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¡CUÁN hermosos son tus pies en los calzados, oh hija de príncipe!

Los contornos de tus muslos son como joyas,

Obra de mano de excelente maestro.

Tu ombligo, como una taza redonda,

Que no le falta bebida.

Tu vientre, como montón de trigo,

Cercado de lirios.

Tus dos pechos, como dos cabritos

Mellizos de gama.

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