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Tu cabeza se eleva como el monte Carmelo(A),
Y la cabellera suelta de tu cabeza es como hilos de púrpura;
El rey se ha cautivado de tus trenzas.
¡Qué hermosa y qué encantadora eres,
Amor mío(B), con todos tus encantos!
Tu estatura es semejante a la palmera,
Y tus pechos, a sus racimos.

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