Cantares 6:11-7:9

La Biblia de las Américas

¹¹ Descendí al huerto de los nogales
para ver el verdor^[a] del valle,
para ver si la vid había retoñado,
si los granados^(A) habían florecido.
¹² Sin que me diera cuenta, mi alma me colocó
sobre los carros de mi noble pueblo^[b].

7 ^[e]¡Cuán hermosos son tus pies^[f] en las sandalias,
oh hija de príncipe^[g](D)!
Las curvas de tus caderas son como joyas^[h],
obra de manos de artífice.
² Tu ombligo, como una taza redonda
que nunca le falta vino mezclado;
tu vientre como montón de trigo
cercado de lirios.
³ Tus dos pechos, como dos crías
mellizas de gacela^(E).
⁴ Tu cuello, como torre^(F) de marfil,
tus ojos, como los estanques en Hesbón^(G)
junto a la puerta de Bat-rabim;
tu nariz, como la torre del Líbano
que mira hacia Damasco.
⁵ Tu cabeza te corona^[i] como el Carmelo^(H),
y la cabellera suelta de tu cabeza es como hilos de púrpura;
el rey está preso en tus trenzas.
⁶ ¡Qué hermosa y qué encantadora eres,
amor mío^(I), con^[j] todos tus encantos!
⁷ Tu estatura^[k] es semejante a la palmera,
y tus pechos, a sus racimos.
⁸ Yo dije: «Subiré a la palmera,
asiré sus frutos^[l]».
¡Sean tus pechos como racimos de la vid,
el perfume de tu aliento^[m] como manzanas^[n](J),
⁹ y tu paladar^(K) como el mejor vino!