Normas para una vida santa

Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra, pues ustedes han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, que es la vida de ustedes,[a] se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados con él en gloria.

Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría. Por estas cosas viene el castigo de Dios.[b] Ustedes las practicaron en otro tiempo, cuando vivían en ellas. Pero ahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno. Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios 10 y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador. 11 En esta nueva naturaleza no hay judío ni no judío, circunciso ni incircunciso, extranjero, inculto,[c] esclavo o libre, sino que Cristo es todo y está en todos.

12 Por lo tanto, como pueblo escogido de Dios, santo y amado, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, 13 de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. 14 Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.

15 Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos. 16 Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón. 17 Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.

Normas para la familia cristiana

18 Esposas, sométanse a sus esposos, como conviene en el Señor.

19 Esposos, amen a sus esposas y no sean duros con ellas.

20 Hijos, obedezcan a sus padres en todo, porque esto agrada al Señor.

21 Padres, no exasperen a sus hijos, no sea que se desanimen.

22 Esclavos, obedezcan en todo a sus amos terrenales, no solo cuando ellos los estén mirando, como si ustedes quisieran ganarse el favor humano, sino con corazón sincero y por respeto al Señor. 23 Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, 24 conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor. 25 El que hace el mal pagará por su propia maldad, porque en esto no hay favoritismos.

Footnotes

  1. 3:4 de ustedes. Var. de nosotros.
  2. 3:6 de Dios. Var. de Dios sobre los que son desobedientes.
  3. 3:11 inculto. Lit. escita. Es decir, el habitante de la región al norte del mar Negro, que no era parte del Imperio Romano.

Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra, porque habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

La vida antigua y la nueva

Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría. Por estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos 10 y revestido del nuevo. Éste, conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando hasta el conocimiento pleno, 11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni extranjero, esclavo ni libre, sino que Cristo es el todo y en todos.

12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. 13 Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo. Y sed agradecidos.

16 La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros. Enseñaos y exhortaos unos a otros con toda sabiduría. Cantad con gracia en vuestros corazones al Señor, con salmos, himnos y cánticos espirituales. 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Deberes sociales de la nueva vida

18 Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. 19 Maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis ásperos con ellas. 20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. 21 Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.

22 Esclavos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. 25 Pero el que actúa con injusticia recibirá la injusticia que haya cometido, porque no hay acepción de personas.

Live a new life by the power of the risen Christ

1-4 If you are then “risen” with Christ, reach out for the highest gifts of Heaven, where your master reigns in power. Give your heart to the heavenly things, not to the passing things of earth. For, as far as this world is concerned, you are already dead, and your true life is a hidden one in Christ. One day, Christ, the secret centre of our lives, will show himself openly, and you will all share in that magnificent d?nouement.

5-7 In so far, then, as you have to live upon this earth, consider yourselves dead to worldly contacts: have nothing to do with sexual immorality, dirty-mindedness, uncontrolled passion, evil desire, and the lust for other people’s goods, which last, remember, is as serious a sin as idolatry. It is because of these very things that the holy anger of God falls upon those who refuse to obey him. And never forget that you had your part in those dreadful things when you lived that old life.

8-11 But now, put all these things behind you. No more evil temper or furious rage: no more evil thoughts or words about others, no more evil thoughts or words about God, and no more filthy conversation. Don’t tell each other lies any more, for you have finished with the old man and all he did and have begun life as the new man, who is out to learn what he ought to be, according to the plan of God. In this new man of God’s design there is no distinction between Greek and Hebrew, Jew or Gentile, foreigner or savage, slave or free man. Christ is all that matters for Christ lives in them all.

The expression of the new life (i)

12-14 As, therefore, God’s picked representatives of the new humanity, purified and beloved of God himself, be merciful in action, kindly in heart, humble in mind. Accept life, and be most patient and tolerant with one another, always ready to forgive if you have a difference with anyone. Forgive as freely as the Lord has forgiven you. And, above everything else, be truly loving, for love is the golden chain of all the virtues.

15 Let the peace of Christ rule in your hearts, remembering that as members of the same body you are called to live in harmony, and never forget to be thankful for what God has done for you.

16-17 Let Christ’s teaching live in your hearts, making you rich in the true wisdom. Teach and help one another along the right road with your psalms and hymns and Christian songs, singing God’s praises with joyful hearts. And whatever you may have to do, do everything in the name of the Lord Jesus, thanking God the Father through him.

The expression of the new life (ii)

18 Wives, adapt yourselves to your husbands, that your marriage may be a Christian unity.

19 Husbands, be sure you give your wives much love and sympathy; don’t let bitterness or resentment spoil your marriage.

20 As for you children, your duty is to obey your parents, for at your age this is one of the best things you can do to show your love for God.

21 Fathers, don’t over-correct your children, or they will grow up feeling inferior and frustrated.

22-25 Slaves, your job is to obey your masters, not with the idea of currying favour, but as a sincere expression of your devotion to God. Whatever you do, put your whole heart and soul into it, as into work done for God, and not merely for men—knowing that your real reward, a heavenly one, will come from God, since you are actually employed by Christ, and not just by your earthly master. But the wicked man will be punished for his misdeeds, and naturally no distinction will be made between master and man.