Add parallel Print Page Options

Le abrí a mi amado,
    ¡pero él ya se había ido!
    Se me desplomó el corazón.
Lo busqué
    pero no pude encontrarlo.
Lo llamé
    pero no tuve respuesta.
Los guardias nocturnos me encontraron
    mientras hacían sus rondas.
Me golpearon y me lastimaron
    y me arrancaron el velo,
    aquellos guardias del muro.

Oh mujeres de Jerusalén, prométanme:
    si encuentran a mi amante,
    díganle que desfallezco de amor.

Read full chapter

Bible Gateway Recommends