Add parallel Print Page Options

Mi amado pasó la mano
    por la abertura del cerrojo;
    ¡se estremecieron mis entrañas al sentirlo!
Me levanté para abrir a mi amado;
    ¡gotas de mirra corrían por mis manos!
¡Se deslizaban entre mis dedos
    y caían sobre la aldaba!

Le abrí a mi amado,
    pero ya no estaba allí.
Se había marchado,
    y tras su voz se fue mi alma.
Lo busqué, y no lo hallé.
    Lo llamé, y no me respondió.

Read full chapter