Add parallel Print Page Options

ante el rey Nabucodonosor diciéndole:

— ¡Larga vida al rey! 10 Majestad, tú has decretado que todos los presentes, al oír el sonido de los cuernos, flautas, cítaras, liras, arpas, zampoñas y demás instrumentos musicales, deben postrarse para adorar la estatua de oro. 11 También has decidido que quien no lo haga será arrojado al horno ardiente.

Read full chapter