Add parallel Print Page Options

Ya me había desvestido;
¿cómo me iba a volver a vestir? Había lavado mis pies;
¿cómo iba a volverlos a ensuciar?
Mi amado metió su mano
por el agujero de la puerta,
y mi corazón se conmovió
a causa de él.
Entonces me levanté
para abrir a mi amado,
y mis manos gotearon
perfume de mirra.
Mis dedos gotearon mirra
sobre la manecilla del cerrojo.

Read full chapter