mind(J) terrified me.(K) So I commanded that all the wise men of Babylon be brought before me to interpret(L) the dream for me. When the magicians,(M) enchanters, astrologers[b] and diviners(N) came, I told them the dream, but they could not interpret it for me.(O) Finally, Daniel came into my presence and I told him the dream. (He is called Belteshazzar,(P) after the name of my god, and the spirit of the holy gods(Q) is in him.)

I said, “Belteshazzar, chief(R) of the magicians, I know that the spirit of the holy gods(S) is in you, and no mystery is too difficult for you. Here is my dream; interpret it for me. 10 These are the visions I saw while lying in bed:(T) I looked, and there before me stood a tree in the middle of the land. Its height was enormous.(U) 11 The tree grew large and strong and its top touched the sky; it was visible to the ends of the earth.(V) 12 Its leaves were beautiful, its fruit abundant, and on it was food for all. Under it the wild animals found shelter, and the birds lived in its branches;(W) from it every creature was fed.

13 “In the visions I saw while lying in bed,(X) I looked, and there before me was a holy one,(Y) a messenger,[c] coming down from heaven. 14 He called in a loud voice: ‘Cut down the tree(Z) and trim off its branches; strip off its leaves and scatter its fruit. Let the animals flee from under it and the birds from its branches.(AA) 15 But let the stump and its roots, bound with iron and bronze, remain in the ground, in the grass of the field.

“‘Let him be drenched with the dew of heaven, and let him live with the animals among the plants of the earth. 16 Let his mind be changed from that of a man and let him be given the mind of an animal, till seven times[d] pass by for him.(AB)

17 “‘The decision is announced by messengers, the holy ones declare the verdict, so that the living may know that the Most High(AC) is sovereign(AD) over all kingdoms on earth and gives them to anyone he wishes and sets over them the lowliest(AE) of people.’

18 “This is the dream that I, King Nebuchadnezzar, had. Now, Belteshazzar, tell me what it means, for none of the wise men in my kingdom can interpret it for me.(AF) But you can,(AG) because the spirit of the holy gods(AH) is in you.”(AI)

Daniel Interprets the Dream

19 Then Daniel (also called Belteshazzar) was greatly perplexed for a time, and his thoughts terrified(AJ) him. So the king said, “Belteshazzar, do not let the dream or its meaning alarm you.”(AK)

Belteshazzar answered, “My lord, if only the dream applied to your enemies and its meaning to your adversaries! 20 The tree you saw, which grew large and strong, with its top touching the sky, visible to the whole earth, 21 with beautiful leaves and abundant fruit, providing food for all, giving shelter to the wild animals, and having nesting places in its branches for the birds(AL) 22 Your Majesty, you are that tree!(AM) You have become great and strong; your greatness has grown until it reaches the sky, and your dominion extends to distant parts of the earth.(AN)

23 “Your Majesty saw a holy one,(AO) a messenger, coming down from heaven and saying, ‘Cut down the tree and destroy it, but leave the stump, bound with iron and bronze, in the grass of the field, while its roots remain in the ground. Let him be drenched with the dew of heaven; let him live with the wild animals, until seven times pass by for him.’(AP)

24 “This is the interpretation, Your Majesty, and this is the decree(AQ) the Most High has issued against my lord the king: 25 You will be driven away from people and will live with the wild animals; you will eat grass like the ox and be drenched(AR) with the dew of heaven. Seven times will pass by for you until you acknowledge that the Most High(AS) is sovereign over all kingdoms on earth and gives them to anyone he wishes.(AT) 26 The command to leave the stump of the tree with its roots(AU) means that your kingdom will be restored to you when you acknowledge that Heaven rules.(AV) 27 Therefore, Your Majesty, be pleased to accept my advice: Renounce your sins by doing what is right, and your wickedness by being kind to the oppressed.(AW) It may be that then your prosperity(AX) will continue.(AY)

The Dream Is Fulfilled

28 All this happened(AZ) to King Nebuchadnezzar. 29 Twelve months later, as the king was walking on the roof of the royal palace of Babylon, 30 he said, “Is not this the great Babylon I have built as the royal residence, by my mighty power and for the glory(BA) of my majesty?”(BB)

31 Even as the words were on his lips, a voice came from heaven, “This is what is decreed for you, King Nebuchadnezzar: Your royal authority has been taken from you.(BC) 32 You will be driven away from people and will live with the wild animals; you will eat grass like the ox. Seven times will pass by for you until you acknowledge that the Most High is sovereign over all kingdoms on earth and gives them to anyone he wishes.”(BD)

33 Immediately what had been said about Nebuchadnezzar was fulfilled. He was driven away from people and ate grass like the ox. His body was drenched(BE) with the dew of heaven until his hair grew like the feathers of an eagle and his nails like the claws of a bird.(BF)

34 At the end of that time, I, Nebuchadnezzar, raised my eyes toward heaven, and my sanity(BG) was restored. Then I praised the Most High; I honored and glorified him who lives forever.(BH)

His dominion is an eternal dominion;
    his kingdom(BI) endures from generation to generation.(BJ)
35 All the peoples of the earth
    are regarded as nothing.(BK)
He does as he pleases(BL)
    with the powers of heaven
    and the peoples of the earth.
No one can hold back(BM) his hand(BN)
    or say to him: “What have you done?”(BO)

36 At the same time that my sanity was restored, my honor and splendor were returned to me for the glory of my kingdom.(BP) My advisers and nobles sought me out, and I was restored to my throne and became even greater than before. 37 Now I, Nebuchadnezzar, praise and exalt(BQ) and glorify(BR) the King of heaven, because everything he does is right and all his ways are just.(BS) And those who walk in pride(BT) he is able to humble.(BU)

Footnotes

  1. Daniel 4:1 In Aramaic texts 4:1-3 is numbered 3:31-33, and 4:4-37 is numbered 4:1-34.
  2. Daniel 4:7 Or Chaldeans
  3. Daniel 4:13 Or watchman; also in verses 17 and 23
  4. Daniel 4:16 Or years; also in verses 23, 25 and 32