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¡Ah, si fueras mi propio hermano,
    criado a los pechos de mi madre!
Al encontrarte en la calle podría besarte,
    y nadie me juzgaría mal.
Tomándote de la mano,
    te llevaría a la casa de mi madre,
    y me enseñarías el arte del amor.
Te daría a beber vino con especias,
    y el néctar de mis granadas.

¡Ojalá pudiera mi cabeza
    reposar sobre su izquierda!
    ¡Ojalá su derecha me abrazara!

El amado

Yo os ruego, mujeres de Jerusalén,
    que no desveléis ni molestéis a mi amada,
    hasta que ella quiera despertar.

Sexto Canto

El coro

¿Quién es esta que sube por el desierto
    apoyada sobre el hombro de su amado?

El amado

Bajo el manzano te desperté;
    allí te concibió tu madre,
    allí mismo te dio a luz.

La amada

Grábame como un sello sobre tu corazón;
    llévame como una marca sobre tu brazo.
Fuerte es el amor, como la muerte,
    y tenaz la pasión, como el sepulcro.
Como llama divina
    es el fuego ardiente del amor.
Ni las muchas aguas pueden apagarlo,
    ni los ríos pueden extinguirlo.
Si alguien ofreciera todas sus riquezas
    a cambio del amor,
    solo conseguiría el desprecio.

El coro

Tan pequeña es nuestra hermana
    que no le han crecido los pechos.
¿Qué haremos por nuestra hermana
    cuando vengan a pedirla?
Si fuera una muralla,
    construiríamos sobre ella almenas de plata.
Si acaso fuera una puerta,
    la recubriríamos con paneles de cedro.

La amada

10 Una muralla soy yo,
    y mis pechos, sus dos torres.
Por eso a los ojos de mi amado
    soy como quien ha hallado la paz.

11 Salomón tenía una viña en Baal Jamón,
    que dejó al cuidado de aparceros.
Cada uno entregaba, por sus frutos,
    mil monedas[a] de plata.
12 ¡Quédate, Salomón, con las mil monedas,
    y vosotros, aparceros, con doscientas,
    pero mi viña solo a mí me pertenece!

El amado

13 Tú, que reinas en los jardines,
    pendientes de tu voz están nuestros amigos;
    ¡déjanos escucharla!

La amada

14 ¡Apresúrate, amado mío!
    ¡Corre como venado, como cervatillo,
    sobre los montes de bálsamo cubiertos!

Footnotes

  1. 8:11 mil monedas de plata. Lit. mil [siclos] de plata.

¡Ojalá fueras tú un hermano mío,
criado a los pechos de mi madre!
Así, al encontrarte en la calle,
podría besarte y nadie se burlaría de mí;
podría llevarte a la casa de mi madre,
te haría entrar en ella,
y tú serías mi maestro.
Yo te daría a beber del mejor vino
y del jugo de mis granadas.

¡Que ponga él su izquierda bajo mi cabeza,
y que con su derecha me abrace!

Él

Prométanme, mujeres de Jerusalén,
no interrumpir el sueño de mi amor.
¡Déjenla dormir hasta que quiera despertar!

Sexto canto

Coro

¿Quién es ésta que viene del desierto,
recostada en el hombro de su amado?

Él

Bajo un manzano interrumpí tu sueño:
allí donde tu madre tuvo dolores;
allí donde tu madre te dio a luz.

Ella

Llévame grabada en tu corazón,
¡llévame grabada en tu brazo!
El amor es inquebrantable como la muerte;
la pasión, inflexible como el sepulcro.
¡El fuego ardiente del amor
es una llama divina!
El agua de todos los mares
no podría apagar el amor;
tampoco los ríos podrían extinguirlo.
Si alguien ofreciera todas sus riquezas
a cambio del amor,
burlas tan sólo recibiría.

Coro

Nuestra hermanita no tiene pechos.
¿Qué vamos a hacer con ella
cuando vengan a pedirla?
Si fuera una muralla,
construiríamos sobre ella almenas de plata;
si fuera una puerta,
la recubriríamos con tablas de cedro.

Ella

10 Yo soy como una muralla,
y mis pechos como torres.
Por eso, a los ojos de él,
ya he encontrado la felicidad.

11 Salomón tenía un viñedo en Baal-hamón.
Lo dejó al cuidado de unos guardianes,
que al llegar la cosecha le entregaban
mil monedas de plata cada uno.
12 Las mil monedas son para ti, Salomón,
y doscientas para los guardianes;
¡yo cuido mi propia viña!

Él

13 ¡Déjame oír tu voz,
oh reina de los jardines!
¡Nuestros amigos esperan escucharla!

Ella

14 ¡Corre, amado mío,
corre como un venado,
como el hijo de una gacela
sobre los montes llenos de aromas!

¡Ah, si tú fueras como mi hermano,
Amamantado a los pechos de mi madre!
Si te encontrara afuera, te besaría,
Y no me despreciarían.
-»Te llevaría y te introduciría
En la casa de mi madre(A), que me enseñaba;
Te daría a beber vino sazonado del zumo de mis granadas.
-»Que esté su izquierda bajo mi cabeza
Y su derecha me abrace(B)».

EL ESPOSO:

¶«Quiero que juren, oh hijas de Jerusalén;
Que no despertarán ni levantarán a mi amor,
Hasta que quiera(C)».

EL CORO:

¶«¿Quién es esta que sube del desierto(D),
Recostada sobre su amado?».

EL ESPOSO:

«Debajo del manzano(E) te desperté;
Allí tu madre tuvo dolores de parto por ti,
Allí tuvo dolores de parto, y te dio a luz».

LA ESPOSA:

«Ponme como un sello sobre tu corazón,
Como un sello(F) sobre tu brazo,
Porque fuerte como la muerte es el amor,
Inexorables como el Seol[a], los celos(G);
Sus destellos, son destellos de fuego,
La llama misma del Señor.
-»Las muchas aguas no podrán extinguir el amor,
Ni los ríos lo apagarán.
Si el hombre diera todos los bienes de su casa por amor,
Solo lograría desprecio(H)».

EL CORO:

¶«Tenemos una hermana pequeña,
Y todavía no tiene pechos(I);
¿Qué haremos por nuestra hermana
El día en que sea pedida?
-»Si ella es una muralla,
Edificaremos sobre ella un baluarte de plata;
Pero si es una puerta,
La reforzaremos con tablas de cedro(J)».

LA ESPOSA:

10 ¶«Yo soy una muralla, y mis pechos(K) como torres,
Entonces fui a sus ojos como quien halla la paz.
11 -»Salomón tenía una viña(L) en Baal Hamón,
Confió la viña(M) a los guardas(N);
Cada uno debía traer por su fruto mil(O) siclos (11.4 kilos) de plata(P).
12 -»Mi viña, que es mía, está a mi disposición;
Los mil siclos son para ti, Salomón,
Y doscientos, para los que guardan su fruto».

EL ESPOSO:

13 ¶«Oh tú, que moras en los huertos,
Mis compañeros(Q) están atentos a tu voz;
Déjame que la oiga(R)».

LA ESPOSA:

14 ¶«Apresúrate, amado mío,
Y sé como una gacela o un cervatillo(S)
Sobre los montes de los aromas(T)».

Footnotes

  1. 8:6 I.e. región de los muertos.