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67 Mejores que ellos son las fieras, pues se pueden defender escondiéndose. 68 No hay, pues, la menor prueba de que sean dioses. Por consiguiente, no les tengan miedo.

69 »Esos dioses de madera recubiertos de oro y plata son como espantajos en un campo de melones, que no protegen nada,

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