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19 Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, quedó atónito casi una hora, y sus pensamientos lo turbaban. El rey habló y dijo:

—Beltsasar, no te turben ni el sueño ni su interpretación.

Beltsasar respondió y dijo:

—Señor mío, el sueño sea para tus enemigos y su interpretación para los que mal te quieren.

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