²⁶ Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiente y dijo: «Sadrac, Mesac y Abed Nego, siervos del Dios Altísimo^(A), salgan y vengan acá». Entonces Sadrac, Mesac y Abed Nego salieron de en medio del fuego^(B).

² Me ha parecido bien declarar las señales y maravillas que ha hecho conmigo el Dios Altísimo^(A).

³⁴ »Pero al fin de los días, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo, y recobré mi razón^[a], y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para siempre.

⁷ Se le concedió hacer guerra contra los santos^(A) y vencerlos. Y se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación^(B).

²⁴ »Y en ella fue hallada la sangre de los profetas, de los santos^(A) y de todos los que habían sido muertos sobre la tierra^(B)».