Add parallel Print Page Options

Tomaron la palabra y dijeron al rey Nabucodonosor: Rey, para siempre vive.

10 Tú, oh rey, has dado una ley por la cual todo hombre, al oír el son de la bocina, de la flauta, de la cítara, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, se postre y adore la estatua de oro;

11 y el que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de fuego encendido.

Read full chapter

Bible Gateway Recommends